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MEMORIAL
de JULIÁN BESTEIRO
(1940-2009)
1940 a 1960 - Del Olvido de Carmona al
Homenaje de Madrid
1940 - Julián Besteiro es enterrado en el Cementerio
Civil de Carmona
Lapida Sepulcral de Julián Besteiro en el Cementerio de
Carmona

Telegrama del Gobernador Civil de Sevilla a la Dirección
General de Seguridad comunicando la muerte de Julián Besteiro en la Cárcel
de Carmona

1947 - Articulo de Andrés Saborit en El Socialista
"Julián Besteiro y la Junta de Defensa de Madrid" (1 de mayo de 1947)
1959 - Autores Varios - "A Don Julián Besteiro al
cumplirse los 20 años de su muerte" - México -DF
-Juan Simeón Vidarte
-Diego Martínez Barrio
1959-José del Río - "Besteiro Mártir" en El Socialista
(24 de Septiembre )
1960 (29 de Junio) - Julián Besteiro es enterrado en el
Cementerio Civil de Madrid, trasladando sus restos desde el Cementerio
Civil de Carmona.
Entrada del Cementerio Civil de Madrid.

1960 (27 de Septiembre) - Primer Homenaje a Julián Besteiro en el Cementerio Civil de Madrid
Dolores Cebrián escribe a la dirección del PSOE en el
Exilio (Toulousse) una Carta de Gratitud
1960 - MANIFIESTO en Memoria de Julián Besteiro
Iniciativa de jovenes socialistas como JOSEFINA ARRILLAGA,
colaboradora cercana a Antonio Amat
Manifiesto condenaba la violencia en política e iba encabezado
por ENRIQUE TIERNO GALVAN
-Menendez Pidal
-Gabriel Maura
-Ridruejo
-Pérez de Ayala
-Azorin
-Carande
-Julián Marias
-Laín
-Gil Robles
-Garrigues
-Aranguren
JOSEFINA ARRILLAGA LANSORENA era conocida como LA AMAZONA. A la
muerte de Tomás Centeno en la DGS - Dirección General de Seguridad de Madrid
pasó a ser una de las dirigente del PSOE del Interior,
1960 - Publicación de diversos Artículos y Folletos de
Homenaje a Julián Besteiro
Renovación - Época VI - Numero 16
(Octubre-1960)
>Andrés Saborit "Julián Besteiro y la lucha de
clases"
>M. Rojo "Besteiro en su juventud"
>Indalecio Prieto "Ficha Política"
>M. Muiño "Besteiro, educador de militantes"
>Rodolfo Llopis - "Besteiro en la Fundación Cesareo
del Cerro"
>Wenceslao Carrillo "Julián Besteiro en los últimos
días de la guerra civil"
>Luís Jiménez de Asúa - "Besteiro en las
Constituyentes"
1961 a 1973 - De la Biografía de Saborit a la
Biografía de Lamo
1961 -
ANDRES SABORIT publica su biografia de Julián Besteiro
EDICION de 1961 en Impresiones Modernas (Mexico)
Andres Saborit y su esposa Maria Rojo lo dedican a Dolores
Cebrián , viuda de Julián Besteiro
El coste de la edición fue sufragado por Julián Lara, antiguo
joven socialista y socio de Impresiones Modernas
El beneficio de los 2.300 ejemplares fueron para el Fondo
Pro-España para presos y militantes del Interior.
EDICIÓN de 1967 en Editorial Losada (Buenos Aires)
Prologo de Luís Jim,enez de Asua, entonces Presidente de la
República en el Exilio.
1961 >
Conferencia "Julián Besteiro y la juventud española" de Francisco
Torquemada y Modesto Seara. Mexico. Ediciones Socialistas.
1964 - Andrés Saborit publica "Asturias y sus gentes" -
Toulouse - Donde recoge cuatro artículos escritos por Julián
Besteiro (1926-1933-1935-1936)
1965 - Iso Brante Schweide - De Lenin a Kennedy - Episodio de
encuentro con Julián Besteiro
1965 - J. Gutiérrez-Rave "Julián Besteiro y orientaciones
de la prensa" en Celebridades- Colección Popular de Biografías -
Madrid

1966-Reedicion de "Marxismo y Antimarxismo" de Julián
Besteiro por la Editorial Pablo Iglesias - México
1967 - Andrés Saborit " Julián Besteiro" - Editorial
Losada (Buenos Aires)
1967 -
Reedición de "Marxismo y Antimarxismo" - Editorial XYX (Madrid)
1970 - CENTENARIO del NACIMIENTO de JULIÁN BESTEIRO
1970 - Reincorporación del busto de Julián Besteiro al
Congreso de los Diputados
1970 - Emilio Lamo de Espinosa - "Julián Besteiro y el
PSOE en relación con el problema de Marruecos y la Primera Guerra Mundial"
- Colección Suplemento de Editorial Cuadernos para el Dialogo - Madrid
1970 - Articulo de Eduardo de Guzman en la revista INDICE
(Octubre)
1970 - Articulos sobre Julián Besteiro en las revistas HISPANIA
y REVISTA de OCCIDENTE
1970 -
Carlos Rojas - Porque perdimos la Guerra Civil - 41 Testimonios: Julián
Besteiro
1971 - Rodolfo Llopis "Vida, pasión y muerte de Julián
Besteiro" - Editorial Taurus (Madrid)
1971 - M. Espadas Burgos "Sobre la figura política de
Julián Besteiro" - Hispania-Numero 119
1971 - Marta Bizcarrondo - "Julián Besteiro: Socialismo y
democracia" en la Revista de Occidente - Numero 94
1972 - Emilio Lamo de Espinosa - "Filosofía y política en
Julián Besteiro" - Editorial Cuadernos para el Dialogo - Madrid
1972 - Fallecimiento de Ignacio Arenillas - Abogado defensor de
Julián Besteiro en 1939
Ignacio Arenillas y López de Chaves era Marques de Gracia Real
- Falleció en Salamanca el 29 de mayo de 1972
Obituario de ABC - 14 de Junio de 1972 - Fotografías de Ignacio
Arenillas y Julián Besteiro
1973 - Fallecimiento de Dolores Cebrián - Viuda de Julián
Besteiro
1974 a 1983- Del Ensayo de Saborit a
sus Obras Completas
1974 - Andrés Saborit - El pensamiento político de Julián
Besteiro - Seminario y Ediciones SA-Madrid
Prologo de Emiliano Aguilera - Antiguo dirigente de las
Juventudes Socialistas y alumno de Besteiro.

1974 - Salvador de Madariaga publica "Españoles de mi
tiempo" donde dedica un capitulo a Julián Besteiro
El Marxismo de Julian Besteiro segun
Salvador de Madariaga
"Al examinar su vida con una serenidad objetiva digna del
que la vivió, lo que SORPRENDE el ánimo, lo suspende, crea un problema es
el MARXISMO de BESTEIRO (...) el espectaculo de un hombre de indudable
capacidad intelectual, especializado además en lógica, dejándose
encerrar en ese edificio fantasmagorico de pasión irracional con
fachada de lógica que es el marxismo, siendo como era un burgues
inteligente, claro y honrado, no solo sorprende sino que pide Analisis y
Explicación. Tengo para mi como una de mis distracciones mas lamentables
el no haberme nunca parado a discutir con él tema de tanta fascinacion
(...) Y es aqui donde entre Marx. Este profeta y fundador de la mas
vigorosa de las religiones modernas arriba a las playas de la historia
cunado la fe en la ciencia estaba en su apogeo (...) En sociologia,
economia e historia, Marx encarnaba esta fe (...) Besteiro es uno de los
adeptos de na nueva fe. Cree en la ciencia. Al abrirse el siglo que va a
enseñarles la modestia a los sabiso, Besteiro tiene treinta años (...). A
mi ver, hay que comprender a Besteiro como un pensador del siglo XIX
rezagado en el siglo XIX (...) no por su ciencia sino por su COSMOGONIA.
Esta e la causa de la absoluta honradez y seguridad de la fé en si mismo
que aporta a su enseñanza y práctica del marxismo; esta es quiza tambien
la razon por la cual aquel convencido marxista no se dejo desviar por las
poco limpias herejias del leninismo (...) Marx fue un Mesias que se
concibio a si mismo como un Newton; y Besteiro fue un San pablo que se
veia a si mismo como un Auguste Compte" (en Españoles de mi Tiempo -
1974)

1975 - R. Abella "Julián Besteiro o la fustración de una
socialdemocracia" en Historia y Vida - Año V
( Numero 50)
1975 - Fermín Solana - Historia Parlamentaria del
Socialismo Español. Julián Besteiro por la Editorial Taurus - Madrid
-Volumen Primero (1918-1920)
-Volumen Segundo (1920-1923)

1976 - Presentación del libro de Fermín Solana - Con la presencia de Javier
Aguirre - Duque de Alba como Director de la Editorial Taurus y Felipe
González como Secretario General del PSOE (entonces en la clandestinidad).
Tambien estuvieron personalidades como Polanco, Jimenez de Parga, Ruíz
Giménez, Fernández Ordoñez y Claudin.
ANÉCDOTA contada por Jesus Aguirre a Jaime Peñafiel en la que fue su
última entrevista nos decía que en este Acto de Presentación fue donde por
primera vez los españoles supieron que el famoso ISIDORO - Secretario
General Socialista en la Clandestinidad correspondía a FELIPE GONZÁLEZ
1976 (Marzo) - Julián Besteiro: Un Reformista en el
Socialismo Español (Entrevista de Josefina Pascual a Fermín Solana) en
Tiempo de Historia - Numero 16
1976 - El PSOE Historico (Sector de Rodolfo LLopis) promueve
una Fundación "Julián Besteiro" > Homenaje a Besteiro con presencia de Jose Prat
1976
(26 de Septiembre) - Primer Homenaje Publico a Julián Besteiro tras la
muerte del dictador Francisco Franco. Fue en el Teatro Cerezo de
Carmona
1976
- Jesus Torbado publica "En el dia de hoy" - Premio Planeta 1976 - Es una
UCRONIA donde el Ejercito Republicano gana la Guerra Civil resultando
Julián Besteiro como Presidente de la Republica e Indalecio Prieto como
Jefe del Gobierno.
1976 - Ignacio Arenillas de Chaves "El proceso de
Besteiro" (Antecedentes, proceso y comentarios al proceso por el defensor
de Besteiro") en la Revista de Occidente - Madrid. Esta obra estaba escrita
en 1969 y preparada para publicarse en 1971, pero fue prohibida su publicación por la Censura Franquista.
1976 - Carlos Díaz - "Besteiro
o el socialismo en libertad" -
Editorial Silos - Madrid . Con prologo de Enrique Tierno Galván
Carlos Díaz es un filosofo Anarquista y Cristiano - Es un
Personalista Comunitario > Fundador del Instituto Emmanuel Mounier de Madrid
En su ensayo "Teorías Anarquistas" (1977) habla del MARXISMO
LIBERTARIO de Julián Besteiro
Reseña del libro por Antonio Heredia Soriano en Cuadernos
Salmantinos de Filosofia (1978)
1976 (Octubre) - Eusebio Fernández García : Julián Besteiro. Ética y Política en Cuadernos para el Dialogo -Numero 167 -
Madrid (1 Pagina)
1976 - EL PAIS - JULIÁN BESTEIRO, PARLAMENTARIO - DE MERCEDES
CABRERA
CRÍTICA
Julián Besteiro, parlamentario
MERCEDES CABRERA 19/05/1976
Asistimos, de un tiempo para acá, a una
labor de recuperación de testimonios
directos de la actividad de algunos de los
más representativos protagonistas de la vida
política española de los siglos XIX y XX,
que abre camino a un acercamiento
neutral
a nuestra historia más cercana, salvando
todas las deficiencias que necesariamente
conlleva la perspectiva personal del
investigador a la hora de hacer una
selección, antológica, y el modo de
presentarla al público lector. Fermín Solana
nos ofrece ahora los dos primeros volúmenes
de recopilación de las intervenciones
parlamentarias del que apareció para muchos
lomo el sucesor de Pablo Iglesias en la
jefatura de las organizaciones socialistas:
Julián Besteiro. Al agradecimiento que todo
investigador debería manifestar por poder
disponer de este material sin necesidad de
recurrir a la tediosa labor de consultar el
Diario de Sesiones del Congreso hay que
añadir el reconocimiento a una labor que va
mucho más allá de la simple acumulación de
intervenciones parlamentarias del diputado
socialista, al encuadrar estos cinco años de
vida política de Besteiro (1918-1922) en el
marco de una coyuntura histórica crítica que
desembocaría, en septiembre de 1923, en la
dictadura del generalPrimo de Rivera, Fermín
Solana, mediante unas extensísimas y bien
aprovechadas citas a pie de página, ha
recogido de la prensa de la época de las
intervenciones de otros diputados, el
entorno desde donde deben interpretarse
necesariamente las manifestaciones de
Besteiro.
Julián Besteiro,
primer y segundo tomo
(1918-1920 y 1920-1922), de
Fermín Solana. Ediciones Taurus.
Madrid 1975.
Cuadro político
Dentro de un cuadro político y
constitucional adverso -recordemos una vez
más los tan traídos y llevados oligarquía
y caciquismo, de Joaquín Costa-, el
Partido Socialista Obrero Español, de la
mano de Pablo Iglesias, se lanzó desde
fechas muy tempranas a una defensa fervorosa
de los beneficios de la acción política:
«... una de las cosas más necesarias es
convencer a los muchos trabajadores que aún
no creen en ella de la utilidad que ha de
reportarles el ejercicio de la papeleta
electoral, y, a la vez, la suma conveniencia
que encierra para los explotados la práctica
de la acción política en todo cuanto pueda
influir sobre los gobernantes», afirmaría
el Abuelo aún en 1921. La progresiva
crisis del régimen restaurado por Cánovas en
1875, y las contradicciones abiertas por el
proceso de acumulación de beneficios
económicos favorecido por la primera guerra
mundial, desembocaron en la huelga general
de 1917. El descontento popular y, el apoyo
al movimiento hicieron que el
encarcelamiento del comité directivo de la
huelga se transformara en una petición
masiva de amnistía y en una victoria
electoral que permitiría elevar de uno a
seis el número de diputados socialistas en
el Congreso. Así, Julián Besteiro, cabeza
del Partido Socialista desde su cargo de
vicepresidente, debido a las repetidas
enfermedades de Iglesias, tomó posesión, en
mayo de 1918, de su escaño parlamentario: su
primera intervención iría encaminada a
explicar y justificar el significado de los
acontecimientos de agosto de 1917.
Crisis
Años de crisis estos últimos de la
monarquía parlamentaria, reflejados en las
Cortes. Momentos problemáticos de nuestra
historia, recogidos en los volúmenes que
comentamos. Utilicemos algunas de las
intervenciones de Besteiro para señalar
algunas de sus coordenadas. El sistema de la
Restauración quiebra, arrastrado por la
desintegración de los partidos dinásticos, y
la Corona se ve implicada en la dinámica de
la política africana: el desastre de Annual
motiva una larga intervención de Besteiro a
comienzos de noviembre de 1921. La
conflictividad social y los enfrentamientos
de clase alcanzan una de las cotas más altas
de nuestra historia reciente con la
explosión del terrorismo barcelonés, en el
marco de una crisis de subsistencias abierta
por el fin del auge especulativo al
restablecerse la paz en Europa. Besteiro se
pregunta por los responsables reales del
terrorismo y condena la aplicación de la
ley de fugas (intervenciones en las
sesiones de 31 -XII-1919, 21-I-1920... ).
Junto con Fernando de los Ríos, Prieto,
Teodomiro Menéndez, Saborit, Alomar y Lairet,
presenta un «Proyecto de ley de bases para
dar satisfacción a las reivindicaciones más
perentorias de las organizaciones obreras,
las clases medias y la conciencia liberal de
España».El régimen se debatía en su
impotencia por solucionar la crisis, pero la
oposición no demostrar la capacidad para
asumir el protagonismo del cambio:
recordemos el fracaso de la «propuesta de
unión, de las izquierdas antidinásticas»
lanzada por Marcelino Domingo en junio de
1921. Y es que las fuerzas socialistas, tras
asistir a un vertiginoso incremento en sus
filas durante los años de auge económico,
sufrían en su carne las consecuencias de la
revolución rusa y de la quiebra del
socialismo internacional. En el congreso
celebrado por el Partido Socialista en abril
de 1921 culminaría la ruptura, al producirse
la escisión comunista. «La diferencia entre
revolución y evolución no existe en el
socialismo», afirmó Besteiro asumiendo la
defensa de los fieles a la II Internacional.
1977 - Reedición de la obra de Julián Besteiro - "Los
Juicios Sintéticos A Priori desde el Punto de Vista Lógico" (1912) en la
Editorial Tecnos - Madrid. Con prologo de Enrique Tierno Galván
1977- Reedición de la obra "Marxismo y Anti-Marxismo"
(1935)
1979 - Primeros Ayuntamientos Democráticos
reconocen la figura de Julián Besteiro
>Inauguración
de CALLES con el nombre de JULIAN
BESTEIRO
AGUILAS - Calle Julian Besteiro
ALCORCON - Estacion de Metro Julian Besteiro
ALICANTE - Avenida Julián Besteiro
ALMERIA - Calle Julian Besteiro
AÑOVER de TAJO (Toledo) - Calle de Julian Besteiro
BARCELONA - Calle Julian Besteiro
BUENOS AIRES - Plazoleta Julian Besteiro
CADIZ - Avenida de Julian Besteiro
CASARICHE (Sevilla) - Calle Julian Besteiro
GIJON - Parque Julián Besteiro
OLIVA de MERIDA - Calle de Julian Besteiro
OLVERA - Calle Julian Besteiro
PLASENCIA - Calle Julian Besteiro
PUERTO REAL (Cadiz) - Plaza de Julian Besteiro
SEVILLA - Urbanizacion Julian Besteiro
TOLEDO - Calle Julian Besteiro
TOMELLOSO - Calle Julian Besteiro
>Inauguración
de CENTROS con el nombre de
JULIAN
BESTEIRO
-Colegio Julián Besteiro de Perales del Río
Centro Cultural - Julián Besteiro de Leganes - Madrid - Avenida Juan
Carlos I - Numero 130
Colegio Publico - Julián Besteiro de Parla - Madrid (1984) -Inaugurado por
José Maria Maravall (Ministro de Educación) y Joaquín Leguina (Presidente de la
Comunidad de Madrid)
Colegio Publico - Julián Besteiro - Perales del Río (Getafe-Madrid)
Colegio Publico - Julián Besteiro de Móstoles (Madrid)
CAI - Centro de Atención a la Infancia "Julián Besteiro" de Talavera de la
Reina (Toledo)
MONUMENTOS
Paseo Primero de Mayo de Jodar (Jaen) donde se encuentra
el Monumento de Bronce a Julián Besteiro - Obra del artista sevillano Juan
Abascal

PARQUE JULIAN BESTEIRO DE CASPE

ASOCIACIONES
Fundacion Julian Besteiro - UGT
Asociacion Civica y Social "Julian Besteiro"
Centro de Estudios Socialistas "Julian Besteiro"
Asociacion de Consumidores - Julian Besteiro - Zaragoza
Asociacion Local de Pensionistas de la UDP- Julian Besteiro - Villareal de
los Infantes
Forum de Formacion "Julian Besteiro" - Hannover (Luis Miguel Oviedo de la
Asuncion)
Circulo Cultural Julian Besteiro - Paises Bajos
1979 - Homenaje a Julián Besteiro en CARMONA
Articulo de El Socialista " Carmona recuerda a Julián
Besteiro" (22 de Octubre de 1979)
1980 - Homenaje a Julián Besteiro en el Ayuntamiento de
Carmona
Intervenciones d LUIS de ZULUETA y RAMON CARANDE
Ramon Carande y Thovar (1887-1986) - Estudia en Madrid
como discípulo de Francisco Giner de los Rios. A traves de la JAE-Junta de
Ampliacion de Estudios estudio en Austria, Inglaterra y Alemania. En
España fue discípulo de Flores de Lemus. Fue Rector de la Universidad de
Sevilla y su obra principal fue "Carlos V y sus banqueros" (1943). Fue
amigo de Julián Besteiro
1982 (18 de Noviembre) - Gregorio Peces-Barba como
Presidente Socialista de las Cortes recuerda la figura de Julian Besteiro
1982 - Eusebio Fernández García - "El pensamiento
político de Julián Besteiro" - En la Universidad Internacional Menéndez
Pelayo - Santander (29 Paginas)
1983 - OBRAS COMPLETAS de Julián Besteiro - Edición y
Presentación de Emilio Lamo de Espinosa en el Centro de Estudios
Constitucionales -
Madrid
1984 a 1997 - De la obra teatral de Canseco a
la novela de Quiñones
1985 - Obra de Teatro - PROCESO a BESTEIRO de MANUEL CANSECO GODOY- Extremeño , nacido en 1941. Fue fundador de la Compañía
"El Corral de la Pacheca". En 1982 fue fundador de la ADE- Asociación de
Directores de Escena de España. Fue también director de la Compañía
Española de Teatro Clásico y del Festival de Teatro de Merida. En 1983 fue
Premio "Tirso de Molina". Autor de
numerosos montajes escénicos entre el que nosotros destacamos su "PROCESO
a BESTEIRO" (1985). En la actualidad es director de la Compañia Manuel
Canseco y del Galileo Teatro (Madrid)
ESCENOGRAFIA de la OBRA PROCESO A
BESTEIRO (1985)
Realizada por LORENZO COLLADO VÁZQUEZ
CUADRO 1

CUADRO 2

CUADRO 3

CUADRO 4

CUADRO 5

FIGURINES de la OBRA "PROCESO A BESTEIRO"
(1985)
Realizados por LORENZO COLLADO
1- JULIAN BESTEIRO

2- DOLORES CEBRIAN

3-MILITARES

4- REPUBLICANOS

5-MILITARES

6- MERCEDES CEBRIAN

7-MILITARES

8-MILITARES

9-GENERALES

CANCIONES de la OBRA "PROCESO a BESTEIRO"
(1985)
Interpretadas por FRANCISCO CURTO
PALABRAS de Manuel Canseco - Director de "Proceso a
Besteiro" sobre FRANCISCO CURTO:
Como moderno juglar de un siglo XX donde la violencia
viene a ser el factor dominante, FRANCISCO CURTO ha recreado con su
calidez y calidad aquellas canciones populares que , hijas de una epoca de
nuestra sociedad, reflejan estéticamente el ambiente alrededor del cual
sucedió en su momento y vuelve a suceder ahora este "PROCESO a
BESTEIRO"
Son CANCIONES POPULARES de la Segunda Republica a
excepcion de la cancion "JULIAN BESTEIRO" compuesta por Manuel Canseco y
musicada por Francisco Curto.
Títulos:
La Plaza De Tanger
El Barranco Del Lobo
Vosotros Caísteis
Dicen Que La Patria Es
Puente De Los Franceses
Hay Una Lumbre En Asturias
Tanto Vestido Blanco
¿Que Será?
El Ejercito Del Ebro
Julián Besteiro
Madre Dicen
Españoles Salid De Vuestra Patria
Santa Barbara
Los Dos Gallos
Ya Sabéis Mi Paradero
Si La Bala Me Da.
CANCIÓN "JULIÁN BESTEIRO" de la OBRA "PROCESO
a BESTEIRO"
Texto de MANUEL CANSECO
Musica de FRANCISCO CURTO
Julián Besteiro que tienes
Julián Besteiro que pasa
que no se oye tu voz
en medio de las Españas
Ay, que mi canto lance al aire
el clamor que hay en mi gente
para que el mundo se entere
de la afrenta de tu muerte
Proceso a Besteiro
De M. Canseco y A. Pérez Mateos. Intérpretes: Manuel Gallardo, Luisa
Sala, Mario Martín, María Jesús Sirvent, Manuel de Bias, Ramón Pons,
Vicente Gisbert, José Jordá, Emilio Guardeño, José Enrique Camacho,
Francisco Ruiz, Héctor Colomé y otros. Cantante: Francisco Curto.
Escenografía: Maite Barrera. Figurines y ambientación: Lorenzo Collado.
Dirección: Manuel Canseco. Patrocinado por Televisión Española,
Instituto de Cooperación Iberoamericana, Ministerio de Cultura,
consejerías de Cultura de Madrid, Andalucía y Extremadura.
MANUEL GALLARDO es JULIÁN BESTEIRO
LUISA SALA es DOLORES CEBRÍAN
ESTRENO - TEATRO PAVÓN - 9 DE ENERO DE 1985
Version Televisiva de PROCESO a BESTEIRO dentro de LA COMEDIA
DRAMATICA ESPAÑOLA (1986)
CRITICA TEATRAL de EDUARDO HARO
TECGLEN - EL PAIS - 12 de Enero de 1986
VIDA de SANTO
Las biografías escénicas tienen una
tendencia a beatificar la figura del personaje representado.
En parte es todavía producto de una simplificación de este
arte en conceptos de buenos y malos; en otra parte,
de una identificación del autor con el elegido y de una
selección de los rasgos mejores de entre la documentación
seleccionada, con repudio de la controversia.En este caso
concreto hay una irradiación de Besteiro, que ya en vida
tenía esta beatificación, esta condición de santón laico;
acrecentada luego por el martirio de un proceso, prisión y
muerte ignominiosos para quienes lo perpetraron. Los autores
Canseco y Pérez Mateos no se resisten a estas tentaciones:
ni siquiera parecen tener el ánimo de buscar otros prismas.
Lo cual perjudica al mismo tiempo la cuestión histórica y la
dramática.
La vida y la obra política de Julián
Besteiro son, por lo menos, cuestiones muy polémicas, que
ofrecen una gran cantidad de puntos de vista y una densidad
de matices sobre el importante tema de la guerra civil y su
final. Para muchos, el gran utópico desconoció la realidad
española, y su odio a la violencia le hizo no creer siquiera
en la que materialmente estaban realizando sus implacables
enemigos, que fueron al final sus verdugos. La infatuación
del hombre de doctrina y fe que intenta neutralizarse,
situarse por encima del bien y del mal, y termina por
condenar con más rudeza su propio bando -en el que está
incluido no ya por decisión propia o por vocación política,
sino por designación de su enemigo- que al adverso suele
ocurrir algunas veces, y a Besteiro le ocurrió.
Desde el centro de una guerra implacable
estuvo negociando con el enemigo y con sus agentes
clandestinos; creyó en la posibilidad de una paz negociada
donde se respetaran, por lo menos, derechos humanos; en la
polémica -guerra dentro de la guerra- de los días finales de
Madrid asumió la postura de la Junta de Casado, que era la
del pacto, frente a la de quienes creían que era necesaria
una resistencia, tanto porque el enemigo estaba muy
claramente definido por sus palabras y por sus hechos, y
practicaría su represión sin ningún comedimiento, como
porque esperaban que la guerra mundial que estaba llegando
cambiaría toda la situación; y aun dentro de esa junta,
Besteiro mantuvo la posición más entreguista, seguro de que
así salvaba vidas y ayudaba por lo menos a la ciudad de
Madrid.
La lección de que el pacto, la
negociación, la concesión, la confianza no sirven de nada y
hasta su propio favorecedor es indiscriminado por los otros
en la represión, mientras algunos de los suyos le consideran
traidor, puede ser algo de un valor permamente e incluso
actual.
Pero todo ello es discutible o polémico.
No viene aquí como juicio de una persona o de una situación
histórica, sino como la serie de posibilidades dramáticas
que tiene, y que se malogran en Proceso a Besteiro
porque la tendencia hagiográfica, como bolandista, de los
autores se lo impide. La exaltación de Besteiro les
convierte en besteiristas antes que en autores dramáticos.
Ello les lleva a una concepción de la obra que parece como
de teatro-documento: tiene los signos externos del decorado
neutro, gris y frío, y de la acumulación de fechas, datos y
textos, pero le faltan las otras versiones documentales de
la controversia: es decir, no presenta más que una parte de
la realidad.
Respeto
El respeto a los textos originales -del
proceso, los testimonios, los discursos- se articula
mediante una dramaturgia entrecortada, de recorte pegado
dentro de la escena principal, lo cual entorpece
notablemente la acción. Un cantante, a un lateral del
escenario, aumenta esta sensación de lo inconexo; y se
consigue que lo que podía ser clima cálido del recuerdo de
canciones revolucionarias o de la resistencia se enfríe
también.La paradoja está en que la falta de pasión aparente
trata de disimular la pasión consecuente por la figura
representada. El término proceso aplicado al título
de la obra es engañoso, como todo lo que sucede: la
representación no es ningún proceso, ningún examen crítico
de una vida y un fragmento de historia, sino que incluye una
abreviatura de las cinco horas de proceso que sufrió Julián
Besteiro.
La representación, dirigida por el
coautor Canseco, encierra naturalmente todos los defectos.
Más que una figura de grandeza patética, el Besteiro que
interpreta Manuel Gallardo es desde el principio un cordero
laico, una víctima designada. Las figuras que se mueven en
torno suyo no son como fueron en la vida real -tenían mucha
más riqueza humana, personal, y estaban en una situación
dramática extraordinaria-, pero tampoco como en el teatro
-es decir, en forma de caracteres-, sino como en las actas,
las actuaciones judiciales, los documentos o los libros.
1985 > Monumento a
Besteiro de JOSE NOJA ORTEGA en Madrid.En la calle del Doctor Arce y Plaza
de Santa Gema


Jose Noja Ortega fue tambien el autor de la estatua de Francisco Largo
Cabellero en los Nuevos Ministerios
1986 - Articulos del ABC (5 de Enero de 1986)
- Memoria de Julián Besteiro
Fermín Solana - "Un hombre honrado"
Antonio Jimenez-Landi - "Sacrificio. Un poema de Julián
Besteiro"
1988 - UGT crea la Fundación Julian Besteiro
1988 (Junio) - UGT crea la Escuela Julián Besteiro como
Escuela Sindical
Imagen de la Escuela Julian Besteiro en la Calle
Azcona.Numero 53 de Madrid
1987 - Rafael Abella - "Julián Besteiro o la Mediación
Fustrada" en la Revista El Ciervo - 436
1988 - Cartas desde la Prisión - Alianza Editorial -
Madrid -Cartas de Julian Besteiro a Dolores Cebrian con una Introducción
de Carmen de Zulueta- Incluye las "Notas" escritas por Dolores Cebrian
1988 - Juan Marichal - "Julián Besteiro: De Cartagena a
Carmona" - EL PAÍS (14 de julio de 1988)
TRIBUNA: JUAN MARICHAL
Julián Besteiro: De Cartagena a Carmona
JUAN MARICHAL 14/07/1988
Las recién publicadas
Cartas desde la prisión
(admirablemente editadas por Carmen de
Zulueta), escritas por Julián Besteiro en el
penal de Cartagena (1917-1918) y la cárcel
de Carmona (1939-1940), muestran la enorme
distancia entre la España de la civilización
liberal y la España. de: la barbarie.
Recordemos que Besteiro era en 1917
catedrático de Lógica de ]la universidad
Central (la actual Complutense) e integrante
del comité de huelga de la UGT y el PSOE, en
cuyas organizaciones se le consideraba
crecientemente como la figura directora de
mayor inteligencia y entereza. Besteiro fue
detenido al empezar la huelga general,
condenado a cadena perpetua y enviado al
penal de Cartagena para cumplirla. Carmen de
Zulueta, confiesa su sorpresa al ver cómo
Besteiro y sus compañeros (Largo Caballero,
Daniel Anguiano y Andrés Saborit) son
alojados y t:ratados en aquel penal, cuyo
director tenía de ayudante a Joaquín
Machado, hermano del gran poeta. Se observa
así cuánto había adelantado la civilización
liberal en España. Abundan en las cartas
referencias a gestos y visitas de personas
muy alejadas políticamente de los cuatro
presos que revelan el ánimo de convivencia
de muchos españoles. Y todo ello confirma a
Besteiro su optimismo y fe en el papel de la
UGT y el PSOE en la modernización de
España.Las cartas de Cartagena revelan,
además, el singular concepto que tenía
Besteiro de la obligación política del
intelectual en la España de su tiempo.
Concepto que tiene para él un preciso origen
en la actitud y las lecciones de su maestro
en la Institución Libre de Enseñanza,
Francisco Giner de los Ríos. Afirma así:
"Sin él difícilmente hubiéramos encauzado
nuestra vida y nuestras energías como lo
liemos hecho". Y el ejemplo de Giner era,
finalmente, el de la entereza en la
conducta, que él mismo, Besteiro, tan
plenamente encarnó hasta el fin de sus
mismos días.
Hace años escuché a un
obrero alicantino calificar de "traidores" a
todos los intelectuales españoles
identificados con la II República que habían
abandonado España al final de la contienda
de 1936-1939. Al pedirle yo que me explicara
el sentido del vocablo traidor en este caso,
me contestó que, en verdad, no se limitaba a
lo sucedido al final de la guerra, porque el
intelectual español se bajaba del carro de
la política en cuanto ofrecía peligros
serios e incluso leves riesgos. Reconocía,
sin embargo, una notoria excepción, la de
Julián Besteiro, admirando particularmente
el que hubiera permanecido en Madrid en las
horas sombrías de marzo de 1939. Esto
explica la veneración del pueblo de Madrid
por Besteiro (antes de 1939), ya que, como
apunta Carmen Zulueta, fue elegido diputado
en febrero de 1936 con el máximo de votos de
toda España. Veneración análoga, digamos de
paso, a la despertada por Tierno Galván
durante sus años de alcalde madrileño.
Mas Besteiro no era, sin
más, un seguidor de su maestro Giner y del
ejemplo de su entereza moral. Había en él un
rasgo propio que lo distinguía de Giner y de
sus compañeros de la Institución Libre de
Enseñanza: su identificación profunda con el
pueblo español: "Estos amigos míos, yo los
quiero mucho y son admirables conmigo, pero
no puedo menos de reconocer que están
terriblemente burgueses". Aunque el origen
institucionista de Besteiro explicaría su
apartamiento voluntario de la dirección de
la UGT y del PSOE en 1934, cuando empezaron
a dominar los partidarios de la violencia.
Desde entonces, hasta el comienzo de la
guerra, Besteiro es una figura solitaria,
símbolo de la civilización liberal. Y ello
explica el número de votos recibidos por él
en febrero de 1936, ya mencionado, y que sin
duda procedían de los madrileños de todas
las clases sociales que manifestaban así su
esperanza de paz y concordia. Besteiro era
ya, en la primavera de 1936, una tercera
España y cabe conjeturar una acción
mediadora suya que hubiera impedido la magna
catástrofe.
De hecho, Besteiro fue
requerido por el presidente Azaña para que
intentara persuadir a Inglaterra de mediar
(o al menos de conseguir una tregua) en el
conflicto español en 1937. No tuvo éxito
alguno su gestión y Besteiro regresó a
Madrid y a sus tareas de ayuda a la
atribulada población de la capital de
España. El final de la guerra en Cataluña y
la dimisión del presidente Azaña (y otros
sucesos posteriores) hicieron concebir
ingenuamente a Besteiro que podría ejercer
una función mediadora o siquiera atenuadora
de las consecuencias que se avecinaban.
Tampoco tuvo éxito y decidió esperar la
entrada de las tropas victoriosas en los
sótanos del Ministerio de Hacienda. Allí fue
hecho preso y allí empezó su calvario.
Condenado a 30 años de reclusión mayor en
julio de 1939, fue trasladado a la prisión
de San Isidro de Dueñas, en la provincia de
Palencia. La tal prisión era un antiguo
monasterio donde se hallaban detenidos
eclesiásticos vascos. Parecía entonces que
el Gobierno caudillista iba a tener
consideraciones especiales con una figura
pública que no había participado en la
guerra y que hasta cierto punto había
facilitado con su enorme autoridad política
y moral el final del conflicto en Madrid.
Pero la vesania de los vencedores de 1939
les hizo cometer la crueldad derecluirlo en
la horrible prisión de Carmona, donde
falleció en condiciones espantosas en
septiembre de 1940. ¡Qué contraste entre el
penal de Cartagena (en 1917-1918) y la
cárcel de Carmona, en 1940! En la España de
aquella monarquía constitucional había
funcionarios de prisiones que se esforzaban
por mitigar la privación de libertad de los
adversarios del Gobierno, mas en 1940 los
verdaderos carceleros eran los dueños
efectivos del poder gubernamental. Uno de
los textos más reveladores de la segunda
parte de Cartas desde la prisión es
el impresionante relato de Carmen Cebrián
(la mujer de Besteiro) describiendo los
últimos días y las gestiones hechas para
intentar salvarlo. Pero todo fue inútil. Uno
de los usurpadores de entonces ha escrito en
sus memorias: "Hemos de reconocer que
dejarle morir en prisión fue por nuestra
parte un acto torpe y desconsiderado". ¿Nada
más que desconsiderado?
Los vencedores de 1939
quisieron borrar de la historia española a
Besteiro como a tantos otros propulsores de
la civilización liberal en este país. Mas no
lo consiguieron y ahí está como un paradigma
de entereza política y moral. Cierto es que
para muchos antiguos defensores de la II
República fue lamentable que Julián Besteiro
diera la autoridad de su voz al triste
episodio de la rebelión del coronel Casado.
Mas en la España de hoy -donde tanto ha
adelantado la civilización liberal- la
figura de Besteiro debe ser admirada como
uno de los grandes hombres de su tiempo que
más hicieron para dar a los españoles fe en
sí mismos y en su capacidad para la
civilización humanitaria. Porque, en suma,
el Besteiro verdadero no es el de su
horrible muerte en Carmona, sino el del
hombre entero de Cartagena, con su firmeza
ideológica y moral. Hay, incluso, en las
cartas de Cartagena alusiones a diversos
intelectuales españoles (por ejemplo a
Ortega) que sorprenderán y disgustarán a no
pocos lectores: mas conviene recordar que
Besteiro era un intelectual dirigente de una
organización obrera y de un partido
político. En conclusión, la historia de
España se ha enriquecido con la publicación
de estas Cartas desde la prisión de
Julián Besteiro.
1990 - 50 Aniversario de la Muerte de Julian
Besteiro
1990 - Homenaje a Julián Besteiro - "Los Intelectuales y
la Política" - Madrid. Organizado por la Fundación Sistema y la Fundación
Jaime Vera
>"Los Intelectuales y la Política" editado por la
Fundación Sistema y Fundación Jaime Vera
>Representación de la obra "Juicio a Besteiro" de
Manuel Canseco en el Teatro Cerezo de Carmona
1990 - María zambrano publica el artículo "UNA
INJUSTICIA" en señal de admiración por Besteiro.
1990 - Joaquin Martinez Bjorkman (1928-2000) - Socialista
Cordobes funda la Asociación de Estudios Socialistas "Julian Besteiro"
1990- Hannover (Alemania) se crea el Foro de Formación -
Julian Besteiro
1990 -
Reedición de "Política y Filosofía en Julián Besteiro" Emilio Lamo de
Espinosa y Manuel Contreras por la Editorial Sistema - Madrid

RESEÑA de la EDITORIAL SISTEMA
Cuando en 1972 se publicó la primera
edición de esta obra, nadie podía aventurar que en 1990 conmemoraríamos el
cincuentenario de la muerte de Julián Besteiro en un contexto que responde
justamente a lo que él hubiera deseado para España. Por ello, podemos decir que
asistimos al triunfo del programa de paz de Julián Besteiro, un triunfo -como él
lo quiso- sin vencedores ni vencidos, sin violencia y sin resentimiento. A los
cincuenta años de su trágica y solitaria muerte en la cárcel de Carmona, es ese
ejemplo de convivencia, tolerancia y perdón lo que perdura, muy por encima de lo
correcto de sus ideas o lo certero de sus estrategias, que son analizadas en
este libro al hilo de su trayectoria vital e intelectual, desde el krausismo
inicial en que se formó con Giner de los Ríos hasta sus últimos debates contra
el radicalismo de Largo Caballero o Araquistáin. Ideas y estrategias que,
observadas desde la atalaya privilegiada del presente, sólo se equivocaron al
ser formuladas con décadas de anticipación sobre su tiempo histórico.
ARTÍCULOS publicados en PRENSA por el 50
ANIVERSARIO
1990 - Articulo de José Luís
Aranguren "Mi recuerdo del profesor" en El Mundo
1990 -
Artículo de Nicolás Redondo "Un hombre honrado" en El Mundo
1990 -
Artículo de Jorge de Esteban "Besteiro o la coherencia etica" en El Mundo
1990 - Artículo de Jaime Pastor "Radical, socialista y
anticomunista" en El Mundo
1990 -
Artículo de Paul Preston "Julián Besteiro, la política y la honradez" en
Diario 16
1990 -
Artículo de Francisco Bustelo "Besteiro y el socialismo de hoy" en Diario
16
1990 -
Articulo de Ricardo Gullón "La distinción de un profesor" en ABC
1990 -
Articulo de Julián Marias "Los últimos tiempos" en ABC
1990 -
Articulo de Jose Prat "El maestro y el politico" en ABC
1990 - Artículo de Alejandro Muñoz Alonso "Besteiro" en
ABC
1990 -
Articulo de Javier Tusell "Realidad y mitos en torno al hombre" en ABC
1990 -
Articulo de Fernando Chueca Goitia " Don Julián en planos cortos" en ABC
1990 -
Artículo de Juan A. de Ceballos "Don Julián en planos cortos" en ABC
1990 - Articulo de Germán Ojeda "Memoria de Besteiro"
recogido en su libro "Asturias Invertebrada" (1991)
1990 - Fundación Francisco Giner de los Ríos -
Exposición: "En Recuerdo de Julián Besteiro"
>CATALOGO de la EXPOSICION
1990 - BILE -Numero 10 (Diciembre - 1990)

Julián de Zulueta - "Julian Besteiro en mi recuerdo"
Gregorio Peces Barba - "En recuerdo de Julián
Besteiro"
Juan Marichal - " La singularidad de Julián
Besteiro"
Emilio Lamo de Espinosa - "El socialismo de Julián
Besteiro"
Crónica - Elvira Ontañón - "Homenaje a Besteiro en
Carmona"
1996 (Diciembre) -
Juan Antonio de la Rica Castedo : "Besteiro: El error
socialista" - Madrid - Gaceta Editorial
1996 - Historia 16 - Numero 134 - "Prisión y Muerte de
Julian Besteiro"
1997 a 2005 - De la asociación Julián Besteiro a la Actualidad
1997 - Se crea en Castiellfabib la Asociacion Civica y
Social Julian Besteiro bajo la presidencia de honor de Juliana
Besteiro
Juliana Besteiro en su residencia de
Castiellfabib-Rincon de Ademuz (Valencia)

1997 - Federico Jiménez Losantos publica en El Mundo (29
de Junio) - "Julián Besteiro: la ética y una cierta estética" . Artículo
que luego recogería en su libro "Los Nuestros"
JULIAN BESTEIRO: La ética y
una cierta estética
Fue captado para el partido por Pablo Iglesias, que le profesaba un
cariño paternal. Se negó a seguir al Gobierno del PSOE en su huida a
Valencia. La última vez que vio a Negrín le dijo: «Le tengo por un agente
de los comunistas». Franco fue mezquino con él al terminar la
guerra.
Estaba predestinado a ser el hombre más importante del socialismo en el
siglo XX español. Pablo Iglesias, consciente de sus limitaciones
intelectuales y, en el fondo, convencido de que tenía que sacar al PSOE
del obrerismo elemental en que se desarrolló durante sus primeros años de
existencia, así lo tenía decidido. Este catedrático de Lógica, cuya vida
familiar es un verdadero culebrón, había sido elegido por el santo laico
del marxismo al principio, para sucederle y mejorarlo. Sin duda, Iglesias
pensaba en él como el primer presidente socialista, de la República o del
gobierno.
Pero Julián Besteiro no fue ni una cosa ni la otra. Después de una
existencia entre plácida y azarosa (acompañada siempre de su medio hermano
Sebastián Castedo, que llegó a ministro durante la dictadura), después de
ser elegido por Madrid como concejal -desde el 18 hasta el 36 sin
interrupción-, después de negarse a seguir al Gobierno del PSOE en su
huida a Valencia, después de ser perseguido por sus propios compañeros, en
especial por Largo Caballero, después de ser el único que, con su siempre
fiel Dolores al lado, se mantuvo junto a sus electores en el Madrid de los
bombardeos y los paseos, sacando a gente de las checas, salvando la vida
de Sebastián y dejando que algunos salvaran la suya, terminó presidiendo
la Junta que dio el golpe de Estado contra el Gobierno del socialista
Negrín. De ser el hombre más respetado del socialismo español se convirtió
en el traidor oficial para la historiografía de izquierdas.
Julián nace en Madrid, junto a la Plaza Mayor, y vive en medio de una
serie complicada de intrigas amorosas, dentro de la más absoluta decencia
pero también con un punto de picardía galdosiana. Lástima que don Benito
no le dedicara a los Besteiro un novelón. Hubiera tratado de dos hermanas
gallegas, María y Peregrina, que casan con dos primos, castellano pasado
por Galicia el uno. Domingo Castedo, que casa con la mayor, María; y
madrileño el otro, José, al que Peregrina viene a buscar a Madrid y caza
con la inapreciable ayuda de su hermana. Pero quiso el diablo que
murieran, con dos años de diferencia, el marido de Peregrina y la mujer de
Domingo y, naturalmente, lo que hizo la hermana menor al poco tiempo fue
desposar al viudo de la mayor. Júntanse así los hijos de ambos matrimonios
y, dada la fertilidad de entonces, Juana Peregrina aportó al matrimonio
cuatro niños vivos de los seis que tuvo, el último de los cuales se
llamaba como su padrino, Julián.
El cruce de afectos y relaciones familiares debió resultar demasiado
fuerte para el joven Besteiro, porque no se le conocieron nunca veleidades
de faldas, entonces admitidas y hasta aplaudidas por la opinión pública si
el veleidoso era varón. En cuanto tuvo ocasión de casarse se jubiló como
conquistador y dedicó todo su tiempo al estudio y a la política. Pocas
biografías, en esto, más aburridas que la suya. Su biografía política es
otra cosa. La clave de sus problemas dentro del partido fue su
participación activa en la gestación de la dictadura de Primo de Rivera.
De la fracasada huelga general de 1917, Besteiro sacó un fruto de
inconmovible moderación. Meses antes del golpe de Estado de Primo de
Rivera, ya se había reunido éste con Besteiro para garantizarle que, a
cambio de un discreto silencio, la UGT se convertiría, tras la persecución
de la CNT, en el sindicato decisivo de España. Primo le dio garantías de
que no se actuaría contra los anarquistas huérfanos de pistola.
Naturalmente, lo que pactó fue con el beneplácito de Pablo Iglesias, Pero
ahí fue donde la rivalidad entre los hijos del Fundador se desató y ya no
hubo sucesor definitivo ni pacto duradero entre los jóvenes lobos del
socialismo español.
Prieto se negó en redondo a aceptar el golpe de Estado. Largo aceptaba
el trato, pero a cambio de ser él quien lo gestionara, y en cuanto a
Fernando de los Ríos -el «Cristo Moerno», como le llamaban en su Granada
natal- tampoco aceptaba que fuera otro catedrático quien administrara la
herencia socialista.
Don Julián tuvo que cargar con el sambenito de querer «convertir a los
españoles en ingleses», por su afán en transformar al PSOE en un partido
semejante al laborista británico. Esa moderación no le impidió escribir
uno de los pocos libros teóricos sobre el pensamiento de Marx publicados
en España antes de la guerra: Marxismo y Antimarxismo, un verdadero
plomazo. Pero como casi nadie había leído a Marx, le permitió mantener su
posición de sabio de izquierdas mientras trataba de llevar el partido
hacia la derecha. Todos los intentos del respetado pero poco atendido
Besteiro se dedicaron a impedir la deriva izquierdista que llevó a la
rebelión contra la República en el 34 y a la deriva bolchevique del 36. Su
fracaso fue completo. Con la salud quebrantada, vio cómo el partido se le
iba de las manos y, después, cómo se dividía entre prietistas y
caballeristas, división a muerte, como se pudo ver en Ecija en un
mitin de Prieto.
Besteiro no se fue: lo echaron. Sus compañeros le llevaron a puestos de
mucha apariencia -como la presidencia de las Cortes- pero poco poder. La
guerra le pilló viejo y enfermo. Por encargo de Azaña, pero también por
iniciativa propia, trató de llegar a un acuerdo con Franco a través de
Inglaterra, aprovechando la coronación de Jorge VI, una misión diplomática
cuando la guerra estaba aún empezando y con Largo en el Gobierno, que
trató de impedirla sin éxito. Pero entonces, nadie, ni fueran i dentro,
quería negociar. El mismo Azaña disimuló su compromiso con él -cosa que no
le perdonó nunca- y pronto vio cómo la dictadura negrinista iba
devorando a sus dos viejos enemigos: primero, Largo; después, Prieto.
Fracasados sus intentos de terminar la guerra por las buenas, horrorizado
por los vaivenes de una familia que se debatía entre un ex ministro de
primo y un ex propagandista de Marx, Besteiro dio el año 39 un paso
decisivo al aceptar la jefatura que le propuso el coronel Casado de la
Junta Militar, que depuso al Gobierno Negrín, en la esperanza de acabar
con el poder comunista y de poder pactar en condiciones honorables con
Franco.
Gracias a un yerno comunista pero no letal, Sebastián pudo huir de
Madrid y pasar la guerra en Barcelona, hasta la entrada de las tropas de
Franco. Pero Besteiro vivió los tres años de matazón intranquilo por la
suerte de su doble familia. Y de la nación. Cuenta uno de sus familiares
que la última vez que vio a Negrín le dijo: «Antes de que le cuenten nada,
quiero que sepa por mí lo que he dicho en la ejecutiva del PSOE. Le tengo
a usted por un agente de los comunistas».
Pero este mismo hombre, capaz de enfrentarse al todopoderoso Negrín y
al PCE, fue el que no quiso dejar a sus electores madrileños abandonados a
su mala suerte, y supo compartirla, con dignidad extraordinaria, hasta el
final.
Para la historia, con mayúscula, queda su imagen, en un sótano del
Ministerio de hacienda convertido en improvisado estudio radiofónico,
dirigiéndose a los españoles para pedirles el final de tanta sangre en
nombre de la Junta de Defensa Nacional. Estaba tan enfermo que, de hecho,
pasaba el día acostado en el camastro de un cuartucho vecino, de donde
sólo lo sacaban para loas alocuciones radiofónicas mientras duró el
combate feroz de comunistas y anticomunistas que realmente dio fin a la
Guerra Civil española. El anarquista Mera, el coronel Casado y algunos
socialistas como Wenceslao Carrillo, el padre de Santiago, rodeaban a
aquel hombre consumido, enteco, febril, aquijotado y angustiado, que supo
asumir, en las peores condiciones, el destino de su patria, cuando ya no
le quedaba destino ni tenía sitio en su patria, si es que de la patria
quitamos la memoria.
Franco fue mezquino con él. El Tribunal Militar no lo condenó a muerte
sino a reclusión perpetua, la fórmula de evitar el paredón. Pero en un
horrible peregrinar cautivo, un viaje dantesco de cinco días, lo mandaron
al penal de Carmona, donde no se daban las mínimas condiciones para que su
quebrantada salud resistiera el cautiverio. Consiguió ver a su mujer y
hasta darle ánimo, mientras su cuerpo se iba consumiendo y su mente
apagando.
Si defectos tuvo, si errores cometió, si no logró nunca su objetivo
político, no cabe reprochárselo sino lamentarlo. Pocos hombres de nuestro
siglo han dejado una impronta de honradez, un marchamo de seriedad, un fin
de vida tan digno como Julián Besteiro en la política nacional. No fue un
gran intelectual, no fue un político afortunado, pero gracias a gente como
él todavía la ética, entonces simplemente decencia, tiene sentido y
significado en el español del siglo XX. Y ello por esa triste imagen
inolvidable, por esa estética agónica de su final político. Esa fotografía
pobre, en sepia y negro, esa imagen macilente bajo el foco y frente al
micrófono pidiendo la paz, es, ni más ni menos, la imagen de la ética
cuando vienen mal dadas, cuando ya no hay lugar para otra estética que la
de la
compasión.
BESTEIRO visto por el dibujante MORALES (acompañando el articulo de
Jimenez Losantos)

1997 - Agrupación Socialista de Carmona recibe el nombre
de Agrupación Julián Besteiro
1997 -
Javier
Quiñones escribe el libro "Años Triunfales". Fue Premio Ciudad de Barbastro -1997. JURADO estaba presidido por el Catedrático de Literatura
Española José Carlos MAINER (Universidad de Zaragoza) y fue seleccionado
entre mas de 100 candidatos - Segun Mainier la novela narraba "uno de los
episodios mas siniestros y reveladores de la inmediata posguerra española,
que hara que pensar a los que vivieron y conocieron la guerra civil" El
Premio estaba dotado con 1 Millón de Pesetas - El Titulo esta tomado de un
Poema de Jaime Gil de Biedma y abarca desde el 28 de Marzo de 1939 cuando
Julián Besteiro es detenido en los Sótanos del Ministerio de Hacienda al
27 de Septiembre de 1940 cuando Julián Besteiro fallece en la Cárcel
Franquista de Carmona con un punto de inflexión el 8 de Julio de 1939 que
es cuando empieza el JUICIO contra BESTEIRO. El Libro se divide en dos
partes: EL RUIDO sobre el Hombre Publico y EL SILENCIO sobre el Ser
Humano
JAVIER QUIÑONES
Licenciado en Filologia Hispanica . Profesor de Lengua y
Literatura en un Instituto de Bachillerato y NOVELISTA. Trabaja sobre dos
personajes vinculados al Partido Socialista como eran Max Aub y Julián
Besteiro . Sobre el primero edita "Enero Sin Nombre" y sobre el segundo
compone "Los Años Triunfales" con un breve prologo de Camilo Jose Cela .
En el 2003 lo encontramos dando una conferencia sobre la AMISTAD entre
Camilo Jose Cela y Max Aub. Cela y Aub se conocieron en 1935 y no se
volvieron a reencontrar hasta 1972, sin embargo mantuvieron una
comunicación espistolar de 1957 a 1972
1998 > Articulo de Antonio Burgos " Don Julian Besteiro
en la Feria de Sevilla de 1933"
En el
espacio, desde la feria de Sevilla en el Prado de San Sebastián hasta la ciudad
de Carmona, calculo yo que puede haber 30 kilómetros. Pero en el tiempo, desde
la feria de Sevilla a Carmona hay siete años. Sobre todo si ese tiempo se toma
como fondo del retrato abrileño de don Julián Besteiro, y se hace desde la
caseta de la feria de 1933 donde el entonces presidente de la Cortes es
agasajado por unas sevillanas vestidas de flamencas y pintadas y peinadas con la
moda de aquellos años. Cualquiera de las muchachas que da una caña de manzanilla
a Besteiro puede haber sido elegida "Miss República" pocos días en la Peña
Ferroviaria de la Alameda de Hércules. Ahora están con sus peinecillos, con sus
mantones, con sus trajes de volantes, unos de organdí, otros de percal, unos de
lunares, otros liso. Algunas llevan sobre la frente el mismo rizo de Estrellita
Castro, de Antoñita Colomé. Aún no se ha puesto de moda la permanente abisinia,
porque Mussolini todavía no ha invadido Etiopía y los fascismos no son una
amenaza, en esta mañana sevillana de feria, pianillos, cañas de manzanilla,
pocos caballistas y mucho pueblo dentro de las casetas, que va visitando don
Julián con sombrero y chaleco, todo un caballero del socialismo, la burguesía
republicana que sigue afirmándose en la feria, frente a la imagen de una Sevilla
de quema de iglesias y tranvías volcados en las huelgas generales.
Sobre el fondo de
esta triste alegría de la sonrisa del atildado Besteiro en la caseta, Carmona
está a unos treinta kilómetros, y a siete años. Siete años es el tiempo que
separa esta foto de la otra fotografía que nunca hizo Serrano ni está en ninguna
hemeroteca: la fotografía de la muerte de Besteiro en la cárcel de Carmona,
preso de los vencedores nacionales, Año de Victoria, per también Año de la
Derrota de la sonrisa de las muchachas que dan la caña a don Julián. Siete años
más tarde, probablemente, estas muchachas, cuando sea abril en el riá pitá de
todos los palillos que van por la calle San Fernando desde los corrales de San
Julián o de Triana, ya no tendrán el cuerpo para alegría. Habrán, quizá,
cambiado el mantoncillo de flecos de seda por el negro mantón del luto. Habrán
pasado siete años de España por Sevilla, con una rastra de filas de presos en
Ranilla, de cartas que anuncian a las madres que el muchacho del Regimiento
Granada 34 ha dado valerosamente su sangre por la Patria, ante los enemigos de
Dios, en el frente del Ebro. En siete años quedará quizá tiempo para ver una
foto de don Julián Besteiro en la cárcel de Carmona, con sus compañeros de
presidio, los curas nacionalistas vascos que Franco, tan católico, tan de bajo
palio, ha metido entre rejas.
Pero en aquella
primavera roja, amarilla y morada, nadie preguntaba cuánto quedaba para llegar a
la cárcel de Carmona. Quizá le contaran a don Julián, en El Machacante, o en Er
77, o en Licondi, o en El Gazpachuelo, aquel chiste de Agustín López Macías
"Galerín": que, con la República, ya no había que decir "el Real de la feria",
sino "el republicano de la feria". El republicano de la feria era, por el
antiguo real, cualquier sevillano, con corbata de lazo o con la corbata quitada,
castizamente, con el cuello de la camisa muy abrochado, el sombrero de ala
ancha, el clavel en la solapa. Sevilla siempre está con lo que hay. Después de
la huelga de cofradías del año pasado y de La Estrella Valiente, los partidos
republicanos burgueses se empeñan en dar a España una imagen de normalidad de la
"Sevilla la Roja" de los partidos obreros y de los sindicalistas, la del cañoneo
de Casa Cornelio y el asesinato de Pedro Caravaca.
Todo es como
siempre, primavera republicana. Pero cuando hayan pasado apenas diez años, este
mismo albero recibirá con corte de caballistas al general que ahora está con la
República que representa Besteiro y que un día de julio, dentro de tres años, se
sublevará en armas contra ella. Paseará por la feria como Caudillo de España por
la gracia de Dios, y "la gracia de Dios" parecerá el título de un pasodoble
taurino que suena en la plaza de los toros, donde a la tarde va Besteiro, una
corrida del ex-marqués de Villamarta que torean Marcial Lalanda, Manolo
Bienvenida y Domingo Ortega, que es de los nuestros, como Juan Belmonte,, de los
que defendemos esta República de Trabajadores y de niñas vestidas de flamenca
que están cantando ahora unas sevillanas que dicen que ya vienen por el llano
los migueletes. Los migueletes tardarán aún tres años en llegar al micrófono de
Radio Sevilla. Y tres años más para oír la sentencia a pena de muerte de quien
hasta el último momento ha defendido el Madrid republicano y no ha querido, como
tantos, coger el olivo del avión y el asilo diplomático en el México del
presidente Cárdenas. Estamos a siete años de la triste muerte en la cárcel de
Carmona de este caballero del socialismo que ahora está en la feria, con
sombrero flexible y chaleco, un señor, más señor que muchos ex-marqueses y
ex-condes. Suenan las sevillanas, corre la manzanilla, pasan los caballos. Nadie
sabe que por el llano de los fascismos de Europa ya vienen los migueletes...
Besteiro en la feria de abril de Sevilla de
1933, visto por Idígoras y Pachi

1998 (FEBRERO) - Publicación del Libro "AÑOS TRIUNFALES"
de Javier Quiñones por la EDITORIAL ALBA y con un Breve Prologo de CAMILO JOSE CELA - Premio Cervantes y Premio Nobel de Literatura > "Años
Triunfales deja el regusto amargo de una época gris y sombria (...)No es
bueno hurgar en las viejas heridas, bien lo sé, pero aún menos lo es
dejarlas cicatrizar en falso"

PRESENTACIONES del LIBRO (1997):
>MADRID a cargo de Alfonso Guerra eb el Circulo de
Bellas Artes
>BARCELONA (15-4-98)a cargo de Raimon Obiols en la
Libreria CRISOL
>ZARAGOZA (16-4-98) a cargo de Juan Alberto
Belloch en la Biblioteca de Aragon
>BARBASTRO (17 de Abril) en la UNED
>SEVILLA a cargo de Alfonso Guerra - En la Libreria
Antonio Machado
>CARMONA - Dentro de la Inauguracion de la Sede
Socialista
RESEÑA BIBLIOGRÁFICA de
la EDITORIAL ALBA
COMENTARIOS sobre el LIBRO de JAVIER QUIÑONES
>Angel Huguet (11-3-98) en Diario de Aragon
>Francisco Velez Nieto (21-3-98) en
Sevilla-Infromación
>Josep Maria Huertas (31-3-98) en El Periodico de
Catalunya
>Miguel Mena (28-3-98) en El Periodico de Aragon
>Gregorio Garcia (2-4-98) en Madrid-16
>Ignacio Martinez de Pisón (11-4-98) en El
Pais-Cataluña
>Mariano Garcia (30-4-98) en Heraldo de Aragon
>Joaquim Parellada (Septiembre-98) en Quimera
ENTREVISTA a JAVIER QUIÑONES
>Tino Pertierra (18-4-98) en Levante-El Mercnatil
Valenciano
FRAGMENTO de la OBRA - Traslado de Julian Besteiro a
CARMONA
Aquel insólito paréntesis en una España desgarrada por la
venganza duró poco. No era la vida saludable, la lectura y el contacto con
la naturaleza lo que el nuevo régimen destinaba a sus presos. El día 30 de
agosto, tras una verdadera odisea, Besteiro y los sacerdotes vascos
llegaron a Carmona, en la provincia de Sevilla, en cuya prisión local
fueron literalmente arrojados, después que hubieran trasladado a Sevilla a
los presos de la localidad. «El viaje es largo y hemos llegado bastante
cansados. Mañana te escribiré más despacio. Lo que he visto de la ciudad
es muy pintoresco», esa era la versión escueta que Besteiro dio a su
esposa en una postal escrita apresuradamente el día 30. Habían salido de
Dueñas el lunes 28 a las cinco de la tarde y llegaron a Carmona el
miércoles 30 a las siete de la tarde, en unos camiones que los llevaron
desde Guadajoz, donde habían bajado del tren. El padre Ugarte, uno de los
curas vascos que acompañaron a Besteiro, dejó escrita una versión más
completa del viaje que nos muestra un cuadro de la España negra de 1939
El padre Ugarte escribe del teniente al que, con catorce guardias civiles,
le encomendaron la misión de llevar a los presos desde Dueñas hasta la
estación del Norte, en Madrid, en que un nuevo pelotón se haría cargo de
los presos, del desconcierto del teniente al llegar a Madrid, a las ocho
de la mañana, y comprobar que nadie sabía de él ni de sus presos¡ de cómo
cargó a los presos en dos camiones que recorrieron de punta a punta la
ciudad, tratando de encontrar una cárcel para ellos y de cómo, «recorridas
en vano todas las prisiones de la capital y habiéndose llamado a andanas
la Dirección General, decidió continuar el viaje llevándonos acto seguido
a la estación». Entre tanto,«pudo contemplar atónito el pueblo de Madrid
el ir y venir de dos camiones abiertos y exhibiendo una extraña mercancía:
catorce carmelitas, un pasionista y varias decenas de sacerdotes rodeando
al ex presidente de las Cortes Constituyentes». En aquella espera,
«nuestra libertad de movimientos durante las horas que faltaban para la
salida del tren fue absoluta. Hubo varios que, en busca de melones, se
adentraron por las calles hasta perderse de vista. Los más anduvimos entre
el andén y el bar luchando a golpe de refrescos inocuos contra un sol de
justicia, mientras don Julián sentado estoicamente en un rincón del vagón
esperaba meditando, sin duda, en el homenaje silencioso de tantas gentes
que, al reconocerlo, no habían podido reprimir un gesto de adhesión
emocionada y dolorida. Fue un detalle que se me metió muy adentro, pues
aquellas caras trascendían más a devoción religiosa que a partidismo
político».
Aquella experiencia, que para los sacerdotes vascos constituyó una
«aventura veraniega» que el padre Ugarte relata con un punto de humor
negro, para Besteiro debió representar un episodio amargo Y una
humillación añadida. En aquel ambiente de aventura veraniega, continúa el
sacerdote cronista, «solo nos faltaba un elemento para sentimos felices:
la cerveza. Dada su escasez, estaba reservada, seguramente, para ciertos
jerarcas Y era inútil insistir a unos camareros que se sabían el disco de
memoria: "no hay". El disco se fue repitiendo hasta que al llegar al
mostrador alguien pensó: estos nos han tomado por curas del montón...
¡Oiga!, somos curas presos. Con nosotros viene D. Julián Besteiro, ¿no
podría usted darme una cerveza para él? Ni el "Sésamo ábrete" de Alí Babá
hubiera superado en eficacia a semejante talismán. Como por arte de magia,
los camareros se liaron a cometer delitos de «auxilio a la rebelión» y la
cerveza corrió a caño libre». Besteiro, recluido en un rincón del vagón,
renunció a hacer llegar a su casa la noticia de que se encontraba allí
para que fueran a estar con él. Prefirió evitarles el mal rato y
permaneció allí hasta que, a las 18.45 de la tarde, salió el tren para
Carmona. Días después, escribió a Dolores: «Ya me temía yo que llegase a
ti la noticia de nuestro paso por Madrid. Es la cosa un poco difícil de
explicar. Pero prefería no verte aun estando tan cerca y habiendo pasado
tantas horas en Madrid, tan cerca de vosotros».
Las condiciones de aquel antro eran deplorables. No había camas, salvo si
la traían los presos, y Besteiro hubo de dormir en el suelo de una enorme
cripta, cubierta por una bóveda de arcos cruzados, sobre una piel de
cordero que le dejó el médico de la prisión. Sin embargo, en su
correspondencia, se esfuerza por ocultar estos datos y no añadir más
preocupaciones a las muchas que tenía su esposa. «Lo mejor que hay aquí es
la fruta (uvas, melones, sobre todo) de la cual hago un gran consumo. Una
de las ventajas de aquí es que la prisión tiene un médico que viene todos
los días -poco tardaría en comprobar que aquel médico no era una ventaja
para la cárcel- y se interesa por los reclusos»39. «El régimen se parece
más al de Madrid que al de Dueñas. El edificio está en la población y no
hay más comunicación con la Naturaleza que la atmosférica, por medio de un
patio en el cual hacemos la mayor parte de nuestra vida. Las provisiones y
toda la relación comercial se verifica por una especie de mercadillo a
través de una reja (...). Por esa reja venden la fruta, los huevos, la
caza (...). Mis compañeros, grandes organizadores, corren con la compra y
preparación de la base de la alimentación que es común. Después cada
individuo o grupo de individuos, añade lo que quiere» 4°. Además, en los
primeros meses pudo contar con la valiosa ayuda de Carmelo Antomás, un
compañero preso, que hacía las veces de ordenanza: «Yo tengo un ordenanza
que es un lince y me resuelve muchos problemas prácticos para los cuales
confieso que estoy mal dotado. La reglamentación de la vida es la general
de las prisiones. Así, la comunicación es el domingo; hay doble reja. La
expedición de cartas es el miércoles». Poco a poco le fue comunicando la
realidad en que se encontraba: «¿Cómo quieres, Lolita -le decía el 14 de
noviembre-, que cuando la cosa no tenía remedio te fuese a notificar que
dormía en el suelo?». Cuando los curas vascos recibieron los colchones y
camas que habían dejado en Dueñas, uno de ellos, el padre Ganchagui, le
cedió el suyo a Besteiro. Más tarde, le prestaron una cama de hierro, de
manera que, mes y medio después de su llegada, podía dormir en cama. Con
el fin de devolver el colchón a su dueño, pidió a Dolores que le enviara
uno junto con una almohada. Entonces pudo contarle las penalidades por las
que había pasado.
Lo cortés y lo valiente
Por Julián Marías, de la Real Academia Española
Publicado en el diario ABC de Madrid, el 29 de enero de 1998
Uno de los hombres más corteses y mesurados que he conocido,
exquisito de gesto y lenguaje aun en las circunstancias más difíciles, y a la
vez de los más valientes, con valentía civil y no agresiva, fue Julián Besteiro,
a quien tan pocos parecen admirar, ni siquiera recordar. Uno de mis libros de la
serie «La España real» llevaba esta dedicatoria: «A la memoria viva de José
Ortega y Gasset y Julián Besteiro». Me sorprendió que nadie, en ningún
comentario, recogiese esa cita, ni siquiera se sorprendiera de que en ella se
unieran esos dos nombres.
1998 - Transmediterranea compra el Buque - Julián
Besteiro que pasaría a llamarse "Ciudad de Malaga "
1998 (4 de Octubre)- Presentacion Publica de la
Asociacion Julian Besteiro
1998(4 de Octubre)- La Asociacion Julian Besteiro
presenta el libro de Javier Quiñones en Valencia en CRISOL
El Acto fue inaugurado por Juliana Besteiro,
Presidenta de Honor de la Asociación que contaba con el apoyo de sus
hermanos Ernestina y Emilio, todos ellos sobrinos-nietos de Julián
Besteiro - La Presentacion corrio a cargo de Manuel Civera, presidente de
la Asociación e intervinieron Javier Paniagua quien diserto sobre "Tres
Vertientes de Julián Besteiro: Cultural, Política y Sindical" y Javier
Quiñones que hablo sobre su LIBRO y las circunstancias de la Prisión y
Muerte de Julian Besteiro.
INTERVENCIÓN DE JAVIER QUIÑONES - RESUMIDA EN SU BLOG "DE AHORA
EN ADELANTE" (2009)
Mi interés por la
figura de Besteiro se remonta a los primeros años de la transición, cuando
empezamos, los que entonces teníamos veintipocos años, a descubrir tantos
aspectos de nuestro pasado que nos habían sido ocultados. A mí me llamó siempre
poderosamente la atención la actitud de Besteiro, quien tuvo el coraje y la
entereza moral de quedarse en España y no marchar al exilio. Besteiro fue
detenido en los sótanos del Ministerio de Hacienda de Madrid el día 28 de marzo
de 1939. La tarde-noche del 29 de marzo ingresó en la cárcel de Porlier, de tan
infausta memoria, hoy colegio privado de los Salesianos, después de haberle sido
tomada declaración por parte del juez militar encargado de las diligencias
previas en el proceso sumarísimo abierto contra él y contra Rafael
Sánchez-Guerra, asesor político por entonces del coronel Segismundo Casado.
¿Por qué no se marchó al exilio Besteiro cuando tan fácil le hubiera sido
hacerlo? La respuesta no es fácil, pero creo que Besteiro se quedó en España por
coherencia política, por integridad moral y para dar una suerte de lección ética
a todos aquellos que en los últimos años de su vida le habían calumniado y hasta
ridiculizado acusándole de haber pactado previamente con la “quinta columna” las
condiciones de su estancia en la España nacionalista, obteniendo la promesa de
que su vida sería respetada. Los hechos, desde luego, desmintieron
dramáticamente esas voces injuriosas, que tienen nombre y apellidos, algunas aún
vivas y casi todas agrupadas bajo la misma bandera. Hay quien ha escrito, sin
embargo, bien recientemente, que se quedó por “orgullo suicida”, casi como un
ingenuo incauto. Sin medir, como quien dice, el alcance de sus actos.
Del mismo modo, la participación de Besteiro en el Consejo de Defensa fue un
hecho extraordinariamente controvertido que ha dado lugar a muchas
interpretaciones, no todas respetuosas ni justas, es necesario decirlo; la que
roza lo inadmisible es la que insinúa “insania mental” en Besteiro al aceptar
participar en el Consejo. ¿Por qué aceptó Besteiro colaborar con el Consejo?
Probablemente porque pensó que con su prestigio y moderación podía contribuir a
negociar las condiciones de una paz que fuera la paz de la reconciliación y no
la paz de la victoria. En eso es obvio que se equivocó; pero no debe achacarse a
él el error, sino a la falta de magnanimidad de los vencedores y a su poco
sentido del Estado, pues prefirieron, con injustificable ceguera histórica, la
vía de la represión, de la eliminación física del adversario, aun siendo
conscientes de que abrían heridas que dejarían huella perenne en la sociedad
española; Besteiro lo advirtió con toda claridad: “Pensar en que media España
pueda destruir a la otra media, sería una nueva locura que acabaría con toda
posibilidad de afirmación de nuestra personalidad nacional o mejor, con una
destrucción completa de la personalidad nacional.” El fracaso de Besteiro, pues,
es el fracaso de todos los españoles que aún creían posible la concordia y la
reconciliación.
Lo que sucedió a
partir del momento en que Besteiro tomó la decisión de no marchar al exilio, es
una historia que, como escribió Miguel Mena en El Periódico de Aragón,
merecería figurar, con permiso de Borges, en la historia universal de la
infamia. Los hechos narrados en mi novela parten de ahí, de la decisión, nunca
del todo bien entendida, de Besteiro de permanecer en España.
Podría decir que, aunque conste de siete capítulos, la novela se divide en dos
partes: el ruido y el silencio.
El ruido se arma en torno al hombre público, al dirigente socialista, al
político, al expresidente de Las Cortes, al catedrático de Lógica de la
Universidad de Madrid: primeras declaraciones, trasiego de cárceles, designación
del abogado defensor, Ignacio Arenillas de Chaves, aceptación de éste, idas y
venidas de la mujer, Dolores Cebrián, aportando documentos para la defensa, las
esperas a pleno sol para poder visitarle en la cárcel del Cisne, el juicio, el
discurso de dos horas y media del fiscal militar, Felipe Acedo Colunga, la
petición efectuada por éste de pena de muerte porque “las ideas del procesado
habían hecho mucho daño a España”, la deliberación del Tribunal, presidido por
el general Manuel Nieves Camacho, la comunicación de la sentencia: cadena
perpetua sustituida por treinta años de reclusión mayor por el delito de
“adhesión a la rebelión militar”, el rechazo del recurso presentado por el
abogado. Después, el silencio, la soledad, el desamparo. Después el hombre de
carne y hueso, casi un anciano a los sesenta y nueve años de su edad, con la
salud profundamente quebrantada, enfrentándose como un héroe trágico a la
adversidad de su destino, al último acto de una vida que las circunstancias
convirtieron en tragedia. La historia se fue volviendo triste y los Officium
Deffunctorum de Tomás Luis de Victoria ponían la melodía melancólica y
sombría a la agonía de un hombre desamparado y abandonado a su suerte en una
oscura celda de una destartalada y obsoleta prisión de una pequeña y hermosa
ciudad del Sur.
Después, la amargura, los sinsabores, la derrota, los quebrantos, la soledad de
las prisiones, la angustia y otra vez el silencio, la enfermedad, la negligencia
de un médico que equivocó en su terquedad el diagnóstico e impidió el traslado a
un hospital-prisión cuando era evidente para todos menos para él la gravedad
extrema del enfermo, y, finalmente, la muerte; y poco antes de morir estas
palabras: “Muero siendo socialista. Cuando la libertad en España vuelva a hacer
a los hombres libres, quiero que mis restos sean envueltos en una bandera roja y
enterrados al lado de la tumba del que fue mi maestro: Pablo Iglesias.”
Es cosa sabida que la historia la escriben los vencedores, y a nadie deben
extrañar, por tanto, ni las tergiversaciones, ni los olvidos, ni los cuentos
vueltos del revés de la historia “oficial”; sin embargo, la verdad de los hechos
acaba siempre por imponerse, aunque sea a destiempo. Han transcurrido más de
sesenta años desde que sucedieran los tristes acontecimientos de que en la
novela se da cuenta. Hoy su protagonista ocupa el lugar en la Historia que le
corresponde y es un referente necesario en la memoria histórica colectiva, a
pesar de quienes no escatimaron esfuerzos para emborronar su buen nombre y de
quienes le persiguieron hasta después de muerto, negándole el derecho a ser
enterrado en Madrid, como era su explícito deseo. ¿Quién se acuerda hoy de Acedo
Colunga o de los generales que lo juzgaron y lo condenaron?
Tantos años
después, una plaza, en el lugar en que se levantaba la cárcel, lleva su nombre y
apellido en la ciudad que le vio morir de modo tan menesteroso como injusto. En
un rincón olvidado de lo que fue cementerio y hoy es campo de fútbol, la maleza
inunda los restos de la bóveda del nicho que le sirvió de ignominioso lecho de
muerte durante veinte largos años. Una tarde de junio, de hace doce años, para
sorpresa de futbolistas y árbitro, dejé un ramo de rosas blancas entre medio de
la maleza. Después, luchando a brazo partido por desterrar la melancolía, no
pude hacer otra cosa que escribir este libro.
1998 - Paul Preston "La tragedia de un pacifista en la
guerra" en "Las tres Españas del 36", Editorial Plaza Janés -
Barcelona
PRESENTACIÓN DEL LIBRO EN MADRID
Julián Besteiro.- Al político
socialista le considera Un pacifista en la guerra. «No quiso saber nada de la
guerra, se retiró a una especie de exilio interior, pero luego colaboró con la
Junta de Casado, que provocó una pequeña guerra civil en el lado republicano».
EL PAIS
Paul Preston gana el primer premio Así Fue con nueve biografías
de figuras de Ia guerra civil
El historiador británico obtiene el galardón de no ficción con
mayor dotación económica
M. Á. V. - Madrid - 14/01/1998
1998 - Conferencia de Paul Preston sobre Julian Besteiro
en la Residencia de Estudiantes
ARTÍCULO DE EL PAIS - PAUL PRESTON DESCRIBE LA "TRAGEDIA
PACIFISTA" DE BESTEIRO
Paul Preston describe la "tragedia pacifista" de Besteiro
FIETTA JARQUE, - Madrid - 06/02/1998
El hispanista británico Paul Preston hizo ayer en la
Residencia de Estudiantes de Madrid un relato riguroso y
humano de la trágica experiencia de Julián Besteiro durante
la guerra civil española en una conferencia titulada
Julián Besteiro, un pacifista en la guerra. Besteiro
(Madrid 1870-Carmona 1940), que presidió las Cortes durante
la II República y fue uno de los principales dirigentes del
PSOE, defendió desde publicaciones como
El Socialista
o
Democracia sus tesis reformistas en contra de las
posturas más radicales de otros socialistas.
Según Preston, Besteiro no se sentía demasiado cómodo con
el Gobierno de la República. "Él pensaba que todavía no era
el momento de que la clase obrera llegara al poder", dijo el
historiador. "Durante la guerra civil rechazó reiteradamente
el exilio y siempre mantuvo que su lugar estaba cerca de sus
electores", continuó Preston. "La obsesión de Besteiro fue
la de llegar a un temprano acuerdo de paz".
Su desconfianza hacia Largo Caballero y el posterior odio
anticomunista que despertó en él el Gobierno de Negrín lo
mantuvieron en esos años en una posición escéptica y,
sumamente crítica. Besteiro demostró su "derrotismo y hasta
su irresponsabilidad", según Preston, "al considerar que en
el desenlace de la guerra una victoria comunista
significaría el aislamiento de España; siendo funesto,
guardaba la esperanza de una recomposición social".
"Besteiro se convenció de que si no obtenía el apoyo
civil para su Gobierno, quizá debía buscar apoyo militar".
Su participación en el Consejo Nacional de Defensa del
general Casado lo llevó a aceptar el Ministerio de Asuntos
Exteriores. Debilitado física y mentalmente por la
enfermedad y las carencias, Besteiro se instaló en el sótano
del ministerio, donde finalmente fue arrestado por las
tropas franquistas. "En esa época, sorprendentemente,
Besteiro era presa de un optimismo inusitado", relató
Preston. "Una mezcla de ignorancia y arrogancia lo llevaron
actuar como si desconociera los fusilamientos y la represión
de los franquistas".
"Orgullo suicida"
Su inexplicable ingenuidad lo llevó a pensar que Franco
protegería a los republicanos que se quedaron para ayudar a
la reconstrucción de España. "Hay que reconocer que Besteiro
fue el único republicano de relieve que prefirió quedarse al
lado de sus electores", al extremo de un "orgullo suicida",
afirmó Preston.Después de un juicio con acusaciones
absurdas, encarcelado y enfermo, fue trasladado a la cárcel
de Carmona, donde murió un año después de acabada la guerra.
"Su crimen fue haber hecho aceptable el socialismo por dar
una versión moderada de ello. Su sacrificio al someterse a
la brutal venganza de los vencedores no fue entendido por
los socialistas. Su dignidad, humanidad y coraje frente a la
injusticia de Franco deben ser reconocidos", concluyó
Preston. "Su tragedia fue que, perdida su fe en la República
y en el socialismo, depositó su fe en su verdugo".
1998 - EXPOSICIÓN sobre Julian Besteiro en la Sede de la
Escuela Julian Besteiro de Madrid organizada por la Escuela Julian
Besteiro-UGT > Inauguracion el 17 de Febrero con la presencia del
Presidente del Congreso Federico Trillo, el poeta Felix Grande y los
dirigentes de UGT, Candido Mendez (Secretario General) y Luciano Gonzalez
(Secretario de Formacion) - 10 Aniversario de la Fundacion Julian Besteiro
-Catalogo de la Exposicion : "Julian Besteiro: su vida y
su obra"
1999- J.M. Ruiz Alonso "A contracorriente . El primer
Besteiro profesor del Instituto de Toledo" en Biografias y Semblanzas de
Profesores, IES EL Greco - Toledo
1999- La UGT crea los Premios Julian Besteiro de las Artes y de las Letras
Imagen del Premio Julian Besteiro de
la UGT
2000 - Manuel Rico Lara : "Proceso, Prision y Muerte de
Julian Besteiro" en Semblanza (Paginas 55 a 59) de la Revista Claves de la
Razon Practica - Numero 107
2000 -
Ciclo - LA CULTURA como EJE de la TRANSFORMACION SOCIAL - Intervención de
NICOLAS REDONDO cenntrada en JULIAN BESTEIRO
2001 -M. Cortés Valenciano "La trayectoria intelectual de Julian Besteiro profesor del Instituto de Toledo (1899-1912)" en Alminar -
Numero 6 - Revista del Profesorado - IES El Greco - Toledo
2001 - Articulo de Candido Garcia Riesgo - "Julian
Besteiro, socialismo ejemplar" en La Nueva España - Oviedo ( 29 de
Septiembre)
2002 - IV PREMIO JULIÁN BESTEIRO DE LAS ARTES y las
LETRAS a ALMUDENA GRANDES
2002 -
Exposición EXILIOS de la Fundación Pablo Iglesias
"Exilio.
Reflexiones en torno a una exposición" de Matilde Donaire Pozo
Hay otras fotografías impresionantes, como la del
entierro del Presidente Don Manuel Azaña, o la de Don Julián Besteiro en
la cárcel de Carmona. De este gran hombre tengo el testimonio directo que
nos transmitió un fraterno amigo, Don Gabriel Valero, médico en Carmona,
que igualmente allí encarcelado fue testigo de su sufrimiento y ejemplar
vida en la cárcel. Murió Besteiro sin poder tener el consuelo de que,
antes de morir, autorizaran la visita de su mujer. Una inútil crueldad.
Otro testimonio sobrecogedor sobre la muerte de Besteiro lo
recojo del libro de Don José Jiménez Lozano titulado Los cementerios civiles y
la heterodoxia española, en el que se citan dos importantes obras sobre su vida:
El proceso de Julián Besteiro, de Ignacio Arenillas (Editorial Revista de
Occidente, 1976) y Republicanos de catacumbas, de Régulo Martinez (Ediciones 99,
Madrid 1999). De ellos transcribo estos comentarios, en los que queda bien
reflejada la personalidad ética de Besteiro: en sus días de cárcel y enfermedad
leía asiduamente la Biblia, algunos de cuyos libros, decía, aconsonantan
perfectamente con el estado desilusionado de mi espíritu", y comentaba a sus
compañeros sacerdotes vascos, presos junto a él, el Libro de la Sabiduría "con
tanto acierto y un talento tan agnóstico exento de cualquier dogmatismo, que les
pareció más conveniente darle las gracias y dejarle en su lectura porque abría
brecha en sus convicciones.
Tras su muerte, tuvo un entierro muy singular ya que estuvo
presidido por un sacerdote católico en completa comunión canónica con la
Iglesia, el párroco de la Iglesia de Santa María de Carmona, quien a la vuelta
del cementerio comentó: caso único en la historia española el que un
sacerdote católico presida un entierro civil; pero es que ese hombre tan valioso
y tan ejemplar lo merecía, y de seguro ha sido acogido en su piadoso seno por el
Señor (Régulo Martinez, ob. cit., página 92).
Un amigo sacerdote ha averiguado el nombre de este párroco,
que no era un joven precisamente: Don Juan Coronil Gómez. ¡Cuántos sacerdotes
valientes como éste hubieran hecho bien en aquellos días aciagos en los que los
perseguidos se vieron tan desprotegidos -cuando no atacados- por los ministros
de la Iglesia!
2002-Santiago MUÑOZ MACHADO
- Los grandes
procesos de la Historia de España, Editorial Crítica, Barcelona, 2002, 533
págs.
Del período
franquista destaca Santos Juliá, como emblemático juicio político, el
Consejo de Guerra de Julián Besteiro (cap. XXII), proceso bien
documentado.
2002 (1 de
Diciembre) - Articulo de Patricio de Blas y Eva de Blas en EL PAIS:
"Julián
Besterio: octubre de 1934"
Los caballeristas se lanzaron decididamente por la
senda de la bolchevización, pugnando por la purificación del partido y
la unidad proletaria para la conquista del poder
La posición de Besteiro y sus partidarios era contraria
a la revolución de 1934. Por eso defendían la permanencia en el Parlamento y
el respeto a las reglas de juego de la democracia
Julián Besteiro nació en Madrid en 1870 y falleció en 1940.
Fue catedrático de Lógica en la Complutense, presidente del PSOE y de UGT,
presidente de las Constituyentes de 1931. Estuvo preso en dos ocasiones: tras la
huelga revolucionaria de 1917 y al acabar la Guerra Civil. Murió, anciano y
enfermo, en la prisión de Carmona, condenado a 30 años. Los autores del libro,
padre e hija, son, respectivamente, catedrático de Historia y documentalista.
El sector caballerista del PSOE tenía menos confianza que
Besteiro en la sinceridad democrática de las derechas parlamentarias. Esas
derechas tampoco ignoraban los acuerdos de los organismos socialistas para
defender "por cualquier medio" las instituciones republicanas y las conquistas
revolucionarias del primer bienio. Indalecio Prieto lo había advertido
solemnemente al comienzo del periodo legislativo.
Entretanto, los movimientos de signo fascista y totalitario
(Falange Española, Bloque Nacional) multiplicaban su presencia y sus
actividades. El 31 de marzo, una delegación compuesta por Goicoechea, el general
Barrera y los carlistas Olazábal y Lizarza se había entrevistado con Mussolini y
había conseguido ayuda económica y armamento para la ultraderecha. Éste era el
ambiente.
Y en este contexto, la entrada de la CEDA [Confederación
Española de Derechas Autónomas], el partido católico de Gil-Robles que no había
votado la Constitución, en el Gobierno -con tres ministros, entre los que estaba
el jefe de filas del partido como ministro de la Guerra-, el 4 de octubre,
desató la insurrección del sector mayoritario de los socialistas. Era,
precisamente, la señal que esperaban. Bien lo sabían los cedistas.
En un discurso que pronunció Gil-Robles, el 15 de diciembre
en Salamanca, declaró: "Tenía la seguridad de que la llegada nuestra al poder
desencadenaría un movimiento revolucionario. Era cosa sabida. Alguien me ha
dicho que yo tuve culpa en el movimiento (...). En aquellos momentos en que yo
veía la sangre que se iba a derramar, me hice esta cuenta: puedo dar a España
tres meses de aparente tranquilidad si no entro en el Gobierno. ¡Ah!, pero
entrando, ¿revienta la revolución? Pues entonces, que estalle".
Contrario a la aventura
Naturalmente, la posición de Besteiro era radicalmente
contraria a esta aventura. Para evitar verse "envueltos en una responsabilidad
que nos amargaría toda la vida" habían dimitido él y sus partidarios, en enero,
de sus cargos en la Ejecutiva de la UGT. Por eso defendían la permanencia en el
Parlamento y el respeto a las reglas de juego de la democracia. Y sin embargo,
antes del movimiento de octubre, relata Saborit, todavía Prieto y Fernando de
los Ríos visitaron a Besteiro en su casa e intentaron convencerle para que se
incorporase a los puestos directivos y actuara al frente de ellos
solidarizándose con la revolución en proyecto.
La entrevista, cuyos detalles expuso el propio Besteiro a sus
compañeros Trifón Gómez, Lucio Martínez y Saborit, fue tormentosa, y la
negativa, rotunda. Es seguro que Besteiro no se recató de echar en cara a sus
interlocutores el apoyo que estaban dando a una revolución con la que no estaban
de acuerdo y de la que, de hecho, renegaron más tarde.
La revolución, es de sobra conocido, fracasó en Madrid y en
la mayor parte de España; tuvo un éxito efímero en Cataluña, con un carácter más
nacionalista que revolucionario, y triunfó en Asturias, donde los obreros se
adueñaron de ayuntamientos, minas y fábricas, y donde implantaron por unos días
la revolución. El Gobierno encargó al Ejército de África la represión del
movimiento y decretó una férrea censura de prensa que impidió a los españoles
conocer las dimensiones exactas de la tragedia que allí se había producido.
Desde Madrid, por encargo del ministro de la Guerra, Diego Hidalgo, el general
Franco se encargó de coordinar la represión con una fría crueldad que le hizo
aparecer como el vencedor de los revolucionarios en la prensa de derechas.
Después vinieron los consejos de guerra y las ejecuciones.
Algunos dirigentes, como Prieto y Margarita Nelken, pudieron escapar al
extranjero; otros, entre los que se encontraba Largo Caballero, fueron
encarcelados. Peor suerte tuvieron González Peña y Teodomiro Menéndez,
condenados a muerte.
Los socialistas contrarios a la insurrección sólo pudieron
intervenir a favor de sus compañeros para evitar que las sentencias se llegaran
a ejecutar. En una reunión tormentosa de la minoría socialista presidida por
Negrín se pidió a Besteiro que encabezase una comisión que gestionara el indulto
ante el presidente de la República.
Besteiro intervino aceptando el encargo que se le hacía, pero
condenó airadamente el movimiento de octubre como una auténtica locura. Alguno
de los presentes recordó a Besteiro su participación en la huelga de 1917. La
gestión se realizó y tuvo éxito. El presidente de la República concedió el
indulto, que supuso, por disconformidad con la medida, el abandono del Gobierno
por los ministros de la CEDA.
Como explica Alcalá Zamora en sus Memorias, "los más
moderados acudieron a pedir gracia llevando a su cabeza a Besteiro, quien volvió
a expresarme su agradecimiento; él, que tan amenazado se vio por los elementos
extremistas durante los días de la rebelión en la que no tomó parte".
Aludía, sin duda, don Niceto a la agresión de que fue víctima
Besteiro, que Saborit relata así: "Jóvenes con carné de nuestra federación
asaltaron la vivienda particular de Julián Besteiro, por fortuna acompañado en
aquellos momentos por afiliados a nuestra Unión General de Trabajadores, que les
obligaron a huir. Es conocido el nombre del que mandaba el grupo asaltante,
muerto en la Guerra Civil".
A partir del fracaso del movimiento, las posturas en el seno
del socialismo se extremaron. Besteiro perdió mucha influencia ante una parte de
los militantes que veían en Largo Caballero y en los compañeros que permanecían
en la cárcel a los auténticos defensores del socialismo. Los caballeristas se
lanzaron decididamente por la senda de la bolchevización, pugnando por la
purificación del partido y la unidad proletaria como fórmulas para la conquista
del poder.
Para este sector del PSOE, la presencia en el Parlamento dejó
de tener interés, y, como hemos visto, Largo Caballero se opuso desde la cárcel
a que la minoría volviese a la Cámara, en contra de las exigencias de los demás
sectores del partido. Para ganarse a los dirigentes y militantes adictos al
centrismo de Prieto y De los Ríos, e incluso a los partidarios de Besteiro,
que veían con temor y recelo esta deriva, desplegaron una ofensiva ideológica
dirigida por Luis Araquistáin y Carlos de Baráibar desde los medios de prensa
que controlaban y desde otros nuevos creados para el proyecto.
En esa empresa colaboraron Renovación, el órgano de
expresión de las Juventudes Socialistas; la revista Leviatán, creada y
dirigida por Araquistáin en mayo de 1934, y la revista, luego periódico,
Claridad, fundada en 1935 y dirigida por Carlos de Baráibar.
Más radicales se mostraron las Juventudes Socialistas, que
publicaron y divulgaron el folleto Octubre, en el que pedían abiertamente
la expulsión de los "reformistas" (léase, de Besteiro y sus partidarios) y la
exclusión de los "centristas" de los órganos de dirección del PSOE.
Para tratar de contrarrestar esa ofensiva, el sector
partidario de Besteiro, con un activísimo Saborit al frente, editó, desde el 15
de junio de 1935, el semanario Democracia, que aparecía los sábados y que
vino a sumar sus esfuerzos a la revista quincenal Tiempos Nuevos,
dedicada a cuestiones municipales, que había fundado Saborit en abril del año
1934.
El peso de la polémica lo llevaron las revistas Claridad
y Democracia. En estos medios polemizaron, durante 1935, Araquistáin
(Claridad y también Leviatán) y Besteiro (Democracia).
Dictadura del proletariado
El debate teórico se refería al concepto marxista de "dictadura
del proletariado", pero, tras la polémica teórica, lo que se debatía en verdad
era la táctica que debía seguir el socialismo en aquel momento. Araquistáin
sostenía una visión leninista de la toma del poder por un partido proletario
férreamente dirigido, lo que proporcionaba la justificación teórica que
necesitaba la política seguida por los partidarios de Largo Caballero: la
bolchevización del PSOE.
Besteiro sostenía una interpretación basada en las doctrinas
de Kaustky, que él creía más fiel al espíritu de Carlos Marx, según la cual la
conquista del poder se produciría por métodos democráticos, y en su ejercicio el
proletariado no habría de emplear medios coactivos superiores a los que el mismo
Estado burgués emplea en dictadura seudodemocrática. Se trataba, en fin, de la
línea gradualista dentro de las instituciones democráticas que ya conocemos.
Con el fin de evitar un enfrentamiento que consideraba dañoso
para la unidad del partido, el 17 de diciembre el Comité Nacional del PSOE
invitó a los directores de ambos semanarios a que desistieran de su publicación.
Saborit accedió a las indicaciones del comité y suspendió la
publicación de Democracia, por la unidad del socialismo. Araquistáin, en
cambio, no siguió aquellas indicaciones y continuó la publicación de
Claridad, ahora convertida en un arma dialéctica contra la línea centrista
que había conseguido la mayoría en el Comité Nacional del PSOE.
Días antes de la supresión de Democracia, otro
partidario de la línea defendida por Besteiro, Gabriel Mario de Coca, inició la
publicación de Los Marxistas, que heredó la enemiga de Democracia
y se convirtió en la bestia negra del órgano caballerista. La Agrupación
Socialista Madrileña tomó cartas en el asunto: expulsó a Mario de Coca del
partido y dirigió dos escritos a Besteiro, el 26 y el 31 de diciembre de 1935,
exigiéndole que desmintiera públicamente cualquier vinculación, directa o
indirecta, con la nueva revista, en cuyo primer número aparecían unas
declaraciones suyas, puesto que "ya se han publicado tres números y no hemos
recibido una explicación espontánea de que nada tiene que ver".
Besteiro interpretó como una ofensa aquella requisitoria y se
negó rotundamente a cualquier explicación. Ante aquella insistencia, en carta
del 2 de enero de 1936, escribió a la Ejecutiva de la Agrupación: "Comprenderán
ustedes que, después del tiempo que llevo observando en el Partido Socialista
una conducta cuya lealtad considero insuperable, es natural que me crea con
derecho a algún mayor respeto que el que suponen esas sospechas a que usted
alude (...). Ello no me ha de desviar de mi camino recto y claro. Y estoy seguro
de encontrarme en ese buen camino al reiterarles ahora lo que ya les he
manifestado en carta anterior, a saber: que no me creo obligado a dar
explicación alguna, y que, aun en el caso de verme obligado, no la daría nunca
después de la medida que han tomado ustedes con el señor Coca, porque estimo
que, en esas circunstancias, cualquier explicación mía implicaría ensañamiento
con una persona que ha sido víctima de una sanción que considero muy grave".
La Ejecutiva socialista había convocado un congreso del
partido para el mes de octubre de 1936. La dirección socialista, controlada
desde diciembre de 1935 por Indalecio Prieto, se proponía celebrar en Mieres el
congreso, en homenaje a los socialistas que se sublevaron en octubre de 1934.
Tal vez el congreso habría podido sacar lecciones del fracaso
de octubre; quizá hubiera revelado una correlación de fuerzas diferente... Pero
es inútil hacer cábalas sobre el resultado del mismo. No llegó a celebrarse. El
17 de julio se sublevó el Ejército y estalló la guerra. (...)
Sensaciones agridulces
En abril de 1935 se produjo otro acontecimiento que dejó
seguramente una sensación agridulce en el ánimo de Besteiro. El domingo 28
pronunció su discurso de ingreso en la Academia de Ciencias Morales y Políticas,
para la que había sido elegido en 1932. Niceto Alcalá Zamora dio la réplica al
nuevo académico. El discurso de Besteiro es una exposición de su visión del
marxismo, y es también un análisis de la realidad internacional y española desde
ese punto de vista marxista. Era además un capítulo más en la polémica que venía
manteniendo con el sector caballerista. Entresacamos este párrafo: "Un partido
socialista en el poder que, por las circunstancias que sea, no puede acometer la
solución de los grandes problemas económicos con su orientación propia, corre
gran riesgo de desdibujarse y confundirse con la psicología y los hábitos de
acción propios de la burguesía intervencionista y reformadora. Y un partido
socialista fuera del poder que acentúe el culto de la violencia, pero no se
cuide de construir, al modo de los laboristas ingleses, un programa bien maduro
de política gubernamental, que comprenda puntos tan esenciales como la
socialización de las industrias principales y de las grandes explotaciones
agrícolas; la socialización de los transportes, de los establecimientos de
crédito y de las funciones principales del comercio, puede fácilmente degenerar
en un reformismo revolucionario y violento de psicología y de actuación muy
semejante a la del fascio". Alcalá Zamora pronunció uno de los discursos
floridos que solía, y al comentar la trayectoria de Besteiro, "juzgado unas
veces como revolucionario y condenado otras por suponerle inclinado a lo
contrario", destacó "lo constante, lo firme en su lucha", que es "la noción de
la responsabilidad como caudillo y conductor de masas; la prodigalidad en el
riesgo propio y la avaricia para el ajeno, ya sea de sus propias huestes, ya de
víctimas extrañas; la convicción de que la fuerza y las revoluciones, medio
eventual, obligado de todo partido, base de programa y dogma de ideario en el
suyo, son necesidad extrema al servicio del bien general, sin mezcla de
impureza; la práctica del desinterés que contempla, sin sentir la impaciencia
del goce, la lejanía ineludible del triunfo...".
Decíamos "sensación agridulce" en este acontecimiento de la
vida de Besteiro. Lo agrio vino a continuación, pues este discurso significó el
comienzo de la polémica con Araquistáin a la que nos hemos referido hace poco.
Resultaba que Besteiro venía a cubrir, en la Academia, la vacante dejada por
Bugallal, que había sido ministro de la Gobernación cuando Besteiro fue vejado
en Villacarrillo y que pronunció su discurso de ingreso en la Academia sobre el
tema La inviolabilidad parlamentaria: su origen y naturaleza, sus límites y
sanciones posibles. Efectivamente, como Araquistáin titulaba el primer
párrafo de su artículo contra Besteiro, había sido "una broma de Urania".
2002-(Septiembre) -
Jorge Novela Suarez
"Azaña, Ortega y
Besteiro: El designio de la II Republica " en la Revista Sistema - Numero
170
Julián
Besteiro (1870-1940) milita en la
Unión Republicana de Salmerón, entre los partidos de Castelar y Ruiz
Zorrilla. “No es de extrañar que Besteiro,
republicano ya, anticlerical e intelectualmente positivista, pasara a
formar parte de aquel grupo”35; más tarde ingresó en el
Partido Republicano Radical de Lerroux, junto a Ortega, Baroja, Pérez de
Ayala, Alvarez del Vayo, Albornoz, y con ellos serán muchos los
intelectuales que se incorporan a este partido. El esteticismo y la
ausencia de un ideario inconsistente hará que
Besteiro critique su paso por el partido del llamado “Emperador del
Paralelo”, juzgándolo como “una calaverada de juventud”, cuando veinte
años más tarde lo evoque.
Desde sus
artículos en El Radical y en la época de la conjunción
republicano-socialista (1909) se había apercibido de dónde desembocaba la
República, por ello advertía que para “ser revolucionario no basta con ser
romántico, sino que era necesario ser constructivo” y arremetía contra aquellos
que afirman que “la política no merece atención”, contra el apoliticísmo
preconizado por ¡Maura!; y alertaba: ”Contra lo que creen los anarquistas, los
males de una nación no son resultado de la política, sino al revés: es la
política la que responde a los males de la nación”36.
Por eso “Hace
falta la República si se quiere evitar mayores males... Y mientras no estemos de
acuerdo todos los que soñamos con una España republicana, todo esfuerzo ha de
ser inútil (...) Sabemos muy bien que no podemos aspirar a una República
perfecta, sino perfectible, y por lo mismo que nosotros hacemos todas las
concesiones que podemos hacer, exigimos y esperamos que los demás, todos los que
sientan plenamente la responsabilidad del momento y ansíen de veras la salvación
de España, las harán también”37.
La lectura que
Besteiro hace del significado y función del periodo
republicano es singular – respecto de la tradición del socialismo español – e,
incluso, para aquellas posturas influidas por el llamado “socialismo de cátedra,
Lamo de Espinosa lo cifra en que “existe en él una tradición antiestatista
constante, casi spenceriana, que le aleja de toda la tradición de la
socialdemocracia alemana y le asemeja, sin embargo, mucho al reformismo español”38.
Ya en 1918 repudia
el socialismo estatista por ser “instintivo y nada más que para una mejora
económica”, tres años más tarde propone la autogestión de tipo guildista frente
al estatismo; éste se opone a la socialización de servicios y al municipalismo.
Está claro que el socialismo de Estado no es el ideal socialista. Esa fobia
hacia el estatismo tiene su génesis en la huella de la Institución Libre de
Enseñanza, Adolfo Posada lo expresó castizamente (“¿Qué es el Estado? Lo que
todos sufrimos”); también están los efectos de la revolución bolchevique... y
sus lecturas de Bernstein.
Besteiro
diferencia entre dos tipos de estado: autocracia y democracia, ambas
se contraponen tanto por su estructura como por su base social, esta distinción
es heredera del positivismo jurídico de Kelsen, el cual en su Teoría general
del derecho y del Estado (1925) establece que “Si el criterio clasificador
consiste en la forma en que, de acuerdo con la Constitución, el orden jurídico
es creado, entonces es más correcto distinguir en vez de tres (Monarquía,
aristocracia y democracia), dos tipos de constituciones: democracia y
autocracia”. En la primera “la voluntad representada en el orden legal del
Estado es idéntica a las voluntades de los súbditos”, mientras que “la oposición
a la democracia está constituida por la servidumbre implícita de la autocracia”39.
La identificación entre monarquía y autocracia, así como entre democracia y
república es evidente en Besteiro, el análisis de
lo sucedido en el siglo XIX le reafirma esta distinción social y material. “La
lucha entre la monarquía aristocrática tradicional, aliada siempre a las
grandes oligarquías de la Iglesia, de la nobleza, de la administración y del
ejército, y la nueva burguesía liberal; pero, pese a la máscara
constitucional... su verdadero rostro... ha sido el absolutismo monárquico”40.
La llegada de la
República coincide con el inicio del declive político (por voluntad propia y
sus críticas a los socialistas por participar en el gobierno de la República) de
Julián Besteiro, sucesivamente abandona la
Presidencia del PSOE (febrero 1931) hasta su dimisión de la UGT en 1934. Este
socialista errante, en sus propias palabras “un socialista sin Socialismo”, sólo
le queda su prestigio personal... pero ni un ápice de poder e influencia en el
seno de su partido y del sindicato. Después de 1934 se retirará silenciosamente
de la primera línea política, eso sí, defenderá su concepción del socialismo
“constructivo o reformista” en la conocida polémica con Luis Araquistain y Largo
Caballero. El socialismo radical había ganado la batalla.
Todavía en su
conferencia “El rumbo de la República”41, pronunciada en la Sociedad
El Sitio de Bilbao, el 23 de mayo de 1936, manifiesta: “La República no hay que
inventarla; nació con un rumbo y tiene un rumbo”.
Besteiro argumenta el doble ideal (político y social) de la República, cuya
fórmula ha de ser el siguiente: “en la sociedad se debe demandar el esfuerzo de
todos y de cada uno según sus aptitudes, y las ventajas, los beneficios y la
riqueza se deben repartir a todos y a cada uno según sus necesidades”42.
La guerra civil
rompe a un hombre bueno, honrado, uno de los “santos laicos” del socialismo
español. Obsesionado en su oposición a los comunistas y por poner fin a la
contienda le llevan a intentar negociaciones con el bando insurrecto, no será
otra cosa lo que le lleve a la Junta del general Casado. Le ofrecen la Embajada
de Buenos Aires, tampoco acepta. Piensa un imposible: la reconciliación. Habla
al pueblo de Madrid, “cuando se pierde, es cuando hay que demostrar,
individuos y nacionalidades, el valor moral que se posee”.
Huyen a Valencia
todos los miembros de la Junta, salvo Besteiro, y
los ataques llueven sobre él: le acusan de traidor. Sereno, como un héroe griego
que sabe su destino, contesta a sus detractores: “Me han llamado traidor
nuestros rivales y me quedo en Madrid para contestarles con mi condena...
correré la misma suerte que este pueblo sin igual, tan grande en el sacrificio”.
Su prisión y muerte, en 1940, en el penal de Carmona
quedan ahí como escarnio y vergüenza de la ruindad humana.
Azaña, Ortega y
Besteiro, tres hombres que coincidieron en defender
la República Española como un elemento decisivo de modernización y puesta al día
de España. Cada uno desde sus ideas y su credo, con sus esfuerzos y fracasos,
con sus desencuentros y concepciones diferentes acerca de cual era el camino a
seguir, son una muestra de este período que debemos afrontar sin tapujos, ni
oropeles ni vergüenzas. Sencillamente porque ya es parte de nuestra
historia, de la Historia.
Una República de la
cual podíamos decir, para terminar, las palabras de Chaves Nogales en su
novela (hoy reeditada) A sangre y fuego: “Murió batiéndose
heroicamente por una causa que no era la suya. Su causa, la de la
libertad, no había en España quien la defendiese”. De nuevo, la estupidez
y la crueldad, el fanatismo y los maximalismos eran ahora los
protagonistas de la historia, sólo cabía la derrota, el exilio, el
sacrificio o esa larga escalera de horas lentas hacia la reconstrucción de
la razón y de la vida democrática: El legado de la II República española.
2002 - Biografia
"Julian Besteiro (1870-1940)- Rasgos de
su vida y de su obra"-Colección Memoria Histórica del Socialismo-Numero 7,
de la Escuela Julian Besteiro - Madrid - Coordinado por Luis Gómez
Lorente.
Inroducción de Cándido Méndez - Secretario
Genral de la UGT
"El nombre de Besteiro nos evoca, de entrada, dos rasgos
esenciales: una mente abierta, viva, y un compromiso vital con la causa de
los trabajadores, que mantuvo siempre, incluso en las circunstancias mas
adversas (...) Porque si hay un rasgos distintivo en el comportamiento
publico de Julián Besteiro es, desde luego, su integridad a toda prueba,
su coherencia entre lo que se predica y lo que se hace, su entrega a lo
que considera su beber en cada momento y circunstancia (...)
revolucionario en los fines, era un convencido demócrata en cuanto a los
medios. Y actuaba en consecuencia, cosa ardua, en los agitados momentos
que el toco vivir"
Presentación de Luis Gómez Lorente
"Besteiro no pudo llegar a conocer el retorno de las
organizaciones socialistas a los cauces de la socialdemocracia que el
postulo permanentemente. Su muerte en 1940, en la cárcel de Carmona,
victima de la represión franquista, le impidió ver el resurgimiento de la
socialdemocracia europea de postguerra, tras la victoria de las
democracias sobre el fascismo centroeuropeo. Por los métodos que Besteiro
preconizaba, la socialdemocracia de posguerra edifico en centroeuropa el
Estado social de derecho, o Estado del Bienestar, profundamente corrector
de las desigualdades que engendra un mercantilismo salvaje, y que tan a
duras penas los sindicatos actuales se esfuerzan por conservar y no
retroceder.
La evocación del discurso besteirista, y de su modo de
proceder, implican una llamada vigorosa a la defensa intransigente de la
democracia y de los métodos democráticos, pero también a considerar la
democracia como un cauce para la transformación y superación del
capitalismo hacia metas de distribución mas equitativa de la riqueza"
2002 -P. de Blas Zabaleta -
"Julian Besteiro en la polemica
socialista durante la II Republica"
2002 - Patricio de Blas Zabaleta y Eva de Blas Martín-Merás
- "Julian
Besteiro.Nadar Contra Corriente" con prologo de Julián de Zulueta -
Editado por ALGABA EDICIONES

INTERVENCION
de PATRICIO de BLAS
Presentación 3/ 12/ 02
1.
Colección “Biografías”
Responde al interés creciente de los lectores por
este tipo de libros (que ofrecen la historia vista desde dentro, por un
protagonista de los hechos, y que permiten, al tiempo, adentrarse en los
personajes, conocer los motivos que les movían, la peripecia de su
vida).
Hay unos criterios que la rigen, que compartimos,
de rigor en los datos, amenidad en la exposición,
proximidad al hombre de hoy. Ejemplo: la Huelga General de 1917,
convocantes, motivos, desarrollo ... pero también: cómo era la vida de
cuatro personajes durante 8 meses en el penal, qué le contaba a su mujer
en sus cartas, ..
Incluye personajes de todos los sectores de la
sociedad (ver muestra, aquí). Nosotros nos hemos ocupado de
Besteiro.
2. Julián
Besteiro
Uno de los personajes más atractivos de la
política en el siglo XX. Testigo y protagonista de acontecimientos
decisivos: ILE, 98, Organizador Huelga 1917, Dictadura Primo, II República
(Presidente de las Cortes Constituyentes), revolución de Asturias, Guerra
Civil, represión. Concejal del Ayuntamiento de Madrid, Diputado, siempre,
por Madrid, Presidente del Comité de Reconstrucción y saneamiento de
Madrid, Catedrático de la Central, antes de instituto....
Un desconocido para la mayoría de los españoles.
Hay una biografía de su compañero y amigo Saborit, publicada siempre fuera
de España, de 1967. Se ha escrito, también, sobre su visión política y
filosófica. Pero se sabe poco de Besteiro, el hombre, y especialmente de
los cuarenta años antes de entrar en el PSOE.
Esta es la aportación que hemos querido hacer. En
consonancia con lo que pretende ALGABA, ofrecemos una biografía en la que
nos ha interesado tanto/más el hombre que el político socialista, el niño
que crece con carencias afectivas, el joven universitario que busca su
destino entre vacilaciones, amigo de sus amigos y novio de sus novias, el
profesor de instituto romántico, autor de poesías, el autor de artículos
periodísticos. Y por supuesto el hombre de 42 años que se casa, se afilia
al PSOE y se hace catedrático de Universidad en el mismo año.
En esta biografía aparece el político que
trabaja por la libertad y la justicia, el líder socialista riguroso,
enemigo de la demagogia, partidario de la revolución que se construye día
a día y enemigo del estallido revolucionario. Junto a él, su esposa,
Dolores Cebrián, trabajadora silenciosa y discreta, profesora de la Normal
de Maestras, que amplía estudios en la Sorbona, que no abandona nunca su
trabajo, pero que permanece siempre junto a su esposo. Los documentos que
hemos analizado nos revelan a un hombre que, a diferencia de lo que ocurre
con algunos próceres, gana en los primeros planos.
Presentación
9/12/02
Satisfacción y
temor
1. Entre
la satisfacción y el susto que nos produce haber sido ocasión de esta
feliz concurrencia. La ocasión, he dicho y no el
motivo, pues este es, a partes iguales, el conjuro del nombre de
Besteiro y la posibilidad de oír a los ilustres socialistas que nos honran
con su presencia. Gracias a todos, muy especialmente a
Cándido Méndez y a Carmen (y a sus buenos oficios para animar a Felipe).
2.
Satisfacción, también, por presentar el libro aquí, en la
Escuela de formación de la UGT, el único lugar de esta
ciudad (en la que nació, estudió, enseñó, y por la que tanto trabajó
Besteiro, y en la que reposan sus restos) que lleva su nombre. Y,
seguramente, el más indicado para llevarlo, y casi para llevarlo en
exclusiva. Estoy seguro de que Besteiro no habría cambiado esta casa por
la que pasan a diario decenas de sindicalistas de la UGT, por el Paseo de
la Castellana sede de tantos bancos y ministerios.
3. Pero
temor, y temor sobre todo, al presentar nuestro libro
ante esta concurrencia. Para muchos de los aquí presentes Besteiro
no es un desconocido. Y queremos y debemos decir qué trata
de aportar nuestro libro a su conocimiento, en qué aspectos añade algo a
lo ya sabido y en cuáles se limita a recoger lo escrito por
otros.
Lo que aporta
el libro al conocimiento de Besteiro
4.
Besteiro tiene, cuando ingresa en las organizaciones
socialistas 42 años. Acaba de obtener la
cátedra de Lógica, y medio año más tarde se casa con
Dolores Cebrián. La mayor parte de lo que se ha escrito sobre él,
se refiere, sobre todo, a su actuación a partir de este momento y
preferentemente a los aspectos políticos.
5. Pues
bien, a nosotros nos ha interesado la etapa anterior de su
vida: alumno de la ILE, las vacilaciones de un joven que acaba de terminar
su carrera y duda qué hacer, sus años de profesor de Instituto, sus
escarceos literarios. Y nos han interesado, también, los aspectos menos
conocidos de su trayectoria posterior: su actuación como
concejal y diputado, y siempre el lado humano.
En estos aspectos hemos utilizado documentación de primera mano (cartas,
anotaciones, actas de plenos del ayuntamiento, Diario de sesiones del
Congreso, diarios de la época, memorias de otros personajes
...)
6. En
otros aspectos de su vida hemos seguido lo escrito por otros. No hemos
consultado las actas de los congresos ni de los órganos de dirección en
los que participó. Ahora bien, creemos que la luz que se proyecta sobre su
carácter y su forma de ser ayuda a entender mejor, creemos, algunas de sus
decisiones más polémicas.
Contribuir a
que su nombre siga vivo en el recuerdo
7.
Para terminar, tenemos una
ilusión, la de contribuir a que el nombre de Besteiro
siga vivo en el recuerdo de los españoles. Por eso, aceptamos
encantados el encargo de nuestro amigo Melquíades de EDAF/ALGABA cuando
nos ofreció la posibilidad de escribir la biografía de alguno de los
grandes dirigentes históricos del socialismo. Porque, hoy, después de
haber manejado tantos documentos escritos por Besteiro, podemos decir
aplicándole las palabras que Gorki escribió en 1923 a propósito de
Chejov: “Es bueno acordarse de un hombre como él; al instante
penetra en tu vida un chorro de vitalidad, de nuevo en ella se ilumina su
sentido claro. El hombre es el eje del mundo”.
Presentación.
Casa del libro.
Barcelona 12/ 02/ 03
1. Uno de
los políticos más atractivos del siglo XX y, probablemente, de los
más desconocidos. Se le recuerda como dirigente del ala
moderada del PSOE, como el Presidente de las Constituyentes, tal vez como
uno de los dirigentes que intervino en el final de la guerra civil. Aunque
hay un par de buenos libros sobre su pensamiento político y filosófico,
aunque se ha publicado sus intervenciones parlamentarias entre 1918 y
1922, su vida es muy poco conocida. La biografía que su amigo y
correligionario Andrés Saborit escribió en los años cincuenta se ha
publicado siempre fuera de España, la última vez en 1967. Además,
casi todo lo que se ha escrito de Besteiro se refiere a su trabajo
político y a la etapa de su vida que comienza a los cuarenta años.
Solo recientemente su sobrina Carmen de Zulueta, hija de Luis de
Zulueta, publicó una antología de cartas que Besteiro escribió a su esposa
“desde la prisión” que permiten una aproximación a su
personalidad.
2.
Nuestro
propósito, al escribir la
biografía de Besteiro, ha sido el de presentar justamente esos aspectos
más desconocidos: su infancia y su juventud, su trabajo profesional
como catedrático de Instituto, primero, y de universidad, más tarde; el
lado humano de su actuación política; su forma de ser, en fin, sus afectos
y sus sentimientos. Para reconstruir ese cuadro hemos acudido a su
archivo personal (cartas, notas, apuntes de viajes, ...), a sus
intervenciones parlamentarias, a los libros de sesiones del ayuntamiento
de Madrid, a la prensa de la época. A diferencia de lo que ocurre con
muchas personalidades brillantes en su profesión, geniales en su labor
creadora, pero que no resisten un primer plano, nos hemos encontrado con
una personalidad atractiva, de convicciones profundas, que acomoda su
actuación a esas ideas, que se exige a sí mismo antes de exigir a los
demás.
3.
Dejó escrito J.L
Aranguren, de su muerte, “fue la que correspondía a su estilo de vida: no
una muerte brillantemente heroica, sino de un heroísmo sacrificado,
abnegado, de hombre de paz”. Así fue, su vida. No tuvo Besteiro,
como Iglesias o Largo, una infancia pobre que le obligara a trabajar desde
los nueve años para sacar adelante a su familia. De familia de
comerciantes, hijo pequeño de la familia, sus privaciones fueron más de
afecto que de dinero. Alumno de la ILE, de su tercera promoción, se
benefició del magisterio y de la amistad de Giner y Cossío
que le influyeron profundamente. En el libro hemos tratado de
reconstruir sus vacilaciones de juventud, la tentación de
seguir una vida despreocupada y fácil, las reconvenciones de Giner, la
tentación literaria y romántica, hasta que, a sus cuarenta años,
toma tres decisiones que marcan el rumbo de su vida: la cátedra de
Lógica, el ingreso en el PSOE, y su boda con Dolores Cebrián. Es entonces
cuando pone en práctica el lema que se había fijado en 1907: “Yo, mientras
las fuerzas no me falten, pienso emplearlas en nadar en contra de la
corriente”.
4.
En Besteiro la
preocupación ética y aún estética es capital. Por eso su
carácter es esencial para entender su obra. Su honradez y su sentido
de la responsabilidad, su carácter en suma, ayudan a explicar, a nuestro
juicio, actuaciones su renuncia a la presidencia de los organismos
socialistas, la decisión de permanecer en Madrid durante la guerra civil,
su adhesión a la sublevación de Casado o la decisión de esperar la entrada
de los nacionales en la ciudad) para las que, en ocasiones, se han
ofrecido explicaciones peregrinas. Como declaró en el tribunal que lo
condenó a morir en prisión: “yo, que interpreto la acción del
profesor como una acción educativa, y también la del político, tengo que
velar con verdadero cuidado porque mis acciones no sean deprimentes del
carácter sino que sirvan para elevar esos espíritus”.
5.
Besteiro, como otros individuos de su generación, fue testigo
y, en ocasiones protagonista, de los esfuerzos por sacar al país del
antiguo régimen, de las transformaciones y convulsiones del primer tercio
del siglo XX y, en fin, de los sucesos más dramáticos de nuestra
historia. Rememorar su vida es revivir la ILE y la explosión
cultural del primer tercio del siglo XX (la Edad de Plata), el nacimiento
de la ciudad industrial y sus problemas, la conformación del movimiento
obrero, y asistir a acontecimientos como el 98, la guerra de Marruecos, la
Huelga General de 1917, la Segunda República, la Guerra Civil.
Madrileño de nacimiento, profesor de la Universidad Central de
Madrid, concejal y diputado por aquella ciudad, Besteiro es, como otros
intelectuales de su generación, un europeo convencido. Conmueve su
empeño, casi su obsesión, por salir a estudiar al extranjero. Lo consigue
en 1901-2 y estudia durante un año en París, en 1910-11 estudia en
Alemania, en 1924 es Londres su destino y la teoría y la práctica
laborista su objetivo. En fin, es uno de los dirigentes destacados de la
II Internacional. Hemos pretendido que la lectura de nuestro libro sea un
recorrido por esa época de nuestra historia de la mano de uno de los
hombres que la vivió con más pasión y, al tiempo, con mayor lucidez.
Intervención de Jose Manzanares
La biografía de Julián Besteiro (JB)
de Patricio de Blas Zabaleta y su hija Eva de Blas Martín-Merás, no es una
obra más que se suceda o yuxtaponga a otras ya conocidas como las de
Andrés Saborit (1967), Emilio Lamo de Espinosa (1973), Juan de la Rica
(1996), Luis Gómez Llorente (2002) o de numerosas publicaciones como las
de Julián Marías, Carmen de Zulueta, entre otros autores. Es una biografía
que enriquece y amplía facetas políticas y humanas tratadas en anteriores
biografías de JB.
Sobre todo, esta biografía, nos relata
a Besteiro en su ambiente, sus estudios, su profesión, con su
familia, sus sentimientos. Nos acerca al hombre. Besteiro, además de
referencia política indiscutible del socialismo español, junto con Pablo
Iglesias y Francisco Largo Caballero, su persona es ante todo y en eso
reside la aportación más novedosa de esta obra, “la peripecia de un
hombre singular que sorprende por la coherencia de su trayectoria, por la
complejidad de su carácter y por la intensidad de sus afectos”, como
recuerdan los autores en su presentación.
Desde el inicio del libro que
comentamos, en el capítulo 1 sobre “Ambiente, familia, estudios
(1870-1890)” se disfruta leyendo, casi como protagonistas, el Madrid de
Besteiro; su vida familiar; la Institución Libre de Enseñanza (ILE), la
felicidad en la escuela y las relaciones de JB con Giner de los Ríos
o Bartolomé Cossío. En “Unas relaciones familiares difíciles”, los
autores nos acercan a detalles familiares inéditos hasta el momento. A
título de ejemplo citamos una carta que JB escribe a Dolores Cebrián, su
mujer, desde el Penal de Cartagena en Noviembre de 19l7, “Aquí ha
estado ayer mi sobrinito tan mono. Estoy hasta los pelos y además a este
niño le ha dado por abrazarme y besarme cada vez que viene y que se va y
así yo, que no besaba a mi hermano, tengo que sufrir esas ridículas e
impropias efusiones familiares”. Esta misiva contrasta con la carta que le
dirigía a JB por las mismas fechas, su cuñada Mercedes Cebrián: “Nunca
como ahora he estado tan orgullosa y contenta de ser tu cuñada. Al
cariño que siempre te he tenido se une ahora una admiración cada vez más
grande ¡Qué ejemplo tan hermoso estás dando¡”. (p. 42 ss.).
En otras notas personales de su
perfil, los autores describen como, en contraste con el chulapismo
casposo de otros dirigentes municipales actuales: “Besteiro no era
madrileñista, pero amaba profundamente al pueblo en que había nacido, sin
que se oyera en sus discursos halagos ditirámbicos a chisperos y majas, ni
utilizase recursos populacheros para sobresalir entre sus paisanos” (p.
29).
Los autores, a partir del capítulo 3,
nos presentan a un Besteiro con gran personalidad y madurez política. En
efecto, con poco más de un año de militancia en el PSOE y en la UGT,
aunque por entonces tuviera 43 años, “en 1914, Besteiro era un
militante bisoño y, sin embargo, sus compañeros socialistas depositaron en
él una inmensa confianza y pusieron en sus manos responsabilidades
enormes: ese mismo año era nombrado vocal del Comité Nacional de la UGT,
en 1915 era elegido vicepresidente del Comité Nacional del PSOE y, en 1916
vicesecretario de la Comisión Ejecutiva Nacional de UGT. En la jerarquía
socialista Besteiro iba en segundo lugar, detrás de Pablo Iglesias. No les
defraudaría” (p-117)
Los “tiempos de revuelta” que
marcarían más profundamente la personalidad política de Besteiro empezaron
ya en enero de 1914. Recién elegido Concejal por el distrito de Chamberí
(Madrid) Besteiro centraba sus intervenciones públicas denunciando el
encarecimiento de la vida y, sobre todo, del alquiler de la vivienda que
le llevaba, por encima de todo, a exigir responsabilidades a los poderes
públicos, culpables del hacinamiento humano en viviendas carentes de las
mínimas condiciones higiénicas: “Cuando yo era concejal me he permitido
decir muchas veces que el Ayuntamiento de Madrid era una máquina infernal
para elevar el coste de la vida, especialmente el precio de los
alquileres”. (p.37).
Aquella lucha municipal de
Besteiro chocaba con estructuras caciquiles y corruptas hasta el punto que
en 1915, según consta en el Libro de Actas del Ayuntamiento de Madrid,
Besteiro ante sus gestiones infructuosas por solucionar las chapuzas
municipales realizadas con los sueldos de los maestros, exclama: “Siempre
he estado con recelo en el Ayuntamiento; pero desde que sé estas cosas,
tengo que vencer una sensación de asco para permanecer en este ambiente”
(p. 128)
Pero la verdadera “inmersión” en
la política nacional de Besteiro se manifestó a partir de la Huelga
General de 1917, hito histórico de la España moderna, ya que los
responsables de este suceso fueron elegidos diputados un año después,
poniendo en grave crisis a la Monarquía y acabando con la etapa del
Gobierno Dato. Los autores hacen suya la visión de Andrés Saborit que, en
su libro “La huelga de agosto de 1917 (Apuntes históricos)”, afirmaba
categóricamente que la huelga fue ideada, pensada y dirigida por Julián
Besteiro principalmente. (p.133).
En el contexto humano, resultan de
interés las anécdotas de su internamiento en el Penal de Cartagena,
extraídas de la múltiple correspondencia producida desde la vida
carcelaria que el propio Besteiro denominaba “forma primitiva y grosera de
comunismo, del comunismo viejo y gregario del ejército y de vida
religiosa”. Aunque las relaciones personales no debieron resultar fáciles
y a pesar de la diferencia de edades y de costumbres entre los presos del
Comité de Huelga (Largo Caballero y Besteiro eran veinte años más viejos
que Saborit y doce más que Anguiano) no hubo grandes problemas de
convivencia: “Anguiano y Besteiro fumaban mucho; éste, hasta en la cama
-cuenta Saborit-, Largo Caballero y yo, en cambio no fumábamos. El primero
que solía acostarse era Largo Caballero; Besteiro tardaba más. Anguiano y
yo lo hacíamos horas después, dedicando ese tiempo a escribir o leer”. En
otro momento Besteiro comentaba a su esposa: “Anguiano sigue siendo el
mejor el más simpático y el más desinteresado” (cartas citadas en
p.150).
Las referencias a la vida
parlamentaria de Besteiro (1918-1923) que los autores recorren en el
capítulo 4, han sido más estudiadas por otros investigadores, en este
caso, por Fermín Solana (Taurus, 1975). Sin embargo, los autores, resaltan
la figura de Besteiro en su dimensión pública destacando como sus
discursos, largos y vibrantes, elogiados por la prensa o por el propio
Unamuno eran reconocidos por sus conciudadanos como los de “un
hombre honrado que habla con sinceridad y rectamente” (p. 161 ss).
Su defensa de la libertad y de los derechos civiles; contra el militarismo
y la campaña de Marruecos o su defensa del pan la salud o la escuela,
además del importante papel ejercido después de la Huelga General de 1917,
entre otros grandes momentos de su actuación parlamentaria, son relatados
en el contexto político del momento.
Julián Besteiro, al frente del
movimiento socialista, es abordado por los autores en el capítulo 6 del
libro. Besteiro, como heredero de Pablo Iglesias, ejerció un peculiar
estilo de liderazgo, basado en sus sólidos posicionamientos políticos. La
profunda brecha abierta entre los socialistas a partir de la Revolución de
Octubre de 1917, la concepción del socialismo y de la estrategia
socialista, cristalizó en grandes debates que han llegado hasta nuestros
días.
Cabe recordar los discursos de
Besteiro en Marzo de 1933 (en el Aniversario de Carlos Marx) en los que
Besteiro denuncia al marxismo concebido como religión o como misticismo y
lo defiende como: “Una concepción metodológica que consiste en estudiar la
realidad de la vida económica y social y conociendo las leyes de la
transformación económica influir inteligentemente para cambiar las
condiciones de vida social y transformar las instituciones...”. En otros
momentos, se
nos descubre
al Besteiro partidario, ante la situación desesperada de minería
asturiana, de su nacionalización o comprometido con el problema
agrario para el que planteaba la necesidad de grandes explotaciones
colectivas. (p.336)
En esta época, se producen los grandes
debates con Largo Caballero. Desde 1929 y especialmente en agosto de 1933,
durante la Escuela de Verano en Torrelodones, Besteiro clarifica sus
posiciones sobre la radicalización de los socialistas y la
importancia de la táctica frente a otros grupos políticos: “Nuestra
táctica no es la de los levantamientos de los cuales se espera como por
arte de magia una redención total de la humanidad; nuestra táctica es la
táctica constante, de labor metódica continua de masas apretadas,
encuadradas en sus filas y en su organización, que en tiempo bonancible y
en tiempo de tormenta con una u otra forma de libertad y aún sin libertad
avanza como una inundación que no puede encontrar dique que la contenga y
que, si lo encuentra lo arrasa, lo devasta, lo rompe todo hasta anegar por
completo esos campos muertos de la dominación capitalista y llevar calores
de vida y de humanidad a todos los rincones, aún a los más oscuros y
apartados del mundo” (p.259)
Los autores, al profundizar en
uno de los debates y momentos más dramáticos entre los socialistas durante
la II Republica, lo resuelven concluyendo como Besteiro “en 1933 y en
1934, cuando en el seno del Partido Socialista surge un sector partidario
de la interpretación bolchevique de la dictadura del proletariado,
Besteiro polemiza durísimamente con Largo Caballero y con Araquistain,
negando categóricamente que el concepto de dictadura de Marx tuviera que
ver con la aplicación que de este concepto habían hecho los
revolucionarios rusos; por el contrario, Marx entendía por dictadura el
gobierno de una clase obtenido por procedimientos democráticos”. (p.270)
Especialmente, esta polémica con Luis
Araquistain (1935) sobre la “dictadura del proletariado” en la transición
al socialismo, frente a la concepción leninista de aquel, es desarrollada
por Besteiro en “Marxismo y antimarxismo”. Araquistain contesta
desde las páginas de la revista Leviatán. En este contexto de agria
polémica empiezan a publicarse las revistas “Democracia” (Saborit,
Besteiro) y “Claridad” (Araquistain, Largo Caballero), reflejo de la
división socialista. (p.348).
. En su última aparición publica
Besteiro en su conferencia “El rumbo de la República”, considerada como su
testamento político, Besteiro decía: “Ser revolucionario no consiste
en el temperamento, consiste en ir al fondo de los problemas y
desentrañarlos y, cuando hay que producir un cambio total,
producirlo” (El Sitio, Bilbao 23 de mayo de 1936). En realidad, esta
había sido siempre la posición de Besteiro en el socialismo: análisis
riguroso de los problemas, propuestas revolucionarias y moderación en la
forma y en los métodos para aplicarlas.
Quizás su firme posición
política y su talante personal, tildado de orgulloso rígido y obstinado
por varios dirigentes socialistas del momento, entre ellos Largo
Caballero, (p.235) puedan justificar el “aislacionismo” de Besteiro tanto
ante la Revolución de Octubre de 1934, principalmente en Asturias, como
ante el conflicto posterior de la Guerra Civil. A pesar de su
arraigo popular, avalado en las votaciones de las candidaturas del Frente
Popular por Madrid que en febrero de 1936, sin campaña, sin estar activo
políticamente en el PSOE Besteiro obtiene 224.540 votos de los 414.000
electores “durante los años de la guerra, Besteiro se mantuvo al margen de
cualquier actividad política... durante la guerra se limitó a su
papel dentro del Comité de Reforma, Reconstrucción y Saneamiento de
Madrid” (p.363-364) o como “Embajador de la paz” en la coronación de Jorge
VI de Inglaterra el 11 de diciembre de 1936.
Estos años de soledad política y
amargura personal hasta los momentos finales de la República son relatados
de forma casi cinematográfica por los autores en el desenlace del
conflicto civil a través de la dramática intervención de Besteiro
ante el pueblo de Madrid. En nombre del Consejo de Defensa Nacional, el 5
de marzo de 1939, Besteiro decía a todos los españoles: “Después de un
largo y penoso silencio, hoy me veo obligado a dirigiros la palabra por un
imperativo de conciencia, desde un micrófono de Madrid. Ha llegado el
momento en que irrumpir con la verdad y rasgar la red de falsedades en las
que estamos envueltos es una necesidad ineludible, un deber de humanidad y
una exigencia de la suprema ley de la salvación de la masa inocente...” (
p. 393)
Finalmente, el lector llega a
emocionarse cuando los autores nos narran la entereza de Besteiro y de
Dolores Cebrián en el último año de vida; el proceso de integridad
personal, de humillación, sufrimiento y muerte el 27 de septiembre de
1.940 en Carmona., recordándonos que “Veinte años tuvieron que
pasar, aún, para que los restos de Julián Besteiro reposasen, como había
querido -junto a los de otros socialistas como Pablo Iglesias...- en el
cementerio civil de Madrid” .
(p. 450).
La biografía “Julián Besteiro. Nadar
contra corriente” que comentamos es una combinación magistral del
historiador comprometido que es Patricio y de la documentalista con gran
sensibilidad social que es Eva. Así podemos descubrirlo en el
ambiente, casi costumbrista, que los autores nos descubren en el relato
de los momentos más importantes de la vida de Besteiro o en el
capítulo 5 dedicado íntegramente a “Besteiro. El hombre”.
Este ”valor añadido” de la
faceta más personal y humana de Besteiro, junto a su altura intelectual y
política, incorporando fotografías, documentación y testimonios nuevos,
principalmente referidas a su entorno familiar, viene avalado por la
importancia el fondo depositado en la Escuela Julián Besteiro -donado a la
misma por Mercedes Cebrián, cuñada de JB- del que aparecen en el
libro más de 50 referencias y 20 fotografías, además de una profusa
documentación que además de las citas “ad hoc” , aparecen descritas en
Anexos finales junto con un índice onomástico.
Así emerge con fuerza, con luces
y sombras, la figura de Julián Besteiro que hoy podemos descubrir en esta
biografía. Sin duda, se trata de un trabajo riguroso cuya lectura
recomendamos, especialmente a los
jóvenes.
Madrid, enero de 2003
José Manzanares
Núñez
-Presentacion en MADRID (9 de Diciembre de 2002) en la Escuela Julian
Besteiro (Calle Azcona, 53).
INTERVENCIONES: José Manzanares (Director de la Escuela Julian
Besteiro)+ José Antonio Fossati (Director de Algaba Ediciones) + Carmen
Romero (Diputada Socialista) + Felipe González (Diputado Socialista)
+ Cándido Méndez (Secretario General de la UGT)
-Presentacion en BARCELONA (12 de Febrero de 2003) en la Casa del
LLibre (Passeig de Gracia,62)
INTERVENCIONES : Josep M. Alvarez (Secretario General de la UGT de
Cataluña) + Narcís Serra (Presidente de la Fundacion CIDOB) + Jose Antonio
Fossati (Director General de Algaba Ediciones)
COMENTARIO
de EDUARDO SOTILLOS
Una
biografía de Julián Besteiro, de Patricio de Blas Zabaleta y Eva de
Blas Martín-Meras
Nadar contra
corriente
Una profunda sensación
de tristeza y una rabia difícilmente soportable son los sentimientos
convergentes al concluir la lectura de estas páginas que recorren la
trayectoria humana, intelectual y política de una de las personalidades
que deberían ser más respetadas en la memoria de la España democrática.
Tristeza, porque sigue
estremeciendo el relato de sus últimas horas con vida en una prisión de
Carmona, víctima de la cobardía de quienes pudieron atenuar sus
sufrimientos y de la crueldad de los que dificultaron la presencia de su
propia esposa junto al catre del moribundo y, luego, obligaron a un
entierro clandestino en un rincón del cementerio de aquel pueblo
sevillano, prohibiendo durante años hasta el anónimo homenaje de unas
flores sobre su tumba.
Rabia, porque aquel hombre
íntegro, inteligente, radical en sus más profundas convicciones, sufrió la
injusta condena de los vencedores de la Guerra Civil a una pena de treinta
años de cárcel, a pesar de ser incapaces de demostrar que sus manos
estuvieran teñidas de sangre y pese a los testimonios a su favor de
personalidades como los profesores Luna y de Sosa, comprometidos con la
rebelión franquista, que bien sabían de los esfuerzos de Besteiro por
defender su libertad en los momentos más duros, en los que a los
fusilamientos de la llamada zona nacional se correspondía con paseos en el
campo republicano.
Según queda ampliamente
demostrado en este libro, Julián Besteiro fue condenado a muerte aunque,
quizás para evitar el bochorno y el escándalo de una sentencia sin la
menor base jurídica, incluso con la supuesta legalidad de los vencedores,
se disfrazara con una pena –treinta años– que comportaba la desaparición
de un hombre que rondaba los setenta y con una salud
quebrantada.
A Julián Besteiro,
presidente de las Cortes Españolas tras el advenimiento de la República,
no le quiso perdonar Franco, pero tampoco le mostraron su generosidad ni
su calor durante muchos años, quienes –con él– perdieron la guerra. Su
larga trayectoria de luchador por el socialismo, que le llevó a ocupar las
máximas responsabilidades tanto en el PSOE como en la UGT, estuvo marcada
permanentemente por su confrontación con personalidades como la de Largo
Caballero y, desde luego, con los comunistas. Defendía Besteiro, con
intransigencia, una práctica democrática, parlamentaria, que excluía el
recurso a acciones revolucionarias que supusieran el uso de la violencia,
y esto hizo que se viera desbordado y convertido en un elemento sospechoso
por quienes habían alentado la Revolución de Octubre. Para entender
cabalmente ese proceso resulta muy esclarecedor el recuerdo que hacen los
autores de esta biografía a la intervención de Besteiro en la escuela de
verano de las Juventudes Socialistas en Torrelodones, en agosto de 1933.
Besteiro, que estaba preocupado por la entrada en tropel de nuevos
militantes del partido y el sindicato sin la formación que se había
exigido hasta ese momento, pronunció un discurso que, forzosamente, iba a
producir el rechazo de quienes estaban siendo alentados a una
radicalización que los coetáneos asimilaban al bolchevismo. Su mensaje
final, que vale la pena reproducir, provocó el rechazo de sus jóvenes
oyentes: “Es muy fácil sentirse sumamente radical y decir: ‘La democracia
no nos sirve para nada; vamos a la dictadura, se acabó’. Quiero que
reflexionéis que la obra toda del Partido Socialista, desde que se fundó,
y la teoría de Marx, consiste en recalcar a los proletarios que el ser
revolucionarios no es cosa fácil, ni está al alcance de cualquier
indigente espiritual; que es preciso antes sufrir mucho, trabajar mucho,
meditar mucho para saber ser revolucionario, y que muchas veces se es más
revolucionario resistiendo una de esas locuras colectivas que dejándose
arrastrar por ellas, dejándose arrastrar por las masas para cosechar
triunfos próximos y aplausos seguros, a riesgo de que después sean las
masas las que cosechen los desengaños y los sufrimientos”. No gustaron
estas reflexiones de Besteiro ni unas posteriores de Indalecio Prieto, en
una línea similar, con lo que la conferencia de Largo Caballero, en la que
defendía la tesis de que el socialismo no podía desarrollarse en plenitud
en el seno de una sociedad burguesa y que al poder podía llegarse por
cualquier medio si se demostrara imposible hacerlo la vía legal y
parlamentaria, se convirtió en el programa de acción política, por
aclamación.
Nadar contra corriente es el
acertado título de esta obra, porque refleja, con perspectiva histórica,
la tragedia vivida por Besteiro que, quizás, no supo o, tal vez, no quiso
adecuar los mandatos de su conciencia crítica a los vaivenes de una
realidad en la que los enemigos de la democracia y del socialismo habían
renunciado expresamente a asumir los cambios estructurales que demandaban
las clases trabajadoras a quienes, con el advenimiento de la República,
les habían prometido algo más que la desaparición de la Monarquía: una
auténtica justicia social. El tiempo ha engrandecido la figura de Julián
Besteiro y ha demostrado que su concepción del socialismo democrática es
la que ha terminado por imponerse, al menos en Europa, pero en los años
treinta resultaba casi imposible trasladar esa ideas gradualistas a unos
españoles que veían con desesperación que grandes lemas como el de la
Reforma Agraria se iban difuminando en la práctica política y que el
nazismo se imponía por las urnas en Alemania y, como recuerdan
oportunamente los autores de la biografía de Besteiro, Dollfuss había
acabado traumáticamente con los socialistas austríacos.
La victoria de las tesis
defendidas por Largo Caballero condujo inexorablemente al compromiso
mayoritario del PSOE con el movimiento revolucionario de octubre de 1934.
Aún hoy es difícil determinar si se trató de una estrategia ofensiva
contra el sistema o un acto de legítima defensa ante la actitud de los
partidos de significación fascista que, simultáneamente, estaban
recabando, y consiguiendo, apoyos económicos de la Italia de Mussolini
para organizarse como movimientos armados. Resulta también comprensible
que encontraran terreno abonado las ideas revolucionarias tras la
formación de un gobierno en el que el peso de la CEDA de Gil Robles,
contrario a la Constitución de la República, y que, como recuerdan los
autores de Nadar contra corriente, confesaba, una vez concluida la feroz
represión contra los revolucionarios: “En aquellos momentos en que yo veía
la sangre que se iba a derramar, me hice esta cuenta: puedo dar a España
tres meses de aparente tranquilidad si no entro en el Gobierno. ¡Ah!, pero
entrando, ¡revienta la revolución! Pues entonces, que estalle”. La ruptura
de Besteiro con la dirección socialista se consumó en aquellos meses y los
enfrentamientos no hubieron de limitarse a la confrontación dialéctica,
sino que hasta su propio domicilio sufrió el asalto por parte de un grupo
de jóvenes del partido, que fueron repelidos por otros, simpatizantes de
la causa de don Julián. A pesar de ello, habría de ser Besteiro quien
asumiera la responsabilidad de conseguir del presidente de la República,
Alcalá Zamora, el indulto para los compañeros condenados a muerte. Logrado
su objetivo, un efecto derivado fue el abandono del gobierno por parte de
los ministros de la CEDA, como protesta por la medida de gracia. Antes y
después del proceso revolucionario, Besteiro sostuvo con firmeza que la
participación en esa aventura, “nos amargaría toda la vida”.
Desde luego, al propio
Besteiro no le sirvió esa actitud en el treinta y cuatro, ni siquiera su
agónica intervención junto al coronel Casado en la Junta de Defensa de
Madrid que negoció (¿?) con Franco la rendición de la República, para
lograr por parte de los vencedores cualquier tipo de indulgencia. No la
personal, que siempre rechazó, como había rechazado todas las
proposiciones para abandonar Madrid junto a la mayoría de los responsables
republicanos, sino la que figuró hasta el último momento en las
capitulaciones formales y que el propio Franco eliminó de un plumazo,
dispuesto a admitir únicamente la rendición incondicional.
A pesar las muchas décadas
transcurridas desde aquellas trágicas jornadas, la fractura entre
distintos sectores de la izquierda española no se ha cerrado por completo.
Besteiro sigue siendo para algunos de los cada vez más escasos
protagonistas vivos de la contienda, con responsabilidades en el campo de
la República, un traidor que impidió que la inminente guerra en Europa
impidiera la derrota. Muchos otros valoran que, al menos, se impidiera una
masacre absolutamente inútil para los objetivos de la democracia. Besteiro
no se arrepintió nunca, en los pocos meses que pudo sobrevivir a la
represión, de la decisión adoptada. Y hoy nadie puede negarle la
consecuencia entre sus ideas y sus actos. Elegido por los madrileños,
siempre, con el mayor número de votos, permaneció junto a sus electores
hasta el último momento, y quiso seguir su misma suerte.
Con toda legitimidad podía
escribir en su carta-testamento dirigida a Lolita, su mujer: “...yo, que
nunca hubiese podido dejarte cuantiosos bienes de fortuna, te dejo, en
cambio, un nombre respetable que algún día, creo yo, habrá de imponerse a
la consideración de las gentes”.
A que sea así contribuye
decisivamente este trabajo biográfico de Patricio de Blas y su hija Eva.
RESEÑA BIBLIOGRÁFICA DE OCTAVIO RUIZ-MANJON
EL CULTURAL - 24
DE MAYO DE 2003
Julio Caro Baroja, entre otros, nos ha recordado, en la conocida
crónica de su familia, una copla de Lorca, tan zumbona como
cariñosa, con la que éste pretendía hacer una semblanza del
talante socialista de Fernando de los Ríos: “Viva don
Fernando,/barbas de santo,/padre del socialismo/de guante
blanco./ Besteiro es elegante,/ pero no tanto”.
La comparación era pertinente porque, además de socialistas,
ambos se habían formado en los ambientes de la Institución Libre
de Enseñanza, pero también parecía algo inclinada a favor del
político rondeño porque no son pocos los que opinan -entre ellos
Madariaga y Ricardo Gullón- que la elegancia de Julián Besteiro
era difícilmente superable.
A este elegante Besteiro han dedicado su atención Patricio y Eva
de Blas con una agradable biografía en la que han preferido los
aspectos más humanos del personaje que son, fundamentalmente,
los anteriores a su militancia en el PSOE, al que se incorporó
en 1912, tras el periodo de reflexión que significó su estancia
en Alemania durante los años anteriores. Besteiro abandonó
entonces unos años de militancia republicana, casi todos ellos
en Toledo, en los que alcanzó su más pleno sentido la divisa
personal de nadar contra corriente, que los autores han tomado
como subtítulo del volumen.
El interés de esta bibliografía debe mucho también a la
movilización de unas fuentes documentales muy ricas, que
deberían haber sido citadas con una mayor precisión, y que no
estuvieron a disposición de biógrafos anteriores como Andrés
Saborit, su compañero de luchas políticas. En ellas aparece el
Besteiro privado, fundamentalmente a través de las cartas con su
mujer Dolores Cebrián, de las que ya conocíamos las últimas,
editadas por Carmen de Zulueta. También usan los autores una
rica documentación procedente de los fondos de la Institución
Libre de Enseñanza, a cuyas aulas se incorporó Besteiro a poco
de fundarse ésta.
Besteiro se movió entre Francisco Giner y Pablo Iglesias, dos
figuras señeras entre los protagonistas de las propuestas de
transformación que se experimentaron en la España de finales del
siglo XIX y comienzos del XX y, de hecho, es el personaje que
mejor puede encarnar el intento de hacer compatible las
actitudes institucionistas -inspiradas de forma cada vez más
tenue por el idealismo krausista- y un marxismo revisionista
inspirado por las teorías de Karl Kaustky. Tarea nada fácil pese
a la exultación ingenua que, durante el entierro de Pablo
Iglesias, en diciembre de 1925, expresara en voz alta el otro
elegante del comienzo de estas líneas, Fernando de los Ríos, de
militancia socialista más tardía como tardía fue también su
entrada en contacto con la Institución, hacia 1895, cuando
estaba a punto de iniciar los estudios universitarios.
Besteiro, que era catedrático de Lógica de la Universidad de
Madrid desde pocos meses antes de incorporarse al PSOE, resolvió
estos problemas de compaginación con una cierta rigidez
doctrinal que le llevó a estar en una posición incómoda dentro
del partido a partir de 1930, cuando se ponía en marcha la
conspiración que habría de precipitar la proclamación de la II
República. En ella fue Presidente de las Cortes Constituyentes.
Durante la guerra civil permaneció en Madrid para terminar
estrechamente ligado a los sufrimientos de sus paisanos. Fue,
tal vez, la personalidad política de mayor relieve que cayó en
las manos de las tropas franquistas al caer Madrid. Encarcelado,
tuvo que vivir una humillante experiencia de persecución -en la
que los autores recobran el pulso dramático de la narración- que
se cerraría en la cárcel de Carmona el 27 de septiembre de 1940.
BESTEIRO VISTO POR GRAU SANTOS - EL CULTURAL
(24-4-2003)

COMENTARIO de
CESAR VIDAL
FRAGMENTO
de la OBRA - Traslado de Julian Besteiro a la CARCEL de CARMONA
(1940)
Aquel insólito paréntesis en una España desgarrada
por la venganza duró poco. No era la vida saludable, la lectura y el
contacto con la naturaleza lo que el nuevo régimen destinaba a sus presos.
El día 30 de agosto, tras una verdadera odisea, Besteiro y los sacerdotes
vascos llegaron a Carmona, en la provincia de Sevilla, en cuya prisión
local fueron literalmente arrojados, después que hubieran trasladado a
Sevilla a los presos de la localidad. «El viaje es largo y hemos llegado
bastante cansados. Mañana te escribiré más despacio. Lo que he visto de la
ciudad es muy pintoresco», esa era la versión escueta que Besteiro dio a
su esposa en una postal escrita apresuradamente el día 30. Habían salido
de Dueñas el lunes 28 a las cinco de la tarde y llegaron a Carmona el
miércoles 30 a las siete de la tarde, en unos camiones que los llevaron
desde Guadajoz, donde habían bajado del tren. El padre Ugarte, uno de los
curas vascos que acompañaron a Besteiro, dejó escrita una versión más
completa del viaje que nos muestra un cuadro de la España negra de 1939
El padre Ugarte escribe del teniente al que, con catorce
guardias civiles, le encomendaron la misión de llevar a los presos desde
Dueñas hasta la estación del Norte, en Madrid, en que un nuevo pelotón se
haría cargo de los presos, del desconcierto del teniente al llegar a
Madrid, a las ocho de la mañana, y comprobar que nadie sabía de él ni de
sus presos¡ de cómo cargó a los presos en dos camiones que recorrieron de
punta a punta la ciudad, tratando de encontrar una cárcel para ellos y de
cómo, «recorridas en vano todas las prisiones de la capital y habiéndose
llamado a andanas la Dirección General, decidió continuar el viaje
llevándonos acto seguido a la estación». Entre tanto,«pudo contemplar
atónito el pueblo de Madrid el ir y venir de dos camiones abiertos y
exhibiendo una extraña mercancía: catorce carmelitas, un pasionista y
varias decenas de sacerdotes rodeando al ex presidente de las Cortes
Constituyentes». En aquella espera, «nuestra libertad de movimientos
durante las horas que faltaban para la salida del tren fue absoluta. Hubo
varios que, en busca de melones, se adentraron por las calles hasta
perderse de vista. Los más anduvimos entre el andén y el bar luchando a
golpe de refrescos inocuos contra un sol de justicia, mientras don Julián
sentado estoicamente en un rincón del vagón esperaba meditando, sin duda,
en el homenaje silencioso de tantas gentes que, al reconocerlo, no habían
podido reprimir un gesto de adhesión emocionada y dolorida. Fue un detalle
que se me metió muy adentro, pues aquellas caras trascendían más a
devoción religiosa que a partidismo político».
Aquella experiencia, que para los sacerdotes vascos constituyó
una «aventura veraniega» que el padre Ugarte relata con un punto de humor
negro, para Besteiro debió representar un episodio amargo Y una
humillación añadida. En aquel ambiente de aventura veraniega, continúa el
sacerdote cronista, «solo nos faltaba un elemento para sentimos felices:
la cerveza. Dada su escasez, estaba reservada, seguramente, para ciertos
jerarcas Y era inútil insistir a unos camareros que se sabían el disco de
memoria: "no hay". El disco se fue repitiendo hasta que al llegar al
mostrador alguien pensó: estos nos han tomado por curas del montón...
¡Oiga!, somos curas presos. Con nosotros viene D. Julián Besteiro, ¿no
podría usted darme una cerveza para él? Ni el "Sésamo ábrete" de Alí Babá
hubiera superado en eficacia a semejante talismán. Como por arte de magia,
los camareros se liaron a cometer delitos de «auxilio a la rebelión» y la
cerveza corrió a caño libre». Besteiro, recluido en un rincón del vagón,
renunció a hacer llegar a su casa la noticia de que se encontraba allí
para que fueran a estar con él. Prefirió evitarles el mal rato y
permaneció allí hasta que, a las 18.45 de la tarde, salió el tren para
Carmona. Días después, escribió a Dolores: «Ya me temía yo que llegase a
ti la noticia de nuestro paso por Madrid. Es la cosa un poco difícil de
explicar. Pero prefería no verte aun estando tan cerca y habiendo pasado
tantas horas en Madrid, tan cerca de vosotros».
Las condiciones de aquel antro eran deplorables. No había
camas, salvo si la traían los presos, y Besteiro hubo de dormir en el
suelo de una enorme cripta, cubierta por una bóveda de arcos cruzados,
sobre una piel de cordero que le dejó el médico de la prisión. Sin
embargo, en su correspondencia, se esfuerza por ocultar estos datos y no
añadir más preocupaciones a las muchas que tenía su esposa. «Lo mejor que
hay aquí es la fruta (uvas, melones, sobre todo) de la cual hago un gran
consumo. Una de las ventajas de aquí es que la prisión tiene un médico que
viene todos los días -poco tardaría en comprobar que aquel médico no era
una ventaja para la cárcel- y se interesa por los reclusos»39. «El régimen
se parece más al de Madrid que al de Dueñas. El edificio está en la
población y no hay más comunicación con la Naturaleza que la atmosférica,
por medio de un patio en el cual hacemos la mayor parte de nuestra vida.
Las provisiones y toda la relación comercial se verifica por una especie
de mercadillo a través de una reja (...). Por esa reja venden la fruta,
los huevos, la caza (...). Mis compañeros, grandes organizadores, corren
con la compra y preparación de la base de la alimentación que es común.
Después cada individuo o grupo de individuos, añade lo que quiere» 4°.
Además, en los primeros meses pudo contar con la valiosa ayuda de Carmelo
Antomás, un compañero preso, que hacía las veces de ordenanza: «Yo tengo
un ordenanza que es un lince y me resuelve muchos problemas prácticos para
los cuales confieso que estoy mal dotado. La reglamentación de la vida es
la general de las prisiones. Así, la comunicación es el domingo; hay doble
reja. La expedición de cartas es el miércoles». Poco a poco le fue
comunicando la realidad en que se encontraba: «¿Cómo quieres, Lolita -le
decía el 14 de noviembre-, que cuando la cosa no tenía remedio te fuese a
notificar que dormía en el suelo?». Cuando los curas vascos recibieron los
colchones y camas que habían dejado en Dueñas, uno de ellos, el padre
Ganchagui, le cedió el suyo a Besteiro. Más tarde, le prestaron una cama
de hierro, de manera que, mes y medio después de su llegada, podía dormir
en cama. Con el fin de devolver el colchón a su dueño, pidió a Dolores que
le enviara uno junto con una almohada. Entonces pudo contarle las
penalidades por las que había pasado.
2003-La Asociacion Julian Besteiro crea la Pagina Web -
Www.Socialdemocracia.Net
2003-
Enrique Sanchez Lubian - "Julian Besteiro en Toledo
(1899-1912): Cronica de una calaverada de juventud" en la revista Archivo
Secreto -Numero 1 - Sociedad Arqueologica de Toledo
2003
- Enrique Sanchez Lubian - "Besteiro. Años de Juventud" - En la
Colección Monografías 20 del Servicio de Publicaciones de la Junta de
Comunidades de Castilla-La Mancha.

Articulo de Jesús Fuentes Lázaro sobre la obra de Enrique
Sánchez Lubián
Entrevista de Ana
Isabel Jiménez a Enrique Sánchez Lubián
Enrique Sánchez Lubián autor del libro
“Besteiro, años de juventud”
“BESTEIRO FUE MUCHOS AÑOS UN SOCIALISTA SIN PARTIDO”
A Julián Besteiro la
Historia de España le jugó una mala pasada. Como a muchos la Guerra Civil le
supuso un sacrificio personal difícilmente asumible. Enrique Sánchez Lubián,
saca a la luz en “Besteiro, años de juventud” los primeros años de la vida
política de este líder socialista que tuvo a Toledo como fragua de ideas y
pensamientos y contribuyó a forjar una personalidad marcada por la ética y la
coherencia sin olvidar el compromiso político.
"Adiós,
Lolita de mi alma. Te he querido siempre, pero hoy te quiero con un amor grave y
profundo, tan indestructible como la rectitud de mi conducta, con un amor que te
acompañará siempre, unido inseparablemente a ti, en cualesquiera que sean las
vicisitudes de la vida...” son palabras extraídas de una carta de despedida de
un hombre que está en prisión y sometido a Consejo de Guerra. Es julio de 1939,
Julián Besteiro se despide de su mujer Dolores Cebrían, a quien conoció en
Toledo, es consciente de que la historia de amor que comenzó en 1913 está a
punto de pasar página. El periodista Enrique Sánchez Lubián ha recogido en
“Besteiro, años de juventud”, editado por Servicio de Publicaciones de la Junta
de Comunidades, las inquietudes de este joven profesor que llega a la Ciudad
Imperial, sus primeros contactos con la clase obrera, su dedicación al
Ayuntamiento, los años de juventud que marcaron a un hombre que ha pasado a la
Historia como uno de los grandes líderes del Partido Socialista Obrero Español.
Julián Besteiro llega a Toledo con el siglo XX a ocupar una plaza como
Catedrático de Lógica. ¿Cómo era el Toledo de principios de siglo que recibe al
joven Besteiro?
Toledo comenzaba en aquellos años a despertar al turismo, los viajeros
románticos habían abierto el camino y comenzaban a marcarse las pautas de lo que
iba a ser la explotación turística de la ciudad. Algunos de los males que ahora
padecemos ya se reflejan en esta época, las guías turísticas de la época ya
alertan al viajero para visitar la ciudad en un día. El gran motor de la ciudad
era la Fábrica de Armas como exponente de la industria en la capital, una
fábrica con momentos de incertidumbre que se vivían con inquietud, otro sector
importante era la Academia Militar, que vivió también momentos complicados, la
ciudad ya se definía por tanto como una ciudad de servicios.
La
personalidad de Besteiro parece no encajar demasiado con el Toledo de principios
de siglo, una ciudad decimonónica que sobrevive entre decadencias históricas,
una clase acomodada y un movimiento obrero que empieza a destacar.
A través de la prensa de la época y de las actas del Ayuntamiento descubres que
en estos años en Toledo coincidieron una serie de personajes e inquietudes que
marcaron diferencias intelectuales y culturales. El talante de estos personajes
lo hemos podido ver en Toledo en las muestras antológicas de Enrique Vera o
Arredondo... En aquellos años muchos de los concejales del Ayuntamiento eran
profesores del Instituto, de la Escuela de Artes, médicos, de todas las
ideologías que favorecían una cierta inquietud cultural, regeneracionista. La
crisis del 98 había influido en estas personas, formadas al amparo de la
Institución Libre de Enseñanza, sorprenden algunas de las iniciativas
presentadas al Consistorio, el padre de Enrique Vera, José Vera, compañero de
Besteiro presentó una moción para que se crearan en los colegios comedores para
que los niños más pobres pudiesen comer y desayunar a costa del Ayuntamiento, la
implantación de las colonias escolares o la propia creación del Parque Escolar,
una iniciativa de la Unión Republicana para que los niños de Toledo plantaran
cada uno un árbol. Existían inquietudes que resultaban revulsivas para la
realidad de la ciudad
Sorprende en la figura de Besteiro su cercanía con los problemas sociales de la
época pese a su origen de clase acomodada.
Su formación en la Institución Libre de Enseñanza donde tuvo como profesores a
Giner de los Ríos y Cossío y más tarde en la Universidad donde fue pupilo de
Salmerón le marcaron unas pautas políticas importantes. Comienza a militar en la
Unión Republicana, un partido fronterizo con el partido socialista, y Besteiro
conectaba con esas inquietudes que se traducen en el trabajo del Ayuntamiento
con iniciativas, en ocasiones más voluntariosas que prácticas, como crear una
cooperativa para obreros, dos becas para trabajadores de la Fábrica para que se
formaran en París, comienzan a mantener contacto con el Círculo Obrero de Toledo
dando conferencias y clases nocturnas. Tenía ese germen filo-socialista de la
época.
Toledo es testigo del comienzo de la transformación ideológica de Besteiro.
¿Cómo es ese proceso?
La transformación ideológica de Besteiro comienza en Toledo, pero él se niega o
no puede reconocer. Por qué no puede asumirla, porque Toledo era una ciudad
fría, cerrada, con parcelas de poder muy importantes reservadas a la Iglesia,
eran tiempos del Cardenal Sancha, de la alta burguesía conservadora... que eran
quienes criticaban las inquietudes sociales de Besteiro. Sirva como ejemplo la
polémica protagonizada entre él y Ramiro Fernández Balbuena, canónigo de la
Catedral, por la negativa de Unión Republicana a otorgar una subvención al
Arzobispado para la celebración de un concurso. Los sectores más conservadores
de la ciudad no entendían como una persona de su posición se convertía en
portavoz de la clase obrera. Estas polémicas le afectaban, llegó incluso a
abandonar el Ayuntamiento por temporadas, hasta que reaparece en 1908 con la
llegada de Pablo Iglesias a la ciudad.
¿Cómo fue ese primer encuentro en Toledo entre Julián Besteiro y Pablo Iglesias?
El gobernador civil de la ciudad prohíbe un mitin en Toledo de Pablo Iglesias.
Besteiro acude al Ayuntamiento y protesta alegando que una ciudad como Toledo,
sede de la tolerancia y la convivencia, ya en aquellos años se hablaba en estos
términos, no podía permitirse el lujo de vetar al dirigente socialista. Aquello
provocó un escándalo en las Casas Consistoriales, con desalojo incluido del
público presente, y a las dos o tres semanas se autoriza el mítin, Pablo
Iglesias acude a Toledo a dar el mítin e invita a Besteiro a participar en este
acto político. Fue la primera vez que Besteiro escuchó al líder socialista y
quedó impresionado, este encuentro fue el paso decisivo que le impulsó en su
transformación política y a ingresar en el Partido Socialista. Tras una etapa de
estudios en Alemania, conoce el marxismo, y comienza a dar conferencias en
Madrid invitado por Largo Caballero, termina encarcelado por unos días, y
después ingresa en el PSOE. Lo primero que hace es venir a Toledo a dar un mitin
un domingo por la mañana, en un cinematógrafo que existía en el paseo del
Miradero, y les dice a los toledanos que ha roto los contactos con la burguesía
toledana, que no se considera uno de ellos y que ha ingresado en el PSOE,
pidiendo a los toledanos que sigan su camino. Besteiro sufre una transformación
personal importante en sus convicciones sociales y llega a la conclusión de que
el marxismo, del que al principio por educación y origen social estaba alejado,
se da cuenta que es perfectamente asumible con la entrada en el Partido
Socialista. Y esa transformación comienza en Toledo.
Un
hombre cabal, coherente, ético... son algunas de sus cualidades como político y
como persona.
Besteiro ha pasado a la Historia de España como un ejemplo de honradez,
honestidad y ética política. Fue un socialista abocado a la sustitución de Pablo
Iglesias tras su muerte, tanto en la UGT como en el PSOE, y sin embargo, cuando
a principios de los años treinta ve la deriva revolucionaria que toma el
partido, no se siente cómodo y entonces hizo algo que no es frecuente, renunció
a sus cargos y lo hizo porque personalmente consideraba que el rumbo que estaba
tomando el PSOE no era el que él quería. En los años anteriores a la
proclamación de la II República se opuso a que el PSOE entrara en acción
política de gobierno, consideraba que la organización no estaba suficientemente
preparada y creía oportuno seguir educando y formando a los trabajadores y
militantes socialistas a asumir el poder con una garantía de éxito. Esta postura
le supuso una serie de enfrentamientos en su propio partido, encabezados por
Largo Caballero, y su automarginación. Elegido presidente de las Cortes del año
31, fue un presidente modélico, hasta Azaña, como presidente de la República, se
sentía molesto por cómo dirigía los debates. Son los años en que Besteiro es un
socialista sin partido, reconocido y querido por los ciudadanos, sobre todo por
los madrileños, en las elecciones municipales del 36 fue el candidato más votado
del Frente Popular, sin haber hecho campaña, frente a Largo Caballero lo que se
consideró como un triunfo de la moderación frente a la radicalidad de Largo
Caballero e Indalecio Prieto.
Podemos hablar entonces de un doble juicio político a la hora de valorar la
trayectoria de Julián Besteiro.
A partir de este momento comienza la doble valoración de Besteiro, por un lado
un hombre ecuánime y del otro un hombre pusilánime e incluso como un hombre que
no fue fiel con la República. Al final de la Guerra Civil es cuando Besteiro
adquiere la máxima expresión de la dignidad humana. Aunque tiene oportunidades
para marcharse de España, prefiere quedarse en Madrid, piensa que un hombre de
su edad, casi sesenta años, enfermo y que no tenía sobre sí delitos de sangre,
no tenía nada que temer. Entra en el Gobierno provisional del general Casado y
trata de negociar con las tropas de Franco que la entrada en Madrid no se
convierta en un baño de sangre, aquello acrecienta su enemistad con los sectores
más radicales de la izquierda, desde el Partido Comunista consideran que
Besteiro es la persona que vende a la República. Cuando las tropas nacionales
entran en Madrid, Besteiro es la persona con más rango en la República que cae
prisionero y él que pensaba que por su edad no le iba a ocurrir nada se ve
sometido a un proceso de guerra y condenado a cadena perpetua. El General Franco
le somete a una humillación cruel y dramática, tras vagar por varias prisiones,
termina en Carmona, Sevilla, abandonado y le dejan morir como a un perro, los
médicos de la prisión se niegan a aliviarle en su enfermedad, su mujer Dolores
Cebrián tiene que esperar hasta sus últimas horas de vida a la puerta de la
prisión para que le dejen entrar a verle morir. En su muerte se sigue
reivindicando socialista y pide que cuando la libertad vuelva a España, su
cuerpo sea envuelto en una bandera roja y sea trasladado al cementerio civil de
Madrid, junto a los restos de Pablo Iglesias, hubo que esperar hasta 1960 y
mientras tanto en Carmona estaba prohibido el acceso al cementerio para visitar
la tumba de Besteiro.
¿Qué queda en la memoria histórica acerca de Julián Besteiro?
Durante el proceso de guerra Besteiro reafirma su lealtad al Partido Socialista
y a la República y que en esos momentos también era leal con el tribunal que le
estaba juzgando. A su mujer en las cartas de despedida le dice que siempre ha
sido coherente y honesto en su vida y que la Historia le juzgará y lo único que
le puede dejar, después de tantos años dedicado a la política, es su nombre y
que le recuerden como una persona cabal. Yo creo que a partir de este momento el
mito de Besteiro resurge, pero a la vez se queda silenciado por el Régimen. La
familia de Besteiro, especialmente una sobrina suya Carmen de Zulueta ha
publicado sus cartas personales, entiende que con la muerte que le dio Franco,
dejándole morir como a un animal, Franco quiso intentar borrar la memoria de
Besteiro de la Historia de España. ¿Por qué? Fundamentalmente porque el recuerdo
de un socialista honesto, cabal y querido y reconocido por los ciudadanos era
mucho más peligroso mantenerlo vivo que otros recuerdos de otros personajes de
la izquierda más radicalizados e implicados en el desarrollo de la Guerra Civil
Española. De hecho en Toledo, a raíz de la publicación de este libro, hay gente
que sigue manteniendo vivo el recuerdo de Julián Besteiro. Me quedaría con el
ejemplo del político ético y coherente y sobre todo a pesar de que esa ética y
esa coherencia en su momento le generó ciertos enfrentamientos en su propio
partido. No fue un político que quiso estar siempre en el poder por el poder,
antepuso sus ideas y su honestidad personal a esto y ello le provocó que a lo
largo de su vida tuviera un gran número de admiradores y detractores, incluso
dentro de su propio partido.
Ana
Isabel Jiménez
ABC - SANCHEZ LUBIAN RECUPERA LA ESTANCIA DE JULIAN
BESTEIRO EN TOLEDO
24-6-2003 23:58:15
TOLEDO. «Besteiro. Años de juventud» es el título del último libro
del periodista Enrique Sánchez Lubián, que acaba de ser editado por
el servicio de Publicaciones de la Junta de Comunidades de
Castilla-La Mancha. En el mismo se aborda biográficamente la
estancia del catedrático y político socialista Julián Besteiro en la
ciudad de Toledo entre los años 1898 y 1912, periodo en el que
desempeñó la cátedra de Psicología, Lógica y Ética en el Instituto
toledano y fue concejal en el Ayuntamiento de la capital.
El trabajo se completa con una selección de sus escritos de aquella
época, destacando un importante número de textos inéditos,
rescatados por el autor de entre la documentación personal de
Besteiro, algunos de los cuales publicados bajo el seudónimo de Luis
Lambert.
2003 - HERNANDEZ CARRIBA gana el PREMIO "LETRAS" con un
RELATO sobre BESTEIRO
Articulo de Elena Fernandez-Pello para LA NUEVA ESPAÑA
LA
NUEVA ESPAÑA. Elena FERNÁNDEZ-PELLO Juan José Hernández Carriba,
periodista de 27 años y nacido en La Bañeza, es el ganador de la segunda
edición del premio «Letras» de novela corta con un relato sobre los
últimos meses del presidente de las Cortes, el dirigente socialista Julián
Besteiro, que se negó a exiliarse y falleció en la cárcel de Carmona en
Sevilla en 1940. «La morada de las valquirias» -ése es el título de la
novela galardonada- tiene, según su autor, un doble trasfondo: trata sobre
el exilio y sobre la inutilidad de cualquier guerra.
La novela cuenta el periplo de Julián Besteiro por las cárceles españolas
desde el final de la guerra civil a través de la memoria de un exiliado en
Helsinki, que fue testigo del proceso Besteiro y que revive esos recuerdos
a petición de una joven que prepara su tesis.
Esta será la primera novela publicada de Hernández Carriba, a pesar de los
muchos premios que ha acumulado en estos últimos años, entre ellos, el de
novela breve para jóvenes escritores «Valentín García Yebra», el de
narrativa de la Universidad Politécnica de Madrid y el de novela corta
«Casino de Lorca».
El ganador del premio «Letras» es licenciado en Periodismo por la
Universidad Complutense, redactor de Castilla-La Mancha TV y colaborador
habitual de «Motor 16» y «Auto y diesel». El autor, que reside en Toledo,
manifestó su intención de asistir al acto de entrega del premio, que se
celebrará el 30 de abril coincidiendo con la inauguración de la feria
Libroviedo.
El fallo del premio, convocado por la editorial Septem y Libroviedo, se
presentó en un acto al que asistieron el presidente y vicepresidente de
Libroviedo, Pedro García y Luis Martín, respectivamente, además de Carmen
Ruiz-Tilve, cronista de Oviedo, y Marta Magadán, de Septem. A esta edición
se presentaron 34 novelas, la mayoría remitidas desde Asturias (el 42 por
ciento, concretamente) y el resto de las que llegaron desde España
procedían de Madrid, Andalucía, Valencia, Extremadura, Cataluña y Aragón.
La cuarta parte de las obras a concurso fueron remitidas desde México,
Colombia, Argentina, Francia y Canadá.
El jurado estuvo presidido Ruiz-Tilve y formaron parte de él Luis Arias
Argüelles-Meres, Armando Murias Ibias, Heradio González Cano, Isabel Cueto
Sevilla, Jesús Rivas García e Isabel Lorenzo Cascallana. El premio está
dotado con 750 euros e incluye la publicación de la novela ganadora, con
una tirada de entre 1.000 y 1.500 ejemplares.
2003 - Carlos Sambricio (Editor) - PLAN BESTEIRO, 1939.
Comite de Reforma, Reconstrucción y Saneamiento de Madrid. Esquema y Bases
del PLAN REGIONAL de MADRID: Madrid 1939. (EDITORIAL NEREA)

RESEÑA de UNILIBRO
Si a finales del siglo xix y principios del xx la
preocupación de los urbanistas madrileños fue definir los «ensanches» y
poco más adelante, en los sucesivos «Planes Comarcales» de 1923,1929 y
1934. resolver el crecimiento de la ciudad mediante su descentralización
utilizando por primera vez el ferrocarril a finales de la década de los
años treinta, en marzo de 1939. para el Comité de Reforma, Reconstrucción
y Saneamiento de Madrid (Esquema y Bases para el desarrollo del Plan
Regional de Madrid) la preocupación fue entender el territorio como un
espacio de relaciones económicas. Para Julián Besteiro, Presidente del
Comité, la reconstrucción y reforma de Madrid no sólo pasaba por la
reforma interior del casco urbano o por la definición de un nuevo límite
de la ciudad, sino por la construcción en terrenos de baja valoración, que
sólo podían obtenerse en parajes atojados del centro, consciente de que
estos nuevos núcleos de población debían cumplir una función reguladora
del valor del suelo. Geddes. por una parte, y el Greater London Regional
Planning de Abercrombie. por otra, fueron referencias de una nueva manera
de entender to que Besteiro Hamo «Gran Madrid», marco territorial de una
constelación de comunidades urbanas de diferentes tamaños. La publicación
del Esquema y Bases para el desarrollo del Plan Regional de Madrid par la
Consejería de Obras Publicas, Urbanismo y Transportes va a permitir
valorar este importante documento, el primero que utilizó la denominación
de «Plan Regional». Esta publicación junto con la del Plan General de
Ordenación de Madrid, 1941-1941, de Pedro Bidagor, y la ya realizada por
la Consejería de las Memorias inéditas de Secundino Zuazo, 1919-1940,
conforman una trilogía determinante para conocer la transformación del
territorio que hoy conocemos como MadridRegión Capital.
2004 - Nueva
Edición de "CARTAS desde la PRISIÓN"
CARTAS desde la PRISION
CARTAS desde la PRISION recoge una SELECCION de las CARTAS que Julian
besteiro envio a su esposa Dolores Cebrian, desde la Prision de Cartagena en
1917 y desde la Prision de Carmona en 1940, fueron seleccionadas por su sobrina
CARMEN de ZULUETA
-Primera Edicion (1988) por Alianza Editorial
-Segunda Edicion (2004) por la Editorial Biblioteca Nueva
NOTA EDITORIAL sobre el LIBRO
CARTAS DESDE LA
PRISIÓN. 110 CARTAS A SU ESPOSA DOLORES CEBRIÁN
Julián Besteiro (Biblioteca Nueva)
Julián
Besteiro, uno de los grandes líderes del socialismo español, fue condenado en
dos ocasiones a cadena perpetua: en 1917 como promotor de la Huelga General y en
1939, al término de la Guerra Civil. Desde las cárceles en que cumplía condena
escribió a su mujer, Dolores Cebrián, casi a diario, hasta que le llegó la
muerte, en la prisión de Carmona, en 1940. De las más de trescientas cartas que
componen la colección total, se publican ahora 110, las de mayor interés
político y humano. En la primera serie, las escritas desde la prisión de
Cartagena, el lector encontrará las opiniones contundentes de un Besteiro más
joven, sobre los personajes y acontecimientos del momento, y sus esperanzas y
proyectos de futuro. En la segunda, en cambio, descubrirá a un hombre recluido
en sus afectos y sentimientos más íntimos ―su familia, sus amigos, los escasos
elementos naturales que le es dado contemplar...― que pierde poco a poco la
esperanza en su propio futuro y en el de su país. Junto a las cartas, este
volumen recoge dos documentos de extraordinario interés: la semblanza que Carmen
de Zulueta hace de sus tíos Dolores y Julián, y las notas que, a modo de diario,
Dolores Cebrián escribió en los últimos días de la vida de Besteiro relatando
los sufrimientos de su esposo.
COMENTARIO EDITORIAL de la REVISTA ¿QUE LEER?
El Besteiro epistolar
por Borja Martínez
La Escuela Julián Besteiro y la editorial Biblioteca Nueva han preparado una
reedición (Cartas desde la prisión, de Julián Besteiro) de las cartas que el que
fue presidente de la UGT y el PSOE intercambió con su esposa Dolores Cebrián
durante sus dos estancias en la cárcel: la primera, entre el verano de 1917 y
mayo de 1918; y, muchos años después, al terminar la guerra y hasta su muerte,
entre abril del 1939 y septiembre de 1940.
CARTAS desde la PRISIÓN - PRESENTACIÓN de
SEVILLA
8 de Abril de 2005
INTERVENCIONES:
-FERNANDO RODRIGUEZ VILLALOBOS - Director de la DIPUTACIÓN de SEVILLA
-JOSE MANZANARES - Director de la ESCUELA JULIÁN BESTEIRO
-CANDIDO MENDEZ - Secretario General de la UGT
-MANUEL PASTRANA - Secretario General de la UGT-Andalucía
ARTICULO de EL PAIS sobre la PRESENTACIÓN de
CARTAS desde la PRISIÓN en SEVILLA
Firmado por S.B. (Sevilla) - 09-04-2005
El dirigente del PSOE Julián Besteiro veía de cerca la muerte en julio de
1939. La República había perdido la Guerra Civil. Besteiro había tenido el valor
de quedarse en España y sufrir con muchos de sus partidarios la represión de los
vencedores franquistas. Preso en Madrid, escribía a Dolores Cebrián, su mujer,
unas cartas que mostraban su serenidad y valentía. Y, sobre todo, el amor que
sentía por su país. El libro Cartas desde la prisión, de Julián Besteiro
(Madrid, 1870-Carmona, Sevilla, 1940), fue presentado ayer por la tarde en la
Casa de la Provincia de Sevilla. El libro, que lleva como subtítulo 110
cartas a su esposa, Dolores Cebrián, ha sido publicado por Biblioteca Nueva
y la Escuela Julián Besteiro.
"He entrado ahora en un momento misterioso de mi proceso en el cual pueden
ocurrir varias cosas. Una de ellas es que, una noche, me llamen a comparecer
ante el pelotón de las ejecuciones (...) Por mí no te lamentes. Como he dicho
ayer en el Consejo de Guerra, yo creo haber adquirido en cierto modo la
naturaleza del mártir, bien propia de los días que hemos vivido y vivimos. La
idea de la muerte no me produce ningún terror y, si el sacrificio de mi vida se
hubiese de traducir en un bien general, lo aceptaría gustoso. Lo que me tortura
eres tú, la idea de dejarte en el dolor y el desamparo", señala en una misiva
escrita el 9 de julio de 1939.
Catedrático de Lógica Fundamental en la Universidad de Madrid desde 1912,
Besteiro militó en el PSOE y en la UGT. En 1917 fue encarcelado por su
participación en la huelga general de ese año. Fue presidente del PSOE entre
1925 y 1932 y de la UGT entre 1925 y 1933. Detenido en 1939, fue condenado a 30
años de prisión. Murió en la cárcel de Carmona en 1940.
Interés político y humano
En la presentación participaron el director de la Diputación de Sevilla,
Fernando Rodríguez Villalobos, el director de la Escuela Julián Besteiro de UGT,
José Manzanares, y los secretarios generales de UGT y UGT-Andalucía, Cándido
Méndez y Manuel Pastrana, respectivamente, ante algo más de medio centenar de
personas.
De las 300 cartas que escribió a su mujer, el libro recoge las 110 que tienen
un mayor interés político y humano. En la primera serie figuran las misivas
escritas en la prisión de Cartagena entre 1917 y 1918. Son cartas en las que
destaca su esperanza de futuro. La segunda serie de cartas -enviadas desde las
prisiones de Madrid y Carmona- muestran a una persona que se aferra a sus
sentimientos más íntimos. Su familia y sus amigos son las tablas a las que se
agarra un hombre viejo que, a pesar de todas las penurias, es capaz de ofrecer
su vida por el bien de España.
Rodríguez Villalobos destacó "la sensatez, cordura y sosiego" de Besteiro "en
un contexto político en el que faltaron esas cualidades". El presidente de la
Diputación hizo hincapié en "la filantropía" del dirigente del PSOE.
PRESENTACIÓN de CARTAGENA
21 de Abril en la Universidad Politécnica de Cartagena
-Candido Mendez - Secretario General de la UGT
-Jose Manzanares - Director de la Escuela Julián Besteiro de la UGT
-Antonio López Baños - Secretario General de la UGT-Murcia
-Juan Ramón Medina Precioso - Consejero de Educación y Cultura
-Felix Faura Mateu - Rector de la Universidad Politecnica de Cartagena
2004 -
VI
PREMIO JULIÁN BESTEIRO
de las LETRAS y las ARTES a JOSÉ LUIS
SAMPEDRO
Nació José Luis Sampedro en Barcelona donde en ese momento
estaba destinado su padre que era médico militar. pero sus primeros recuerdos
están en Tánger a donde llegó con año y medio y donde pasó su infancia. Allí
nacieron sus dos hermanos -Carlos y Carmen- y allí comenzó sus estudios, con 3
años, en el Colegio del Sagrado Corazón de padres franciscanos. Muchos factores
influyen en el carácter multicultural de la obra de Sampedro: su época infantil
en Tánger, la ciudad acogedora de diferentes culturas e idiomas; el hecho de que
tanto sus padres como dos abuelos hubieran nacido fuera de España (su padre en
la Habana, su madre en Orán (Argelia), el abuelo en Manila y la abuela en
Lugano), y el hecho de haber desarrollado su infancia y adolescencia en espacios
diversos de la geografía española: Cihuela (Soria), Zaragoza, Aranjuez, a donde
llegó con 13 años y concluyó sus estudios de Bachillerato y en la que encontró
el germen de dos de sus futuras novelas: "El Real Sitio" y "El Río que nos
lleva", y Madrid, donde ganó las oposiciones a funcionario de Aduanas... Todo
ello avivó, sin ninguna duda, su interés por la diversidad de culturas y
ambientes tan presentes y continuos en su obra. En 1935 se trasladó a Santander
a la Escuela de Aduanas y allí le sorprendió la Guerra Civil. Es movilizado por
el Ejército republicano. La Guerra la sufrió en Burgos, Melilla, Cataluña,
Guadalajara y Huete (Cuenca).Una vez finalizada la Guerra se matriculó en la
Facultad de Ciencias Políticas y Económicas licenciándose en 1947 con premio
extraordinario y de 1955 a 1969 mantuvo la Cátedra de Estructura Económica en la
Universidad Complutense de Madrid. Fue subdirector (1962-1969) y asesor
(1979-1981) del Banco Exterior de España, donde se ocupa de crear un Servicio de
Estudios.En 1969-70 se exilió a Gran Bretaña como contestación a las
deportaciones de catedráticos de la Universidad de Madrid, dando clases como "Visiting
Profesor" en las Universidades de Liverpool y de Salford.En 1971 regresa al
Ministerio de Hacienda como Asesor Económico de la Dirección General de Aduanas
y retoma su labor docente impartiendo cursos en la Escuela Diplomática, el
Instituto de Estudios Fiscales y en la Universidad Autónoma de Barcelona. Tras
la muerte de Franco es nombrado Senador por designación real (1977-1979) en las
primeras Cortes Democráticas. Tras su jubilación en 1984 se dedica
fundamentalmente a la literatura convirtiéndose en uno de los escritores de
mayor éxito de habla hispana. En 1990 es elegido miembro de la Real Academia
Española de la Lengua. Su heterodoxo discurso de ingreso "Desde la frontera" es
un canto a la vida, el amor y la tolerancia. Como teórico de la Economía ha
defendido siempre la necesidad de un enfoque global y sistémico enfrentado a la
economía ortodoxa. Desarrolla unas concepciones estructurales originales de
carácter dialéctico e histórico. Son importantes sus aportaciones a la teoría
del desarrollo, desde un punto de vista estructural, siempre dominado por
concepciones éticas y humanistas.
2004 - LA MORADA de las VALQUIRIAS de JUAN JOSÉ HERNÁNDEZ CARRIBA

RESEÑA de SEPTEM EDITORIAL
Abril de
1939. La guerra civil ha terminado, pero el sufrimiento y el dolor de miles de
personas no ha hecho más que empezar. Al exilio de muchos españoles derrotados
se une la persecución y el aislamiento de otros tantos que habrán de refugiarse
en sus propias creencias para sobrevivir en las inhóspitas cárceles atestadas de
reos pendientes de un juicio donde no se administrará la justicia sino el
resentimiento o la venganza. De presidio en presidio, aguardando la resolución
de un expediente lleno de irregularidades, espera uno de los socialistas más
íntegros, Julián Besteiro, ex presidente de las Cortes, que no quiso tomar el
camino de la diáspora, como muchos correligionarios que, ante la amenaza de la
victoria de las tropas de Franco, no dudaron en marcharse al extranjero.
Permaneció hasta el último momento con los suyos, con los obreros y
simpatizantes, con los republicanos que se opusieron a la sublevación militar,
pero también a la dependencia del régimen soviético, y ahora, olvidado de casi
todos, sólo arropado por el amor incondicional de su esposa, soporta las
condiciones más deplorables en las míseras e infectas mazmorras de la España
rota que inaugura la posguerra, mientras el nuevo régimen lo somete a un juicio
donde la sentencia condenatoria es inexorable. Casi sesenta años después, en el
retiro de un geriátrico de Helsinki, un viejo voluntario de la División Azul
habitante del Norte de Europa desde que acabó la II Guerra Mundial y testigo del
proceso a Besteiro en la sala de vistas, recuerda para una joven española
residente en la capital finlandesa, intérprete versada en lenguas finougrias,
las últimas semanas de vida del político socialista a través de la telaraña
imprecisa de los años discurridos. A partir de este testimonio la traductora,
que ya fracasó en su intento de completar una tesis doctoral sobre Ángel Ganivet,
diplomático español muerto en Riga un siglo atrás, se propone reconstruir las
últimas semanas de vida del socialista que falleció en la cárcel de Carmona en
Sevilla en 1940, después de un periplo atroz por media España. La morada de las
valquirias es un alegato contra la guerra y la persecución de los inocentes, una
novela donde se entrecruzan los enigmas del destino de varios personajes
dispares que convergen en torno a una fabulación construida sobre el paisaje
invernal y el temblor de la memoria recuperada.
2005 - Documental "Mas de 100
Años" sobre la Historia del Partido Socialista, realizado por PEDRO CARVAJAL.
Primer
Capítulo (1879-1939) - Patricio de Blas analiza la figura de Julián Besteiro.
2005 - VII PREMIO JULIÁN BESTEIRO DE LAS
ARTES y LAS LETRAS - A JOSEFINA ALDECOA
Josefina
Aldecoa (La Robla, León, 1926), es Doctora en Filosofía y Letras por la
Universidad de Madrid. En los años cuarenta empezó a formar parte de círculos
literarios como los de las revistas Espadaña y Revista Española.
Se casó en 1952 con el escritor Ignacio Aldecoa y tomó el apellido de éste. En
1959 fundó un colegio privado inspirado en las ideas de la Institución Libre de
Enseñanza, que todavía dirige. Su primera publicación es el libro de cuentos "A
ninguna parte" en 1962. En 1969, tras la muerte de su marido, hace una selección
y edición crítica de los cuentos del escritor, y escribe el libro de memorias
"Los niños de la guerra" (1983). En 1990 publica "Historia de una maestra" de la
que se han realizado 15 ediciones, dedicada a su madre, primer volumen de una
trilogía compuesta por esta obra,"Mujeres de Negro" y "La fuerza del destino".
Recientemente, casi 50 años después de escribirla, acaba de publicar "La Casa
Gris" (Septiembre de 2005) en la que narra la vida en una residencia de un grupo
de mujeres que luchan por abrirse camino en un Londres donde se aprecia la
huella de los bombardeos nazis.
INTERVENCIÓN de JOSEFINA ALDECOA
(Madrid, martes 8 de noviembre de 2005):
Queridos
amigos: Muchas gracias por estar aquí, en este acto de entrega del VII Premio
Julián Besteiro de las artes y las letras que tan generosamente me han concedido
los miembros del Jurado de este Premio a quines quiero expresar un
agradecimiento muy especial. Julián Besteiro es un nombre que conozco desde mi
infancia. Un nombre que sonaba a mi alrededor en aquellos lejanos años treinta.
Porque mi madre fue maestra de la República, con verdadera vocación profesional
y consciente de que sólo a través de la educación se salvaría el futuro de
España. La Unión general de Trabajadores tuvo siempre presente estos dos
factores, fundamentales para dar sentido y elevar el nivel intelectual de todos
los trabajadores. Porque todo el trabajo, desde el más simple al más complejo
debe tener en cuenta, el equilibrio entre la actividad laboral y el resto de las
actividades que ocupan el tiempo libre de un ser humano. La preocupación por la
educación de calidad para todos los ciudadanos, es una responsabilidad de los
gobiernos, contando siempre con la actitud solidaria del mundo de la cultura.
Elevar el nivel de la enseñanza pública no sólo influye
decisivamente, en la realización del trabajo bien hecho sino que amplia el
horizonte cultural de cada trabajador. Julián Besteiro como otros intelectuales
brillantes de la República se entregó a la causa de la cultura para todos, hasta
su muerte, en una cárcel franquista, en el año 1940. La brillante personalidad y
el trágico destino de Julián Besteiro estará siempre presente en el recuerdo
vivo de todos los españoles conscientes y responsables.
Muchas gracias, Josefina Aldecoa.
2006 - LOS
PERDEDORES en la HISTORIA de ESPAÑA de FERNANDO GARCIA de CORTAZAR
SOÑANDO UNA PAZ HONROSA
Julián Besteiro. El histórico dirigente socialista
pretendió lograr un honroso acuerdo de paz con las tropas franquistas desde el
mismo año en que empezó la guerra civil. Artífice de las últimas gestiones para
lograr un armisticio, permaneció en Madrid cuando entraron en la capital los
nacionales. Lo hizo convencido de que sus gestiones a favor del alto el fuego
serían tenidas en cuenta y de que la dictadura que se avecinaba iba a tolerar la
libertad sindical, como lo hiciera la de Miguel Primo de Rivera.Esto le
permitiría reorganizar la UGT. Se equivocó. Apenas fue hecho preso se le condenó
a 30 años. Murió solo y olvidado en la cárcel de Carmona (Sevilla).
2006 > PREMIO
JULIAN BESTEIRO 2006 a FERNANDO FERNÁN GÓMEZ
El académico de la Lengua, actor, director de cine y
escritor Fernando Fernán-Gómez ha sido galardonado con el Premio Julián Besteiro
de las Artes en su VIII edición.
El Jurado ha destacado "su amplia obra artística como actor y director de
cine y de teatro, así como narrador, memorialista, guionista y autor teatral
que ha marcado de manera significativa nuestra reciente vida cultural".
El secretario general del sindicato UGT, Cándido Méndez, participará junto a
la escritora
Almudena Grandes y el actor
José Sacristán,
en el acto homenaje que se le ofrecerá al académico, durante el transcurso
de un acto cultural que tendrá lugar en el Salón de Actos de la Escuela
Julián Besteiro de Madrid.
No está previsto que Fernán-Gómez acuda al acto. De Fernán-Gómez el Jurado
ha valorado "su honestidad, sencillez y talento que, junto con la proyección
y significado social de su creación, ha contribuido a enriquecer el
patrimonio cultural de nuestro país".
El Premio Julián Besteiro de las Artes y las Letras está destinado a
reconocer una trayectoria intelectual significada por su intrínseca calidad,
por la defensa de las libertades y por su proyección y significado social
que realizan artistas y autores españoles. En anteriores ediciones, este
galardón ha recaído en personalidades como el pintor Ramón Gaya (´in
memoriam´), el escritor José Manuel Caballero Bonald, el poeta ngel
González, la escritora Almudena Grandes o el dibujante satírico Andrés
Rábago García ´El Roto´. El año pasado le fue concedido a la escritora
Josefina Aldecoa.
2007 > PREMIO JULIAN BESTEIRO 2007 a IAN GIBSON

2008 > PREMIO JULIAN BESTEIRO 2008 a FRANCISCO AYALA

2008 - JULIÁN BESTEIRO, EL SANTO LAICO - DEL BLOG "LA TERCERA ESPAÑA"
Un hombre de paz y concordia en medio de
un país dividido y enfrentado. Un
humanista que entendía la política como
un servicio permanente al pueblo al que
no dudó en acompañar hasta dar la vida
por él. Un hombre honesto, incorruptible
que supo anteponer, rodeado de fanáticos
y totalitarios, la dignidad humana a su
propia ideología. Incomprendido por los
suyos, injustamente tratado por sus
enemigos, Julián Besteiro es sin duda un
digno representante de La tercera
España.
Nacido en Madrid en 1870 fue educado en
la Institución Libre de Enseñanza donde
coincidió con Fernando de los Ríos y los
hermanos Machado. Esta formación
krausista marcará su trayectoria vital,
política e intelectual. Tras sus
contactos con el Partido Radical de
Alejandro Lerroux, muy joven ingresa en
la Agrupación Socialista Madrileña y en
la UGT, atraído por la moralidad y la
honradez que representaban para él las
ideas socialistas. En 1917 fue elegido
concejal del Ayuntamiento de Madrid y en
1918 obtuvo un escaño de diputado a las
Cortes por Madrid.
Alineado desde un principio en el sector
más moderado del Partido Socialista
sufrirá los ataques de los doctrinarios
de su propio partido que sólo hablaban
de revolución y violencia. No le
perdonaron nunca su actitud
colaboracionista con las políticas
regeneracionistas de Miguel Primo de
Rivera ni su oposición a la violenta
revolución de Asturias en 1934, apoyada
por el mayoritario sector
largocaballerista del PSOE, que supuso
de hecho el primer golpe de estado
contra la Segunda República. Tampoco se
entendió su oposición a la afiliación
del PSOE a la Komitern. Hay que recordar
que años antes Fernando de los Ríos
visitó la incipiente Unión Soviética y
tras ver la tiranía a la que los
comunista tenían sometido al pueblo ruso
elaboró un informe a la Ejecutiva
socialista que fue ignorado.
Con la llegada de la República fue
elegido unánimemente presidente de la
Cortes Constituyentes. Durante su
mandato fueron los socialistas los más
críticos con su labor. Cada vez más
alejados de su talante moderado y
democrático, creían ver en él un
decisivo enemigo de sus fines
revolucionarios. Sufrió severas críticas
en el XIII Congreso del PSOE, celebrado
en 1932, por haber detenido la huelga de
diciembre de 1930. Exaltados miembros de
las juventudes socialistas apedrearon su
casa por su oposición al proceso
revolucionario de octubre de 1934.
Su discurso de ingreso en la Academia de
Ciencias Morales y Políticas, “Marxismo
y antimarxismo”, fue duramente criticado
por el Luis Araquistáin en la revista
revolucionaria Leviatán. Y es que Julian
Besteiro, catedrádico de Lógica por la
Universidad Central de Madrid, era un
teórico del marxismo más clásico que
creía necesario agotar la fase burguesa
de la historia para alcanzar el
socialismo y era opuesto a toda aventura
revolucionaria y violenta.
A pesar de la oposición de amplios
sectores del radical Partido Socialista,
en las elecciones generales de febrero
de 1936 fue el candidato más votado por
esos madrileños a los que no abandonará
en los momentos más difíciles de la
guerra. Tuvo múltiples posibilidades de
abandonar la capital como hicieron otros
altos dirigentes del Frente Popular,
pero él se mantuvo siempre con el pueblo
de Madrid:
“No desempeño ninguna función cuyo
ejercicio requiera precisamente mi
ausencia de Madrid, y en cambio, por
haber venido representando como diputado
a este pueblo sin interrupción en todas
las legislaturas desde el año 1918, me
considero tan ligado moralmente a mis
electores que creo es mi deber
acompañarles en las circunstancias
difíciles en que actualmente se
encuentran y las que les esperan
verosímilmente”.
“Si el pueblo de Madrid me ha asistido
tan constantemente con su confianza, no
s mucho que yo le asista también en
estos momentos tan difíciles. Madrid ha
sufrido y sufre mucho y está demostrando
todos los días poseer un espíritu
ejemplar. Si yo saliese hoy de aquí, y
más para ocupar un cargo tan honroso,
pero con una tan lejana residencia, ese
acto mío no podría menos de producir un
efecto poco confortador”
Su presencia en Madrid será
determinante. Trabajó con empeño por el
cese de las hostilidades. Famosas se
harían sus emotivas locuciones
radiofónicas al pueblo de Madrid desde
los sótanos del Ministerio de Hacienda.
Incluso llegó a protagonizar una fallida
misión de paz propiciada por el entonces
presidente de la República Manuel Azaña,
con intermediación inglesa. Con el
gobierno de Juan Negrín hablar de
negociación era alta traición. Su
anticomunismo se acrecentó con las
servidumbres soviéticas de Negrín.
También Indalecio Prieto en una reunión
del Comité Nacional del PSOE de 1938
acusó a Negrín de estar bajo las órdenes
de Moscú. Bestiero se sabía
definitivamente desplazado de la deriva
totalitaria en la que estaban cayendo la
dirección socialista. En un artículo
publicado en El Socialista Besteiro
justifica su alejamiento de los que
habían sido sus compañeros de partido:
“No puedo hablar porque no me
consentirían decir lo que siento y
pienso, a saber: que los españoles nos
estamos asesinando de una manera
estúpida, por unos motivos todavía más
estúpidos y criminales”.
La continuación de una guerra sólo
traería más sufrimiento al pueblo de
Madrid y el vencedor de la lucha
fratricida nunca sería la democracia, de
ahí que Besteiro intensificase los
contactos con la Quinta Columna de
Falange con vistas a un final negociado
de la contienda. El profesor Antonio
Luna García lo pone en contacto con el
coronel Casado quien días después daría
el golpe de Estado contra el dominio
comunista que propiciaría el armisticio.
Llevado por su cada vez mayor
anticominismo, pero firme en sus
convicciones socialistas moderadas,
Besteiro llega a confiar en la
generosidad del Bando Nacional en el
proceso de reconstrucción nacional
"La verdad real: estamos derrotados
por nuestras propias culpas: por
habernos dejado arrastrar a la línea
bolchevique, que es la aberración
política más grande que han conocido
quizás los siglos. La política
internacional rusa, en manos de Stalin y
tal vez como reacción contra un estado
de fracaso interior, se ha convertido en
un crimen monstruoso que supera en mucho
las más macabras concepciones de
Dostoievski y de Tolstoi. La reacción
contra ese error de la República de
dejarse arrastrar a la línea bolchevique
la representan genuinamente, sean los
que quieran sus defectos, los
nacionalistas que se han batido en la
gran cruzada anticomintern”
“No es, pues, fascista el ciudadano de
la República, con su rica experiencia
trágica. Pero tampoco lo es, en modo
alguno, bolchevique. Quizá es más
antibolchevique que antifascista, porque
el bolchevismo lo ha sufrido en sus
entrañas y el fascismo, no ¿Cómo este
interesante estado de ánimo y esta rica
experiencia puede contribuir a la
edificación de las España de mañana? He
ahí el gran problema. Porque pensar en
que media España pueda destruir a la
otra media sería una nueva locura que
acabaría con toda posibilidad de
afirmación de nuestra personalidad
nacional; peligro que hemos corrido y
del cual hemos escapado, al parecer,
poco menos de milagro. Para construir la
personalidad española de mañana, la
España Nacional, vencedora, habrá de
contar con la experiencia de los que han
sufrido los errores de la República
bolchevizada, o se expone a perderse por
caminos extraviados que no conducen más
que al fracaso. La masa republicana útil
no puede pedir, sin indignificarse, una
participación en el botín. Pero sí puede
y debe pedir un puesto en el frente de
trabajo constructivo”.
Bellas, pero ingenuas palabras. La
España vencedora no iba a ser la de
todos. El mismo José Antonio Primo de
Rivera, fundador de Falange, ya había
advertido desde su prisión de Alicante
de la catadura moral y política de los
militares sublevados, “generales de
desoladora mediocridad política. Puros
tópicos elementales (orden, pacificación
de los espíritus…). Si gana este
gobierno y resulta que no es más que
reacción, volveré a estar probablemente
aquí, o en otra cárcel, dentro de pocos
meses ”. Justo eso fue lo que le ocurrió
a Besteiro. En uno más de sus
innumerables actos de crueldad, Franco
hizo oídos sordos a los que le
reclamaron clemencia para un hombre que
supo anteponer la ética a la política,
la Nación al Partido y el pueblo a los
intereses personales. El profesor
Antonio Luna expresó en privado sju
disgusto, pues Franco, después de
prometer “vida y libertad” a aquellos
que ayudaran a evitar una masacre, “me
los fusilaba a todos”.
Según el historiador Paul Preston en el
consejo de guerra se vivieron episodios
singulares. “El fiscal, teniente coronel
Felipe Acedo Colunga, reconoció que
Besteiro era un hombre honesto ,
inocente de cualquier crimen de sangre,
pero aún así pidió para él la pena de
muerte. El largo discurso de Acedo
dejaba claro que el crimen de Besteiro
había sido hacer del socialismo una
doctrina aceptable por presentar una
versión moderada de él”. Un socialismo
moderado y nacional. No era otra la
apuesta política que muchos falangistas
auténticos defraudados con la situación
política (Dionisio Ridruejo, Cantarero
del Castillo, Fernández Figueroa,
Leopoldo Anzacot…) ofrecerán en
sucesivas décadas a un régimen que a
tantos ilusionó y que a tan pocos
contentó. La tercera España trasversal
quedó de nuevo inédita y aplazada.
Jerarcas del Régimen como Ramón Serrano
Súñer llegaron a reconocer que “dejarle
morir en prisión fue por nuestra parte
un acto torpe y desconsiderado”.
Finalmente, tras oír su “pliego de
descargo”, se le condenó a cadena
perpetua conmutada después a treinta
años de reclusión menor. El expediente
de Besteiro fue considerado
personalmente por Franco. Más digna
hubiera sido la pena de muerte, ya que a
sus sesenta y nueve años, Besteiro
ingresó en la prisión de Carmona donde
recibió un trato vejatorio. Con una
salud muy quebradiza, sin apenas
atención médica , fue obligado a
realizar duros trabajos físicos, como
fregar suelos y limpiar letrinas. Murió
el 27 de septiembre de 1940. Ya en el
exilio, Indalecio Prieto, que lo
calificó de “santo laico”, reconocería
que “ningún socialista fue tan
ferozmente combatido como él por sus
propios compañeros”. Hoy en el PSOE de
la Memoria Histórica pocos lo recuerdan.
Nosotros sí.
2008 - VIVA LA REPUBLICA - SERIE DE TELEVISION SOBRE LA UCRONIA DE UNA VICTORIA
REPUBLICANA EN LA GUERRA CIVIL
Julián Besteiro es elegido
presidente de la República a la
muerte de Azaña.
5.-
El despegue económico y la
integración en Europa
En esta situación comienza el
despegue económico de España y
su integración en Europa.
Durante estos años, tras un
acuerdo entre Besteiro y Juan de
Borbón, viene a estudiar a
España Juan Carlos de Borbón, el
hijo del heredero de la corona
española;
2009 - REEDICIÓN DE "JULIÁN BESTEIRO" DE ANDRES SABORIT
Con Prologo de ABDÓN MATEOS - "Andrés Saborit y la memoria de
Besteiro"


La obra magna de
Saborit nunca fue publicada en la España democrática, debido, quizá, a
la aparición de otros estudios sobre el pensamiento y la vida de
Besteiro. Desde la Biblioteca de la Cátedra del Exilio queremos
recuperar esta pequeña obra maestra, que entrelaza el retrato de
Besteiro con la trayectoria de las organizaciones hasta el final de la
guerra civil. El libro contiene, además, un prólogo de Luis Jiménez de
Asúa, escrito en 1967, y un estudio introductoria de Abdón Mateos acerca
de la memoria y uso público de Besteiro desde su muerte hasta nuestros
días.
Andrés
Saborit y la memoria de Besteiro,
por Abdón Mateos
A menudo se ha caracterizado a Saborit como un destacado besteirista, ya
que ocupó la secretaría general del PSOE con Besteiro de Presidente
hasta 1931, y le acompañó en la vicepresidencia de UGT hasta la crisis
que condujo a la dimisión de ambos a comienzos de 1934. El abnegado
militante y líder socialista que fue Saborit, con una biografía dentro
de las organizaciones socialistas que abarca un periodo de casi 80 años,
entre 1902 y 1980, aceptó, además, el criterio de Don Julián para que
renunciara a ocupar la alcaldía de Madrid en 1931, cediéndosela al
republicano Pedro Rico. Sin embargo, el cronista de las organizaciones
socialistas que fue Saborit nunca hubiese aceptado que se le encasillara
con el calificativo de besteirista y ni siquiera se consideró nunca su
discípulo. Siempre defendió su fidelidad a las ideas socialistas más que
a sus hombres. En todo caso, Saborit rindió una veneración casi filial a
la personalidad de Pablo Iglesias. Durante los años diez y veinte
coincidió, a menudo, en diversas posiciones políticas con Largo
Caballero como, por ejemplo, el rechazo hacia la conjunción con los
republicanos o el internacionalismo neutralista. No en vano, ambos
pertenecían a la rama obrerista del socialismo, a la corriente sindical.
Eso no fue óbice para que Saborit, solamente seis años más joven que
Indalecio Prieto, respetara la oratoria del tribuno socialista, su
intuición y capacidad política. Saborit terminó apoyando el liderazgo de
Prieto tras el fin de la guerra civil, ocupando la vicesecretaría del
partido y la dirección de El Socialista cuando Don Inda accedió a la
presidencia entre 1948 y 1950. A partir de entonces, Saborit, retirado
con su familia en Ginebra, se convirtió en el cronista del socialismo,
publicando folletones en la prensa como, por ejemplo, la serie
“Recuerdos del tiempo joven” (1953) y preparando diversos libros. La
recuperación de Julián Besteiro fue, quizá, su principal contribución
escrita a lo largo de dos décadas. Saborit reconocía que no era
historiador ni siquiera biógrafo, señalando su formación tipográfica,
-había estudiado en la Escuela de aprendices de la Asociación del Arte
de Imprimir-, y la pretensión de escribir sobre lo que había vivido,
entrelazando la semblanza biográfica con la historia de los primeros
tiempos del socialismo español. La exaltación y veneración de Julián
Besteiro, al mismo tiempo que la del abuelo fundador Pablo Iglesias,
respondía al propósito de refundar las organizaciones socialistas
volviendo a unos orígenes que hicieran superar las divisiones de los
años treinta. La muerte en prisión de Besteiro en septiembre de 1940
añadía, además, una ejemplaridad moral, simbolizando su “martirio”, con
setenta años de edad, a todas las víctimas de la guerra civil y del
franquismo. Por ello, con ocasión del traslado de sus restos desde
Carmona al cementerio civil de Madrid, a los veinte años de su muerte,
las organizaciones socialistas intentaron organizar un gran homenaje.
Además de la publicación de artículos y folletos, diversos intelectuales
residentes en el interior de España suscribieron un manifiesto en
memoria de Besteiro. La iniciativa corrió a cargo de jóvenes socialistas
como Josefina Arrillaga, colaboradora cercana de Antonio Amat,
encabezando el profesor Enrique Tierno Galván el manifiesto que
condenaba la violencia en política, acompañado de personalidades de
significación muy diversa como, por ejemplo, Menéndez Pidal, Gabriel
Maura, Ridruejo, Pérez de Ayala, Azorín, Carande, Marías, Laín, Gil
Robles, Joaquín Garrigues y Aranguren. Después de varios años de trabajo
y de ajustes del manuscrito, Saborit pudo entregar a imprenta su
biografía titulada Figuras del
socialismo español. Julián Besteiro. La obra fue dedicada
por Saborit y su esposa María Rojo a la viuda de Besteiro, Dolores
Cebrián. El libro fue publicado en 1961 por Impresiones Modernas de
México, una editorial en la que participaban antiguos jóvenes
socialistas como Julián Lara o Eulalio Ferrer. El coste de la edición de
2.300 ejemplares fue sufragado por el primero y el producto de su venta
fue destinado al Fondo Pro-España dedicado a los presos y los militantes
del interior. Saborit renunció a los derechos de autor, dado el destino
de la venta del libro y el carácter de encargo oficial de las
Ejecutivas. Enseguida, además, la editorial Losada de Buenos Aires
mostró interés por una nueva edición retocada del libro. La nueva
edición que contó con los buenos oficios y el prólogo de Luis Jiménez de
Asúa, por entonces Presidente de la república en el exilio, se demoró
hasta su aparición en la simbólica fecha del 18 de julio de 1967. El
editor español Gonzalo Losada, emigrado a Argentina en 1928, había
publicado diversos libros de exiliados o sobre España en la colección
Cristal del tiempo, entre los que cabe destacar:
El pensamiento español contemporáneo
de Luis Araquistain, La faz
actual de España de Gerald Brenan,
Una mujer por los caminos de España
de María Martínez Sierra,
Cartas a un escultor de
Indalecio Prieto, y Escrito en
España de Dionisio Ridruejo. Aunque el libro de Saborit en
Losada, sobre el que se basa la presente edición, gozó de mejor
circulación que la edición de 1961 en México, al final de los años
sesenta no se encontraban ejemplares en las oficinas de la editorial en
Madrid. Más adelante, parece ser que la editorial Edaf de Madrid obtuvo
el permiso de importación y muchos de ellos llegaron a bibliotecas
públicas. De hecho, esta excelente biografía nunca llegó a ser bien
conocida ni publicada en España. En 1970 se conmemoró el centenario del
nacimiento de Besteiro con diversos homenajes en el exilio. Para
entonces, la Ley de prensa de Manuel Fraga permitió la publicación de
algunos artículos de jóvenes investigadores en memoria de Besteiro en
revistas minoritarias como Cuadernos para el Diálogo, Hispania, Índice o
Revista de Occidente. Durante el tardofranquismo, la aparición de
estudios de historiadores, politólogos o filósofos como Marta
Bizcarrondo, Manuel Espadas, Fermín Solana, Alberto Míguez o Emilio Lamo
de Espinosa en torno a la figura de Julián Besteiro perjudicó la
difusión de la biografía del, por entonces, octogenario Saborit. Por
aquel entonces, al comienzo de los años setenta, Saborit estaba empeñado
en la redacción de una especie de enciclopedia de los primeros tiempos
de las organizaciones socialistas, de cerca de 2.000 folios, titulada
Apuntes históricos. Pablo
Iglesias, PSOE, UGT, que finalizaría en 1978 con la ayuda de
su hijo Francisco. Al mismo tiempo, Saborit albergaba la ilusión de
recoger los escritos de Besteiro en una trilogía. En 1974 apareció en
España un libro de bolsillo, debido a la pluma de Saborit, titulado
El pensamiento político de Julián
Besteiro, con el prólogo de un antiguo dirigente de las
Juventudes Socialistas de los años veinte, Emiliano Aguilera, que había
sido discípulo de Besteiro. Ya antes, en 1971, se había publicado en
España el libro de Saborit, Joaquín Costa y el socialismo, por la
editorial ZERO, vinculada a las Hermandades Obreras de Acción Católica.
Poco después, y todavía en plena agonía del franquismo, fueron
publicadas la tesis de Emilio Lamo de Espinosa,
Política y Filosofía en Julián
Besteiro (Cuadernos para el Diálogo, 1973) y una antología
de discursos parlamentarios de Besteiro a cargo de Fermín Solana,
Historia parlamentaria del
socialismo. Julian Besteiro (Taurus, 1975). El primero se
haría cargo de la edición de las obras completas de Besteiro a cargo del
Centro de Estudios Constitucionales (1983) y vio reeditado en 1990 su
tesis por la editorial Sistema. Por lo que se refiere a la antología de
Solana, antiguo ridruejista y entonces militante del PSOE, la
presentación del libro en Madrid a comienzos de 1976 contó con la
presencia de Felipe González, donde coincidió con personalidades
políticas e intelectuales como Polanco, Jiménez de Parga, Ruiz Jiménez,
Aguirre, Fernández Ordóñez y Claudín. El joven primer secretario del
PSOE reivindicó el legado de todas las personalidades históricas del
socialismo español, destacando de Besteiro su condición de marxista y la
experiencia parlamentaria. Al mismo tiempo, el sector histórico del PSOE
reivindicó la memoria de Besteiro constituyendo una fundación de escasa
proyección dedicada a su memoria a comienzos de 1976, y organizando un
homenaje ese año con ocasión del aniversario de su muerte, con presencia
de José Prat. En ese momento anterior a las primeras elecciones
democráticas y a la unificación de los socialistas en el PSOE, hubo una
cierta competencia por la apropiación simbólica y política del pasado.
Al mismo tiempo que los históricos conmemoraban a Besteiro durante 1976,
el PSOE renovado organizaba, encabezado por Alfonso Guerra con el apoyo
del veterano Alfonso Fernández Torres, un mitin de tinte andalucista en
Carmona dedicado a la memoria de Besteiro y a la de Largo Caballero, que
tuvo que reunirse en un teatro ante la prohibición de la concentración
en la calle. Por su lado, los seguidores de Tierno Galván en el PSP se
acercaban también al cementerio civil con ocasión del aniversario de la
muerte de Pablo Iglesias. La figura de Besteiro en la democracia
española ha tendido a convertirse en el tercer referente simbólico más
importante en la conciencia histórica de los españoles solamente
aventajado por Manuel Azaña e Indalecio Prieto, y ya a mucha distancia,
por Juan Negrín y Francisco Largo Caballero. A pesar de haber sido
objeto de críticas por muchos de sus coetáneos, entre las que destacan
sus propios correligionarios negrinistas Julián Zugazagoitia, Max Aub o
Fernando Vázquez Ocaña, debido a su actuación al final de la guerra, la
memoria de Besteiro ha tendido a situarse entre una representación como
“mártir del antifranquismo” y la desvirtuada imagen de una figura
equidistante del drama de las dos Españas. Ajeno a la España
democrática, quedaba el juicio coetáneo de Antonio Ramos de Oliveira
acerca de Besteiro como un “político divorciado de la realidad
española”. Para Juan Marichal, Besteiro representaría a “una Tercera
España y cabe conjeturar una acción mediadora suya que hubiera impedido
la magna catástrofe (El Pais, 14.7.1988). En esa misma línea de
reivindicación del Besteiro alienado respecto a la guerra civil y la
revolución de Octubre de 1934, su antiguo discípulo Julián Marías
presentaba a Besteiro, antes de las elecciones de 1977, como un “símbolo
del intento de que la guerra hubiese tenido un desenlace civilizado” (El
País, 8.5.1977). Del mismo modo, los historiadores Carlos Seco y Javier
Tusell utilizaron a menudo el ejemplo de Besteiro para criticar la
evolución del PSOE en el gobierno o en la oposición. Javier Tusell
reivindicó también su figura como un patrimonio común para todos los
españoles y, más recientemente, como referente para una adecuada
política de la memoria. En 1990 se conmemoró por tercera vez a Besteiro
con ocasión del cincuentenario de su muerte. Una cincuentena de
políticos e intelectuales suscribieron un manifiesto de homenaje que
condujo a que el vicepresidente del gobierno, Alfonso Guerra, organizara
a través de las fundaciones Sistema y Jaime Vera, un homenaje a Besteiro
en torno al tema de los intelectuales y la política. En plena batalla
mediática contra el líder del PSOE, Guerra pidió a los intelectuales una
crítica constructiva en democracia, lo que provocó cierta polémica en la
que participaron, entre otros, Savater y Goytisolo. A pesar de que
Besteiro era reconocido como ejemplo moral para todos, el PP no apoyó
una declaración institucional del Congreso a quien había sido Presidente
de las Cortes en 1931. Ese fue uno de los momentos de mayor polémica en
torno a Besteiro durante la actual democracia pues poco antes su
sobrina, Carmen Zulueta, había publicado el epistolario de Besteiro en
prisión en 1917 y 1939, y Ricardo de la Cierva había recibido un
polémico premio Espejo de España de Planeta por su
Agonía y victoria en la
que presentaba al profesor socialista casi como un colaborador de la
Quinta Columna franquista. La concesión del Premio provocó la retirada
del ministro de Justicia, Enrique Múgica, y del historiador Javier
Tusell, al considerar poco serio el ensayo tanto por las fuentes
utilizadas como por la valoración de la actitud de Besteiro en el final
ante la guerra. En definitiva, la memoria de Besteiro fue sobre todo
realzada con motivo del cincuentenario del comienzo y del final de la
guerra civil. En ese momento se estrenó la obra de teatro
Proceso a Besteiro, que
había obtenido el premio Tirso de Molina, presentándole como una especie
de santón laico. Esta “canonización” o “beatificación” de Besteiro fue
criticada por un sector de la intelectualidad y de la política que
exigía, en cambio, un paralelo homenaje a Juan Negrín. La figura de
Besteiro fue divulgada, además, en la Televisión Española en varios
programas documentales. Hay que recordar el enorme impacto de la
televisión pública sobre la conciencia histórica de los españoles hasta
la mitad de los años ochenta, dada su exclusividad. Además de la emisión
del Proceso a Besteiro, otros programas como
Informe semanal o
La noche del cine español,
de Méndez Leite, que incluía documentales de contexto del año de la
película emitida, recordaron el “martirio” de Besteiro. Por último, cabe
señalar que la memoria de Besteiro ha dado nombre a multitud de calles,
colegios, centros culturales, monumentos e, incluso, una estación de
metro en Madrid. Su figura, alejada de las polémicas, se ha convertido
en ejemplo moral y un referente común para la conciencia histórica de
los españoles.
Madrid, mayo de 2008
2009 - JULIÁN BESTEIRO, EN EL PEDESTAL DEL OLVIDO

EL MUNDO
Julián Besteiro, en el pedestal del olvido
2009 - JULIÁN BESTEIRO, MORIR EN CARMONA - EN "DE AHORA EN ADELANTE" - BLOG DE
JAVIER QUIÑONES
Para Alfonso Guerra, en la
amistad.
Han pasado muchos años desde que
sucedieron los hechos que narré en mi
novela Años triunfales. Prisión y
muerte de Julián Besteiro y sigo
teniendo la sensación de que sobre ellos
pesa una gruesa losa de olvido, al mismo
tiempo que los envuelve una densa capa
de desconocimiento e indiferencia y
también de desinterés. Han pasado muchos
años y yo pretendí, tal vez
insensatamente, que mi novela sirviera
para recordar a un hombre honrado y
consecuente con sus ideas, a un político
de actuación controvertida pero honesta,
cuyo pensamiento político, tan
adelantado en algunos aspectos a su
tiempo, está hoy, así lo creo, de plena
vigencia. En efecto, la defensa de la
justicia social, la igualdad y la
solidaridad en el marco de un estado
democrático de derecho, ideas defendidas
por Besteiro, son hoy la base del
socialismo democrático y por ellas han
luchado y siguen luchando muchos hombres
y mujeres en todas las partes del mundo.
En agosto de 1933, en una conferencia
pronunciada por Besteiro en el marco de
la Escuela Socialista de Verano y
recogida luego en ese libro fundamental
para entender cuál era el pensamiento
político del dirigente socialista
llamado Marxismo y antimarxismo,
escribió Julián Besteiro estas palabras:
“En el fondo de toda concepción
socialista hay un deseo mejor o peor
definido que consiste en acabar con las
desigualdades actuales y en realizar un
ideal de justicia, y hay una expresión
de sentimentalidad, ética o estética,
que a todos los que tenemos esa
aspiración, nos une en común ideal, en
un común deseo.”
Es decir, el socialismo como movimiento
liberador del ser humano, se nutre de un
componente utópico en su búsqueda de la
igualdad y la justicia social, en la
construcción de un mundo más libre y más
solidario, liberado de una vez por todas
de esas lacras terribles que son el
hambre, la injusticia, la opresión, la
miseria moral y material en todas sus
manifestaciones.
Han pasado muchos años y a mí me hubiera
gustado que mi novela hubiera servido
para desagraviar, aunque fuera a través
de la justicia poética, y algunas veces
tiene uno la tentación de pensar que es
la única verdadera, la memoria de un
hombre sobre el que se cometió una
estrepitosa injusticia, un auténtico
crimen de estado, perpetrado con saña y
rigor del todo injustificables, sobre el
que hasta la fecha nadie ha tenido una
palabra de disculpa, nadie, excepción
hecha de las de Serrano Súñer que van
como lema en mi libro, si es que se
puede considerar disculpa el decir que
fue un acto “torpe y desconsiderado”
dejar morir a Besteiro en la cárcel.
Algunas veces la literatura y también la
novela se revela como un instrumento eficaz
para luchar contra la injuria del olvido,
para salvaguardar la memoria del tiempo
pasado. La narrativa, en su esencia, debe
contar historias y el escritor sentir la
necesidad de narrarlas, esto es, de
volverlas literatura tras encontrar el tono
adecuado para ello. Son muchas las historias
que naufragan, que no llegan a buen puerto,
o bien por falta de interés para el propio
novelista, o bien porque no se ha encontrado
el tono apropiado y auqello "no suena", o
bien por razones que nunca son del todo
explicables.
A mí la historia de las circunstancias
que rodearon la detención, el juicio y
la muerte en la cárcel de Julián
Besteiro, se me impuso de modo
determinante y nada pude hacer por
resistirme al influjo que sobre mí
ejercía lo que consideré desde el primer
momento un caso extraordinariamente
ejemplificativo de la intolerancia
española, de la intransigencia y, si se
me permite, de la sed de venganza. El
escritor no elige los temas sino que los
temas eligen al escritor. A mí, de
verdad, me sucedió eso. Vi enseguida el
carácter narrativo de los sucesos y la
historia fue creciendo a golpe de
imágenes, de secuencias breves tan
llenas de dignidad como de patetismo y
tristeza; imágenes cercanas al guión
cinematográfico, que se superponían y
alternaban para tratar de dibujar ante
los ojos del lector los escenarios y el
paisaje moral en el que se desarrolló el
drama final de Julián Besteiro.
2009 - XI PREMIO JULIAN BESTEIRO DE LAS ARTES DE LA UGT PARA
JOAQUIN SABINA
El cantautor
Joaquín Sabina ha sido galardonado con el XI Premio
Julián Besteiro de las Artes y las Letras. Así lo reconoció
ayer el Jurado de este galardón, del que forma parte el
Secretario General de UGT, Cándido Méndez, y que integra a
escritores y creadores, sindicalistas e importantes
personalid ades del ámbito social y
cultural. El próximo 24 de junio se celebrará un acto
cultural donde se hará entrega oficial de este Premio, en la
Escuela Julián
Besteiro de UGT,
situada en la calle Azcona número 53, Madrid.
El Jurado del “XI Premios
Julián Besteiro de las Artes y las Letras” ha concedido este
galardón al cantautor Joaquín Sabina, valorando tanto su
obra como su trayectoria personal. Así lo reconoce el acta
posterior a la reunión que mantuvo ayer el Jurado en la
Escuela Julián Besteiro.
El Jurado destaca las
cualidades de Joaquín Sabina como “excelente cantautor”,
conjugando durante toda su trayectoria artística “un
profundo amor a la música, la composición y la poesía junto
con el compromiso político y social, tanto en su época del
exilio como en la transición democrática y en la
actualidad”.
Para los integrantes del
Jurado, es preciso resaltar un factor imprescindible para
explicar la trayectoria vital y artística de Joaquín Sabina,
ya que “la experiencia del exilio, como “exiliado político”
bajo la identidad de Mariano Zugasti, marcan su vida y su
obra, así como su colaboración, en esos años, con el Club
Antonio Machado y sus actuaciones al lado de cantautores de
reconocido prestigio ante los exiliados”.
Desde su regreso a España,
Joaquín Sabina se quedará en Madrid, siendo uno de los
representantes del mundo de la música más implicados en las
causas progresistas.
Finalmente, el acta
destaca en su creación artística “el valor poético de la
misma, sus argumentos, la capacidad, como cantautor e
innovador musical, de comunicación con las gentes,
especialmente con la juventud”.
La entrega del XI Premio
tendrá lugar en el acto cultural que se celebrará el próximo
miércoles, 24 de Junio, a partir de las 19:00 horas, en el
Salón de Actos de la Escuela Julián Besteiro de UGT, situada
en la calle Azcona número 53, Madrid.
El Jurado [ver foto]
del “XI
Premio Julián Besteiro de las Artes y las Letras” está
integrado por los escritores y creadores: Felipe Benítez
Reyes, José Manuel Caballero Bonald, Luis García Montero,
Almudena Grandes, Luis Muñoz, Eduardo Mendicutti, Benjamín
Prado y Andrés Rábago García “EL Roto”; los sindicalistas:
Cándido Méndez, Secretario General de UGT; Nicolás Redondo,
Ex-Secretario General de UGT, Teresa Muñoz, Secretaria de
Formación de UGT y José Ricardo Martínez, Secretario General
UGT-Madrid; Pedro González Padilla, Director-Gerente del
Instituto de Formación y Estudios Sociales (IFES); Virgilio
Zapatero, Rector de la Universidad de Alcalá de Henares;
Pedro Martínez Lillo, Vicerrector de Relaciones
Institucionales y Cooperación de la UAM; José Manzanares,
Director de ISCOD; Jesús Pérez, Presidente y Blanca Uruñuela
y Antón Saracibar de la Fundación F. Largo Caballero; Dieter
Koniecki, de la Fundación Friedrich Ebert y Juan Mendoza,
Director de la Escuela Julián Besteiro.
SEMBLANZA DE JOAQUIN SABINA A CARGO DE BENJAMIN PRADO
Texto de la
Semblanza a Joaquín Sabina. Por Benjamín
Prado:
Cuando alguien me pregunta quién es Joaquín
Sabina,
respondo que un cantante que, además, es mi
hermano;
y hablo de su talento, su risa sin esquinas
su popurrí de mago y artesano.
Es un hombre que hiere susceptibilidades
cuando dice que a la hora de escribir un
poema
nunca hay cosas más ciertas que las medias
verdades
ni mejor oración que la blasfema.
Si se trata de ser culto,
él jamás escurre el bulto:
fui con él a un after-hours
a tomar la última copa
y me citó a Schopenhauer
al lado del guardarropa.
Siempre ha considerado, si hablamos de
comer,
la manzana de Newton, peor que la de Eva.
Y si se pasó un poco, lo hizo por aprender:
es de los que no opina si no prueba.
Sé que quiso a las drogas, pero ya no están
juntos,
aunque ni él mismo sabe quién a dejado a
quién.
Luego un marichalazo vino a poner los puntos
sobre las íes y un dedo en la sien.
Sintiéndose moribundo,
se quiso borrar del mundo,
y se durmió en los laureles
cuando más soplaba el viento:
mire usted qué mal momento
para perder los papeles.
No encontraba remedio en ningún botiquín
y ni en sueños quería pisar los escenarios:
al hombre cabizbajo se le cae el bombín,
mientras que lee los obituarios.
Pero aprendió la lección
y venció a la depresión.
Y hoy ya es capaz de ser otro
sin dejar de ser quien era.
La vida es igual que un potro:
si la domas, no es tan fiera.
Así que nada ha perdido
y aún es el que siempre ha sido:
alguien que no echa en tu plato
fritangas de sentimientos,
pasiones de economato,
moralejas con descuento.
Un santo que una noche vio a Dios dentro de
un bar.
Un abogado que habla del diablo en los
juzgados.
Un médico que quiere que vuelvas a fumar.
Un cura que te aplaude los pecados.
Un bailarín que sabe cómo dar un mal paso.
Un ateo que reza a la Virgen del Burdel.
Un anarquista que usa la ley de posavasos
y las banderas blancas de mantel.
Como escritor de canciones
son claras sus intenciones:
ser Lorca con gafas negras,
César Vallejo con banda,
Paul Celan con matasuegras,
Kafka en sábanas de Holanda.
Maestro de desengaños,
hace casi 30 años
nos robó los corazones,
y eso, no lo digo en broma
-ni que ha escrito las canciones
más bellas de nuestro idioma.
Cuando alguien me pregunta quién es Joaquín
Sabina,
respondo que un cantante que, además, es mi
hermano.
Su casa, para mí, siempre fue una oficina.
La llave de la mía, siempre estará en su
mano.
JOAQUIN SABINA CON EL JULIAN BESTEIRO

2009 - VENCIDOS Y SAQUEADOS - ARTÍCULO DE TEREIXA CONSTELA - EL PAÍS - 14 DE
FEBRERO DE 2009
REPORTAJE: MEMORIA HISTÓRICA
Vencidos y saqueados
Los republicanos españoles pagaron la derrota no sólo con la vida,
la cárcel o el exilio. Los tribunales políticos del franquismo también
confiscaron sus bienes y fijaron abultadas multas
TEREIXA CONSTENLA 14/02/2009
Al socialista Julián Besteiro, que murió en 1940 en la cárcel de
Carmona (Sevilla), se le condena un año después de su fallecimiento
a pagar 15.000 pesetas de multa. Absurdo, sí. Implacable, también.
La represión se heredaba
FOTOGRAFÍA - JULÍAN BESTEIRO CON UN PERRO Y OTROS PRESOS EN LA
CARCEL DE CARMONA
